Solo una tonta | 𝐤𝐢𝐦 𝐬𝐞𝐮𝐧𝐠𝐦𝐢𝐧

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Capítulo diecisiete: Ella cambió hace mucho tiempo.

—Necesitaba preguntarle algo, es algo que vengo pensando desde hace vario tiempo. —me hizo un gesto para que siguiera hablando. —Mhm bueno, tengo la duda de cómo puedo cambiar de carrera.

Alguien abrió la puerta en ese momento... Era Seungmin.

—Siento interrumpir profesor. Venía a entregarle estos documentos de parte de la profesora Young Mi.

—Oh, está bien.

—Nos vemos. —hizo una reverencia y se fue.

—¿En qué estábamos? Oh sí, ¿cómo puedes cambiar de carrera? —juntó sus manos y se quedó pensando un poco. —Es un tanto complicado hacerlo, sin embargo, si se puede hacer. Primero que nada, debes tener un muy alto promedio en el semestre pasado y después se te aplica un examen algo difícil para que de ahí saquen un resultado que determinará si puedes cambiarla o no... Pero es muy arriesgado.

Yo asentí, sonaba algo fácil pero ya que lo pensaba aún más sólo lo veía como algo inalcanzable. Ese pensamiento no me ayudaría para nada, por lo que decidí quitarlo de mi mente por ese momento.

—¿Por qué quieres cambiar? Bueno, claramente si me lo quieres contar.

Di un pequeño suspiro, para comenzar a platicarle mi triste historia al buen profesor y claro salieron unas cuantas lágrimas, pero no de mi sino de él.

—Bueno, yo creo que tú eres una muy buena estudiante y lo vas a lograr. No tengo ni una sola duda. —sacó un pañuelo y se limpió un poco la cara. —Ven a buscarme el próximo lunes por la mañana, te conseguiré ese pase. Tienes que echarle muchas ganas Holland.

—Si profe, de verdad muchas gracias. ¡Nos vemos luego! No lo decepcionare.

—Ah... se me olvida algo. También debes tener un buen registro de actitud y en deportes.

Salí muy alegre de su oficina sin prestarle mucha atención a lo que dijo al final, hasta que procesé todo y me frené en seco.

—¡Un momento! ¡NO SOY BUENA EN EL DEPORTE! ¡SOY UN TOTAL FRACASO! —chille, mientras que muchas personas se me quedaban viendo.

—No grites como una loca en el pasillo —dijo Seungmin detrás mío.

—Pero de verdad soy un total fracaso en el deporte.

—Eres un total fracaso en todas las cosas. —puso una mano en mi hombro, yo di un suspiro, odiaba mi vida. —Pero como tu esclavo... digo, como el buen chico que soy, te voy a ayudar.

—Espera... ¿Tu ayudándome? —mi expresión podía demostrar lo sorprendida que estaba por escuchar aquello.

—¿Por qué no? —comenzó a caminar por el pasillo.

—Eso significa que ¿nos estamos haciendo amigos? —me puse frente a él e igual caminé, pero de reversa.

—Si así lo quieres llamar. Sí.

—¿De verdad? —pregunté para confirmar, casi saltando de la alegría, él simplemente me dio una sonrisa y dijo que sí—. Bueno, yo aun no te perdono por todo lo que me hicisteEEEEHH...

No pude terminar de hablar porque me iba a caer para atrás de no ser por Seungmin. Dios, no podía pasar sin hacer el ridículo tan solo un día, era realmente una tonta. 

Al estar un poco cerca, me quedé un momento viendo sus facciones.

¿Desde cuándo está tan guapo? Que cosas digo siempre ha estado guapo...