*.◦ °◦✯◦°◦ Capítulo 26 ◦ °◦✯◦°◦.*

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[Ya saben que hacer]

—Tch, tch, no seas así, mi amor. —Adrien rio, tanto como podía con el dolor que sentía a su lado. —Te gustará, lo prometo. Así que no pelees. Sabes que no puedes ganarme.

«Ya no se sentía superior al decir esas cosas, sintiendo a Marinette tratar de zafarse con desespero. Nada sobre esta situación lo hacía sentirse orgulloso. »

Trató de ignorar el hecho de que ya no solo quería hacer suya a Marinette, en lugar de eso, trató de recordar por qué había disfrutado de esta superioridad que tenía sobre la ojiazul ahora mismo.

—¡Basta! ¡Adrien! —Marinette gritó bajo él, revolviéndose para soltarse.

—Eso no servirá. Sabes que me gusta cuando te resistes. —Dijo, colocando las manos de Marinette sobre su cabeza.

—¡Adrien, estás enojándome en serio! —Marinette gritó y Adrien odió que eso lo hiciera congelarse, su corazón se apretó dolorosamente en su pecho y se aseguró de no mirar a Marinette cuando volvió a rogar. —Por favor, ¡ya basta!

—Entonces no pelees. —Adrien logró reír.

Extrañamente recordó lo mucho que ella había peleado por su libertad aquellas primeras noches y entonces notó que algo había cambiado.

«Marinette no estaba asustada de la forma en la que lo estuvo en España. Ella solo lo estaba haciendo porque estaba enojada... Ella estaba peleando por conseguir ganar, no le tenia miedo... »

—¡No, no lo haré! —dijo Marinette, peleando más para soltarse. —¡Suéltame! ¡Suéltame! ¡Eres un maldito gato mañoso! ¡Te odio! ¡Jodido gato tramposo! ¡Odio cuando me derrotas!

—Dije que no. Y no me odias. —Respondió y apretó el agarre, haciendo que Marinette se quejara más. Presionó más para seguir con su juego. —¿Qué?— preguntó con tono divertido. —¿Por qué peleas? ¿No te gusto así o es porque me tienes miedo?

Para su sorpresa, Marinette dejó de pelear y una parte de él estuvo convencido que la ojiazul se había rendido y había tomado el rol de bunny toy. Encontró difícil el mirar a Marinette a los ojos.

—¡¿Pues qué esperas?! ¡Entonces haz lo que quieras! Fang abajo y tranquilo. —Dijo ella cuando sus miradas chocaron y Adrien temió haber estado en lo correcto, aun así se obligó a sonreír.

—¿Ya te rindes? —Dijo. —Buena chica.

—No me rindo. —Marinette corrigió. —Ni necesito hacer nada, porque sé que no me lastimarás.

Adrien se sorprendió con esa respuesta.

—No, prometo que no va a dolerte. El anal que hemos hecho ya varias veces, aun te deja cojeando mucho. Aunque hoy estoy de humor para algo más normal, que sé que te enloquece. —Murmuró pero Marinette no pareció interesada en pelear, ni verbal ni físicamente, ya que relajó sus músculos completamente y Adrien sintió que el cuerpo de Marinette se hacía más ligero bajo él.

—Puede que no sepa todo de ti ya que te has escondido todos estos años, pero sé que quien eres ahora, no eres tú. —Dijo Marinette. —Cambiaste desde que te conocí. Algo en ti cambió durante los primeros meses que pasé contigo. Lo vi aun cuando tú no querías. —Marinette llevó una mano a su rostro, trazando los dedos por encima. —Te perseguí durante mucho tiempo, pero nunca me dejaste alcanzarte y cuando te encontré, usaste una máscara conmigo. Y te convertiste en un aterrador señor Perfecto que sé que no eres. Ahora te tengo, pero no es de la forma en la que hubiera querido. —Marinette alejó su mano. —Si me equivoco contigo ahora, entonces no importará si me resisto. Siempre te sales con la tuya, ¿por qué debería esta vez ser diferente? —siguió ella. —Así que adelante si eso es lo que quieres, pero aun así confío que no lo harás, confió en ti.

(6) Meet me Halfway (Adrinette/Ladynoir) (+18) AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora