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Capítulo veinticuatro: Apartar mi vista de ella.

—Hola. —me sonrió, y juro que se sintió como el mismísimo cielo, era tan hermosa su sonrisa. —Te ves muy linda.

¿Linda? Era algo que nunca me había dicho, estaba acostumbrada a escucharlo decir "eres una tonta" y que me dijera linda era algo extraño.

—Gracias, tú igual te ves muy lindo.

No era muy buena haciendo cumplidos, pero al menos lo había intentado. Él se rio un poco y después dijo; —¿Vamos?

Yo asentí y comenzamos a caminar a donde se encontraba su auto, nuestras manos chocaron al querer abrir la puerta del copiloto. Mi corazoncito estaba latiendo demasiado rápido, de nuevo esa sensación en mi estomago que no era dolor de estómago, aunque prefería que lo fuera.

—¿A dónde iremos? —pregunté una vez que los dos estuvimos dentro del auto.

—Ya lo verás.

Me quede callada el resto del camino, imaginando el lugar a donde me llevaría Seungmin, confiaba en él.


( .   .   . )


—Esto es hermoso. —dije cuando bajamos del auto.

Era un lugar cerca del mar, un faro viejo se encontraba detrás de nosotros, tenía una vista increíble y al parecer Seungmin había decorado el lugar, había una mesa en medio de este lugar con varios postres sobre ella y luces blancas adornando de un lado al otro, se veía muy lindo.

—De verdad es hermoso.

—Me costó algo de trabajo poner las luces solo. —sonrió de lado, observando mi cara con detenimiento. —Uhm, bueno, esto es para ti.

Sacó un pequeño ramito de flores, eran tres girasoles y tres gardenias, el detalle había sido algo muy bonito, pero solo esperaba que no me diera alergia.

Nos fuimos a sentar y pude oler aquellos postres, olía delicioso, ¿él los habría cocinado? Quizá sí.

—Tranquila, puedes comerlos, no te voy a envenenar.

—Si estuviéramos en el pasado tal vez sí. —bromeé y él rio.

—Hablando del pasado. —comenzó diciendo despacio, luego me miró y sus ojitos brillaban como si tuviera pequeñas estrellitas dentro de ellos, se veía lindo. —Sé que es un poco tarde para esto, y debí hacerlo desde hace años, pero, de todas formas, quería pedirte perdón por todo lo que te hice pasar antes, desde lo del columpio hasta cuando te hice llorar hace unas semanas. Siempre estuve arrepentido cada vez que te hacía llorar, pero no sabía por qué lo seguía haciendo. No hay justificación para todas las veces que te lastime, de verdad lo siento demasiado.

Sentía unas ganas enormes de llorar, tal vez había sufrido mucho a causa suya, pero el que me estuviera pidiendo perdón -aún después de tanto tiempo- me hacía sentir mejor, jamás fui una persona rencorosa y no tenía por qué serlo ahora.

—Yo... —me quedé callada y después sonreí—. Claro que te perdono.

—Por un segundo creí que dirías que no.

—Aún puedo arrepentirme... —claramente bromeaba, pero Seungmin a veces se creía todo, era gracioso ver las expresiones que hacía—. Mentira, ahora come porque si no me acabaré todo.


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Solo una tonta | 𝐤𝐢𝐦 𝐬𝐞𝐮𝐧𝐠𝐦𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora