Kairos by Mink [NamJin/Omegaverse]

10. Apareamiento.

No iba a mentir, la idea de algo tan grueso como un nudo entrando en su cuerpo, le aterró demasiado. Aquí era cuando aquella vieja y trillada frase de "voy a partirte en dos" entraba a relucir y vamos, no era en el buen sentido.

Por otro lado, aunque estaba más allá de todo lo sensato, supo que no habría forma alguna en la que él rechazara a NamJoon. No podría rechazar al lobo, nunca. Sabía con certeza aún sin comprenderlo, que el gran alfa era suyo y que haría cualquier cosa para protegerlo.

- ¿No dijiste que somos compañeros? Claro que va a dolerme un poco al principio, pero vas a prepararme bastante bien y cuando esté listo, vas a continuar hasta el final.

- SeokJin, yo no estoy dispuesto a tomarte para que después quieras parar en medio acto. No podría detenerme, ¿entiendes? Mi lobo no lo permitiría y dudo de que yo mismo tenga la fuerza de voluntad para hacer eso.

- No voy a pedir que te detengas, de todos modos, no serías mi primero. Sabes que sí podría tomarlo - NamJoon frunció el ceño ante la mención de otros hombres tocando su cuerpo , pero SeokJin trató de ignorarlo.

- Puedo hacerlo, quiero hacerlo... - continuó hablando - yo.. No sé por qué y no voy a repetirlo, así que no te acostumbres... pero te necesito, siento que lo hago.

NamJoon sonrió e hizo que algo cálido que iba más allá de algo corporal, le llenara de tranquilidad el pecho. Sí, deseaba realmente mal que el chico lo tocara, pero la enorme necesidad transcendía de solo dos personas compartiendo un momento en una cama. No era su cuerpo, aún cuando SeokJin odiaba lo cursi, sabía que no estaba entregando sólo su cuerpo y eso lo aterraba, porque siempre le tuvo miedo al amor que decían sentir otras personas.

Debajo de toda esa actitud y dureza que proyectaba, admitió que siempre tuvo miedo de entregar algo que sabía que nunca regresaría a él de la misma manera y vaya que requería de mucha valentía el entregarle el corazón a alguien. Siempre le dio miedo salir lastimado y luego venía un increíble y atractivo hombre y le decía que eran compañeros, que incluso antes de nacer, su destino ya estaba marcado y lo miraba con tanto cariño, como si en verdad él fuera importante.

Sé sentía inmerso en un universo de emociones y se sentía frágil, estaba desnudando su alma y quizás el lobo aún no lo entendía.

- Te quiero tanto - dijo NamJoon, sorprendiéndolo y acariciándole la mejilla suavemente - Te quiero demasiado, Jin, siempre voy a amarte, quiero que lo entiendas.

¿Y qué se respondía en este tipo de casos? Era extraño que alguien que recién conocía le dijera eso, pero también entendía que él podría amar a NamJoon algún día. Sabía que si su duro corazón fuera capaz de amar a alguien, ese alguien sería Kim NamJoon.

Lo besó, porque aun no podía decir esas palabras exactas pero sentía tantas otras cosas que no podía ponerlo en palabras. NamJoon le devolvió el beso con la necesidad que siempre mostraba y pronto se halló de nuevo entre los fuertes brazos del alfa, siendo tocado de una forma que era en parte seductora y tierna.

Abrió más amplio sus piernas y NamJoon pronto estuvo entre ellas. Sentía el latido de su propio corazón en todas partes, tan fuerte que era consciente de cada fuerte contracción. Se perdió en el beso, sintiendo calor en todos los poros del cuerpo y ese olor, el aroma de NamJoon estaba esparciéndose en todo su cuerpo, a medida que el chico tocaba un poco más.

Sé aferró al torso de NamJoon con sus piernas y se abrazó  contra él cuando lo alzó y se dirigió a la habitación que habían compartido.

Tenía miedo, pero esta vez sabía que podía afrontarlo. Kim le había confirmado que eran compañeros, que no había nada malo con él y eso lo tranquilizó. Aún así, tenía algo de miedo... no, miedo no tanto, sino ansiedad por lo que traería el futuro.