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Happy b-day Marinette Dupain-Cheng

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Los bebés llegan a este mundo llorando, sintiendo temor tras la pérdida de la protección materna. Los dioses nacen de la espuma del mar o el fuego.

Las mariposas, antes de extender sus alas, están en un capullo, pensando que son unas feas orugas.

—Pero tú, Marinette, eres completamente diferente a todos los demás, —dijo Adrien de cuando Marinette dormitaba en su hombro con una durmiente Emma entre sus brazos. El suave ruido de los murmullos de los bares se agregaba al adormecimiento de los ya cansados chicos con su hija después de un día de juegos.

—Solo tú ves las cosas de forma especial, Adrien. —Marinette susurró en el cuello de su novio, y giró, colocándose más cómoda. —...yo soy como las demás. Una simple oruga.

Una suave luz se asomó entre las sombras cayendo sobre el pálido rostro de la chica que acariciaba los cabellos de la niña entre ambos quien tomaba la mano de ambos mientras sus padres miraban el anochecer desde la enorme ventana de su hogar, haciendo que Adrien temblara ante esta surreal perfección, y se preguntó: «¿por qué Marinette misma no veía cuán hermosa era? »

—Tienes razón, Buginette...

—¿Ya ves? —La chica sonrió suavemente, y el atisbo de una sonrisa se coló en sus labios. —Tú también estás de acuerdo en que no soy diferente de las demás.

Adrien asintió calmadamente, escuchando el adormilado susurro de su hija. El peso de la cabeza que descansaba en su hombro se hizo más pesado, y su respiración se volvió aún más profunda. Marinette se había dormido.

—Tienes razón, Marinette. Eres igual a todas esas estrellas en el cielo..., brillante e incomprensible.— Adrien tomó la mano de la chica, y gentilmente entrelazó sus dedos. —Pero tú fuiste creada con polvo celestial, eres una criatura fuera de este mundo, creada por la luna misma. —Dijo regresando su atención a las coloridas calles frente a él pensando en dejarlas dormir un poco más, antes de llevarlas a la cama.

**

Cuando la mañana llegó, Marinette despertó con gentiles roces y cálidos besos; Adrien siempre le proveía de buen humor. Abrazó a su novio sin duda alguna, como si fuera la primera vez, y lo besó – con emoción, disfrutando el momento con todo el amor en su corazón.

—Happy birthday, amor,— susurró en su oreja, y una involuntaria sonrisa adornó los labios de Marinette.

—¿Despertaste temprano para decirme eso?

—Frecuentemente despierto temprano para observarte...— Adrien guiñó un ojo, presionando sus labios contra la base del cuello de la chica. —No tienes idea de lo hermosa que te ves...— susurró. —Estoy tan feliz de poder estar cerca de mi luna.

—¿Por qué 'luna', Adrien?— la pregunta había interesado a Marinette desde hace mucho y, por fin, logró darle voz.

—¿De verdad quieres saber, amor?

Marinette asintió. Adrien se irguió sobre sus codos, cubriéndola desde arriba. Colocó un mechón de cabello de Marinette tras su oreja y se inclinó, besando la punta de su nariz.

—Porque la luna en el cielo es única, tal como tú para mí; la única entre un millón de estrellas. La más deseada. La más querida.

—Entonces tú eres mi sol, Adrien. Me pones cálida, iluminas mi camino en el mundo y me das fuerza en los momentos en que me siento decaída.

—Te amo, amor. Feliz cumpleaños, Princesa.

Fin

(6) Meet me Halfway (Adrinette/Ladynoir) (+18) AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora