SeokJin siempre pensó que las personas eran reemplazables y que uno mismo era sustituible. Nunca tuvo realmente alguna conexión que valiera la pena y en todos esos años de niño rico mimado, se dedicó a descubrir el mundo. Viajes, fiestas, despilfarros, ropa absurdamente cara, alcohol, drogas, sexo, relaciones de una noche, falsas amistades... no había nada que no hubiera visto y en algunas ocasiones, que no hubiera hecho.
Si no hubiera llegado jamás a Kairos, seguiría siendo ese niño malcriado, un iluso que creía que el dinero podía comprar a cualquiera y que la vida era demasiado banal como para preocuparse mucho por ella.
Pero en Kairos encontró muchas cosas que nunca quiso admitir que quería y que, a cierto modo, necesitaba.
Al final, las personas se cansan de todo, incluso de la libertad absoluta para realizar cualquier cosa, la libertad que sólo el dinero provee. Sin embargo, al mismo tiempo, esa libertad viene contradictoriamente atada a un par de grilletes tan hermosos que confunden, pero, al final, son solo eso, grilletes y pesadas cadenas.
Realmente nunca pensó que estaba llevando una vida sin sentido. Corrección, a veces lo pensó, pero en el fondo no quería tener que analizar sus sentimientos. Eran tan fácil olvidarse de ellos cuando todo era adquirible, cuando no tenía que esforzarse mucho por obtener lo que quisiera y a quien quisiera en el momento.
Lo único bueno qje tuvo antes fueron sus padres, quienes lo amaron siempre, aún cuando sabía que no era el hijo que ellos merecían. Amistades fueron prácticamente inexistentes y siempre que alguien se acercaba, sabía que lo hacían con dobles intenciones.
SeokJin era un chico lindo, caro y superficial... en ese momento eso era todo lo que se permitía ser.
Y la vida cambia. Rayos, a veces solo un segundo es suficiente y como por arte de magia, todo lo que tenemos, pasa a ser todo lo que tuvimos.
Kairos le mostró que tenía muchas cosas más por las qué luchar, que la vida era algo que merecía la pena explorar con los pies descalzos y los brazos abiertos, que sí habían personas en ese mundo, que merecían la pena y que incluso alguien como él, merecía un poco de redención y cariño.
Así que él no perdió, lo que tuvo, era efímero para lo que podría tener.
*
Habían pasado exactamente doce horas y cuarenta y siete minutos desde que NamJoon y sus hombres se fueron a rescatar a Jimin. SeokJin estaba en la cocina, preparando un poco de café y cocinando distraidamente unos huevos revueltos.
Haber estado ese tiempo con NamJoon, le dio un poco más de esperanza y tranquilidad, lejos de solo el contacto físico, la cercanía emocional que sentía con ese hermoso hombre, le aligeraba la pesada sensación de culpa que aún persistía un poco.
Planeaba invitar a Hoseok a desayunar, aunque fuera un poco tarde. La verdad es que estaba sorprendido por siquiera haberse levantado y salido del cuarto.
Apenas se despertó, tomó una larga ducha caliente y se dispuso a ordenar un poco el cuarto. La noche anterior había quedado un poco desordenado, pues NamJoon y él pasaron de la ducha a la cama dando tropezones e importándoles poco el desorden generado.
Aun llevaba en su cuerpo, las marcas que el lobo le dejó. La mordedura en su cuello estaba nuevamente fresca y el escozor, lejos de molestarlo, le calmaba pues sabía que NamJoon estaba con él y que siempre iba a estarlo.
Abrió la puerta de la casa y ahí estaba Hoseok, como siempre, altivo y en guardia, siempre atento a sus alrededores.
- Hola, Hoseok - saludó, la verdad es que era la primera vez en días en que se asomaba siquiera fuera de la casa - ¿quieres desayunar conmigo?
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Kairos by Mink [NamJin/Omegaverse]
FanficCuando SeokJin es secuestrado y despierta en una manada de lobos, se ve obligado a entender que el mundo que lo rodea no es más que un espejismo. Todo lo que creyó como verdadero hasta ese momento, no es más que una mentira y depende de él aceptar l...