Kairos by Mink [NamJin/Omegaverse]

12. Cambios interesantes

Tras unos buenos tres días completamente aislados del mundo, el celo por apareamiento del alfa llegó a su fin. SeokJin ni siquiera sabía cuántas veces habían tenido sexo ni cual lugar de la casa había sido testigo de la ferviente pasión del lobo.

Todas y cada una de las veces había sido tomado con un empeño y una fogosidad que nunca había experimentado con ningún amante antes. NamJoon lo hacía sentir de una forma en la que por ratos creía que incluso un chico vacío y superficial como él, podía ser admirado de una forma tan profunda.

Vamos, que SeokJin se amaba muchísimo, pero era consciente de la multitud de defectos que tenía y también era consciente de la belleza abismal que vivía en el alfa. No se echaba por menos, pero sabía que había sido un golpe de suerte que alguien como él tuviera a alguien como NamJoon por compañero.

"Te quiero"

"Te deseo tanto"

"Eres lo más importante para mí"

"Te amo"

A NamJoon definitivamente no le daba nada de vergüenza expresar sus emociones. Lo había llenado de elogios, de mimos, de buenos tratos y de sexo, sí, de mucho sexo. Hicieron el amor tantas veces que le dio miedo la enorme necesidad que seguía sintiendo por él, aún cuando acababan de hacerlo. Y esa necesidad que sintió la mañana siguiente a su apareamiento, no disminuyó ni un poco, pero se engañaba a sí mismo, diciendo que podía controlarla.

Y por ridículo que sonara, no había pensado ni una vez que lo que hacía con NamJoon era solo sexo. Ni siquiera intentaba mentirse con eso, había hecho el amor con el chico de todas las formas posibles, había entregado su cuerpo y su alma a ese alfa y se había prometido que haría todo lo que estuviera en sus manos para protegerlo y hacerlo feliz. No sabía si era el hecho de que acababan de emparejarse formalmente o el hecho de que eran predestinados, incluso no sabía si las casi dos semanas que había convivido con el alfa habían sido suficientes para cambiar algo en él, pero lo que sí sabía era que las "cosas raras" que sentía por el hombre, eran verdaderas y cada vez más fuertes.

En ese momento, se encontraba recostado en la cama, pensando, analizando todo lo que había cambiado recientemente. Por extraño que fuera, no se arrepentía de lo que había vivido hasta el momento, pero ¿cómo la estarían pasando sus padres? ¿Estarían bien? ¿Cómo estarían tomando su supuesto "viaje"?

NamJoon le comentó que el día en que lo trajeron a la manada, habían tenido que idear algún tipo de excusa que contuviera a los padres de SeokJin por unos días antes de que decidieran comenzar a buscarlo. Habían enviado un mensaje de texto, diciendo que estaba trabajando en una sesión de modelaje para una revista en la que SeokJin muy de vez en cuando participaba. Tampoco era como si fuese un modelo profesional, solo era amigo del fotógrafo y este lo había convencido de ser parte de los modelos, aunque fuera esporádicamente y la revista tampoco fuera tan conocida.

El mensaje decía que viajaba a Marruecos para una sesión de fotos y que estaría a tiempo completo por unos días, que luego se comunicaría con ellos. A SeokJin le partió el alma saber que sus padres ya debían de haber comenzado a sospechar e incluso a buscarlo.

No era anormal que Jin volara al otro lado del planeta solo porque se le apetecía, por lo que la idea tampoco era un disparate, pero nunca perdía el contacto por más de unos tres o cuatro días y ya habían pasado casi dos semanas. La idea de sus padres sufriendo por su supuesta "desaparición" lo hacía sentir la peor escoria del mundo, por haber estado disfrutando tranquilamente de su compañero y su apareamiento mientras sus padres, muy probablemente, estaban preocupados por su paradero.

No era iluso, lo primero que harían sería llamar al fotógrafo amigo suyo y preguntar por él y en ese momento se darían cuenta de toda la mentira.