Solo una tonta | 𝐤𝐢𝐦 𝐬𝐞𝐮𝐧𝐠𝐦𝐢𝐧

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Capítulo veintitrés: Te ves muy linda.

Narrador omnisciente.

La chica se había tardado un poco en decidirse, al final, si le fue a dejar su ropa interior al castaño. Mientras _________ subía las escaleras, Seungmin se ponía la toalla en la cintura, cada paso que ella daba era un paso más que él daba para salir del baño.

_______ por fin había llegado a la puerta y antes de abrir lo pensó un poco, pero después le dio igual, fuese lo que estuviese haciendo Seungmin ella se metería a darle sus calzones, y tal vez aún seguía bañándose.

—¡¡¡¡AHHHHH!!!!! —gritó el chico cuando ella abrió la puerta como si nada.

Quizá no se seguía bañando.

—Ja, ja, hola, solo venía a dejarte esto. —le aventó los boxers con estampado del Capitán América, los cuales cayeron directamente en la cara del chico.

Ella sabía que estaba mal mirar, pero no tenía malas intenciones, simplemente tenía curiosidad.

—¿Qué tanto ves? Me haces sentir incómodo... —dijo con las mejillas sonrojadas.

—Lo siento, de todas formas, no hay mucho que ver. —bromeó y después salió de la habitación riéndose por la cara de Seungmin.

[ .  .  . ]

Narra ______:

Luego de eso bajé a la sala para ver alguna película, después de varias opciones decidí ver ¿Y dónde está las rubias?  Ya la había visto un millón de veces, pero quizá nunca me cansaria de ponerla una y otra vez, era muy entretenida.

—¿Qué ves? —preguntó sentándose a mi lado.

—¿Pues qué estás ciego? Estoy viendo la televisión.

—Tonta... Me refería a la película.

—Ah bueno, eso se dice —me miró mal y ya le dije el nombre la peli.

De un momento a otro ya estábamos rodeados de cobijas y comida, parecía una pijamada. Nos la pasamos riendo hasta que me entró una llamada a mitad de película, entonces tuvimos que pausarla porque yo no encontraba mi celular, solo se escuchaba el sonidito.

—Esto es un desastre... —dijo Seungmin ayudándome a buscar debajo de toda la basura de papitas y otras frituras que habíamos estado comiendo.

—¿En dónde estás maldito celular?

Cuando por fin lo encontré, vi la pantalla con miedo, era mi padre. Rápidamente le contesté, le saludé y él comenzó a hablar.

—Espera, ¿qué? —ahora solo tenía ganas de escapar al otro lado del mundo.

Seungmin me miró y preguntó qué era lo que pasaba, yo le dije que esperara tantito. Mi padre estaba extendiéndose un poco con la plática, pero tan pronto como colgó volví mi vista a Seungmin.

—Mis padres están viniendo para acá, ya están llegando, no hay escapatoria para esto. Tenemos que limpiar todo este desastre...

Él asintió y nos pusimos a limpiar tan rápido como pudimos, yo recogía la basura y barría mientras que Seungmin doblaba las cobijas y llevaba los trastes sucios a la cocina. El timbre de la casa resonó justo cuando terminamos de acomodar todo.

—Ve a esconderte, idiota... —dije empujándolo hacia la cocina y después fui corriendo a abrir la puerta. —Hola.

Saludé a mis padres, y me sorprendí de ver a mi hermana y su esposo detrás de ellos. Lo que significaba que era un asunto serio, de repente me puse nerviosa y un poco impaciente.