SeokJin sabía que una de las cosas que nunca podía volver a hacer en su vida, era precisamente vivirla de la forma en la que lo había hecho por los primeros 25 años de la misma.
Antes era solamente un chico rico, que se preocupaba por sí mismo, demasiado lleno se desconfianza y orgullo enfermizo como para pensar en alguien más antes que en él.
Y ahora estaba aquí, frente al hombre que había literalmente cambiado su vida en todos los sentidos, con la convicción de que por más a gusto que se sintiera siendo feliz con el alfa, no podía seguir siendo egoísta y debía contactar a las personas más importantes en su vida.
Notó la repentina tensión en los hombros del lobo, fue casi imperceptible pero definitivamente estaba ahí. No tenía idea de cómo iba a tomarlo, odiaría que su compañero pensara que no quería estar a su lado o que después de todo lo vivido en estos días, al final siempre quería dejarlo.
No. Jamás podría dejarlo. No quería experimentar el dolor que sabía que sentiría si alguna vez tuviera que separarse del lobo; parecía imposible y le daba miedo lo mucho que le importaba el hombre al que apenas conoció hace si acaso un par de semanas, pero Kim NamJoon se había apoderado de un lugar en su vida y en su corazón, que nunca podría ser llenado por nadie más.
- ¿Qué pasa con tus padres, bebé? - sintió cosquillas con el apodo. Nunca lo admitiría a nadie, ni siquiera a sí mismo en voz alta, pero ese apodo le encantaba.
- No creo que ellos todavía estén siendo engañados con que estoy en Marruecos haciendo de modelo - dijo, sus nervios se arremolinaban en su estómago y se sentía demasiado nervioso - yo quería saber si es posible... ya sabes... - dijo, volteando a ver sus manos en su regazo, no paraba de juguetear con ellas, en un intento de controlarse. Rayos, no estaba diciendo disparates, no debía estar así de nervioso por nada.
- Entiendo - dijo Namjoon, SeokJin no podía mirarlo a la cara, no cuando solicitara contactarse con ellos -. Haré que alguno de los chicos los revise, que verifique que están bien y que todo está en orden. Podemos enviarles algunas fotos tuyas, no sé, ¿quizás les puedes decir algo más en algún mensaje de texto?
- Aunque aprecio mucho que quieras comprobarlos, sé que ellos no son tontos. Siento que están sufriendo por mí y para ser sincero .
- dijo, reuniendo su coraje - me duele hacerlos sufrir. No puedo ser feliz sabiendo que algo los agobia.Listo. Había admitido ante NamJoon que podía sentir dolor por alguien. Es obvio que todos podemos sentirlo, coño si era humano, obvio que debía sentir algo... pero se había blindado tanto, había construido una imagen tan sólida de sí mismo que incluso admitir la verdad en algo tan básico como eso, era costoso.
NamJoon calló por largos segundos, Jin volteó a verlo un momento y se encontró con esos ojos negros mirándolo fijamente, la tormenta en ellos lo hacía pensar que el alfa se estaba debatiendo en su respuesta.
- ¿Qué sugieres hacer? - finalmente preguntó y Jin tragó grueso, con el corazón a mil.
- Quiero llamarlos, hablar directamente con ellos.
- No, pide otra cosa - NamJoon ni siquiera vaciló. SeokJin se sobresaltó con la rapidez y la decisión en su voz. Su tono era tajante, no admitiría un sí a su petición.
- ¿Disculpa...? - preguntó, atónito - ¿Ni siquiera lo has analizado y solo vas a negarte? - increpó, era inútil esconder el tono de incredulidad que teñía sus palabras.
- Sí. No puedo permitirte llamar ni a tus padres ni a nadie. Cualquiera rastrearía nuestra dirección, es un no definitivo y espero que lo entiendas.
- ¿Sabes siquiera cómo están ellos? - cuestionó alzando un poco la voz- Entiendo que no te importen un carajo pero a mí sí me importan, son mis padres, te guste o no, y que sea tu compañero no cambia ese hecho - se levantó del asiento, indignado. Había estado casi seguro que el alfa se negaría pero admitiría una negociación y finalmente terminaría aceptando. No se preparó para un no definitivo.
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Kairos by Mink [NamJin/Omegaverse]
FanficCuando SeokJin es secuestrado y despierta en una manada de lobos, se ve obligado a entender que el mundo que lo rodea no es más que un espejismo. Todo lo que creyó como verdadero hasta ese momento, no es más que una mentira y depende de él aceptar l...