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Capítulo tres: Edna Moda.

9 años

Después de aquellas estrellitas en el respaldo de mi asiento, alguien seguía dejando pequeños detalles cada que los del salón me molestaban, era algo extraño y aunque me hacía feliz a veces llegaba a pensar que era diosito o tal vez otro ser de los cuentos de hadas... Pero más adelante hablare de eso. Ahora lo importante eran otras cosas.


[. . .]


No lo podía creer, era irónico, el universo me odiaba y quería verme sufrir.

—¡Mi hermoso cabello!

Claro que mi cabello no era hermoso, decir aquello solo era una exageración, pero en ese momento era algo muy importante, más bien, el cabello siempre era algo muy importante.

—Te matare Kim Seungmin. ¡Este tonto chicle no se va a quitar!

—Déjame lo arreglo... 

La sonrisa en su rostro me dejó saber que lo que iba a hacer no era algo bueno, pero fue muy tarde cuando me di cuenta. Entonces, agarró unas tijeras y cortó el mechón de mi cabello que tenía el chicle, para mí todo fue en cámara lenta, debieron haber visto mi cara.

—¡KIM SEUNGMIN! —tomé otras tijeras y también le corte su cabello.

Justo cuando estaba por reírme, la bolita de niños que estaban de chismosos hizo un espacio dejando ver a una maestra, en ese momento hasta se me bajo la presión.

No lo había pensado muy bien, nunca pensaba nada antes de actuar. Ahora estaba en muchos problemas.

—Señor Kim, señorita Holland, a la dirección ahora mismo.

Ambos nos quedamos con la boca abierta y soltamos las tijeras que teníamos en las manos, los demás solo reían por aquella situación en la que estábamos.

—No es posible que hagan esto, su relación va de mal en peor. ¿Cuándo fue la última vez que vinieron aquí? ¿Hace una semana?

Los dos asentimos y ella suspiro con mucha pesadez. La entendía, Seungmin y yo habíamos estado sentados en ese lugar las suficientes veces como para que la directora ya no se sorprendiera de que estuviéramos allí.

—Está bien, haré un trato con ustedes. Para el próximo año los dos estarán en diferentes salones, pero por favor prometan que no se volverán a meter en problemas. Llamaremos a sus padres y omitiremos las anteriores veces que han estado aquí.

Era la mejor directora que podía existir en todo el mundo, ¿Cómo rechazar tal oferta?

—Ahora esperen afuera a que lleguen sus padres. —suspiró con pesadez y nosotros salimos.

Nos sentamos en la banca que estaba frente a la dirección, había un silencio incomodo que fue interrumpido por el grandioso Seungmin.

—Todo es tu culpa por ser tan tonta.

—En primera yo no fui quien se atravesó con su chiclote.



Mini flashback.

Era un día hermoso, _______ estaba dándole una gran mordida a su hermoso pay de limón que no quería compartir con Yeji porque estaba muy bueno, entonces como su cabello le estorbaba, porque casi se le metía un pelito en el bocado, decidió echarlo para atrás, pero alguien que caminaba detrás de ella e inflaba su chicle hizo que todo aquel chicle se pegara en su hermoso cabello castaño.

Solo una tonta | 𝐤𝐢𝐦 𝐬𝐞𝐮𝐧𝐠𝐦𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora