[Ya saben que hacer 👆🏻]
Habían pasado solo algunos minutos desde que las luces se habían apagado. Con silenciosos pasos, una pequeña figura hizo su camino tan rápido como pudo por el largo pasillo del ala Oeste, escapando de la celda al final de dicha ala, pero no fue lo rápida suficiente y se detuvo en seco cuando escuchó un canturreo, acercándose desde el otro lado del pasillo.
Pensando sus opciones por solo un segundo, la pequeña figura giró para regresar corriendo, todo eso mientras buscaba un lugar en donde esconderse, pero el pasillo no le daba muchas oportunidades. En ese momento, las luces se apagaron y en un desesperado intento por esconderse en la oscuridad del pasillo, la figura se pegó contra la pared, escuchando que el canturreo se hizo más fuerte mientras el hombre seguía acercándose.
«Muévete. Muévete. »
Se ordenó a sí misma, pero el solo saber quién estaba yendo hacia ella, la congeló y se quedó anclada. Sin más alternativa, se presionó más contra la pared tras ella cuando el otro se acercó y esperó que su presencia no fuera notada, pero la pared no le dio refugio y de pronto, cedió tras ella con un fuerte bang, lanzándola de espalda.
Viendo que no había mucho qué pensar en su situación, se puso de pie rápidamente, corriendo tan rápido como podía en el oscuro y estrecho pasillo el cual se había abierto más. Deseaba que la luz la recibiera al final del túnel, pero no vio nada y pronto el pasillo terminó en una oscura habitación que conocía muy bien.
Las celdas estaban cerradas y el pasillo se cerró tras ella, dejándola atrapada ahí con la presencia que sabía que estaba ahí. Viró, aceptando la verdad de su situación y sus ojos encontraron unos casi tan brillantes y con un tinte de enojo en ellos.
—¿A dónde crees que vas? —preguntó el chico. La figura dio un paso frente a ella cuando no respondió y actuando por instinto la chica retrocedió, colocándose contra las rejas.—¿Tratas de huir de mí? —Pidió saber, no, exigió una confesión de lo que ya sabía. Una confesión haría más leve el castigo, pero ella no podía encontrar su voz, cuando vio que el hombre se acercó a ella.
—¡Respóndeme! —Fue sostenida y presionada con fuerza en las rejas. —No me dejarás. Nunca. —Dijo entre dientes. —Aceptaste estar conmigo. Te comprometiste a darme tu servicio a cambio de mis favores. ¿Quieres que te muestre cómo terminarás sin mí? ¿Quieres saber lo bien que lo harías? ¡¿Eso quieres?!
Estaba furioso con la falta de respuesta por parte de ella, quien se enfocaba en soportar el doloroso agarre sobre sus delgados brazos.
—Pequeña bunny toy malagradecida. —Musitó. —Te consiento un poco, te muestro amabilidad, ¿y así es cómo me pagas? ¡Tú no eres la que manda! ¡Te lo he dicho! ¡En tanto ese brazalete esté en tu muñeca y ese anillo en tu dedo, vivirás justo a mi lado! —prácticamente gritó. Nunca se le ocurrió que podría despertar a los demás. —¡Eres mía y pondré tu testaruda actitud en su lugar! —Girándola, la empujó contra las rejas otra vez, aflojando sus pantalones y deslizando sus manos bajo su camisa, la cual casi desgarra, dejándola rota y exponiendo uno de los hombros de la ojiazul.
—No, no quiero. —Rogó. —Quiero ir a casa.
—Estás muy lejos de casa. —Respondió, sin ceder ante los ruegos, y siendo físicamente más fuerte y grande, no tuvo problemas en hacer las cosas a su modo.
Mientras más peleaba ella, más fuerte él la sostenía y más fuerte la embestía sin importarle lo tenso que el cuerpo frente a él estaba. Soltó la mano, la que llevaba el brazalete y el anillo, de su fuerte agarre en las rejas, obligando a la ojiazul a girar y verlo, y cuando lo hizo, su bunny toy lo miró con ojos llenos de odio y asco.
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(6) Meet me Halfway (Adrinette/Ladynoir) (+18) AU
FanfictionSummary: Marinette ha regresado sola a Francia dejando atrás su vida con las bandas del círculo de los Prodigios y sobre todo su relación con Adrien... Ahora Marinette solo tiene un pensamiento en mente VENGANZA. Venganza por cada lágrima que Adrie...