With You ||JimSu||

(O16)

"Se vuelve más difícil ser alguien, pero todo sale bien, a mí no me importa mucho."

-(Strawberry Fields Forever)

Esperar jamás se había sentido tan tedioso como aquel día, Jimin llevo de nueva cuenta s mano a su cabeza para pasarla por sus cabellos mientras soltaba un resoplido por la nariz, estaba nervioso, definitivamente lo estaba, pero necesitaba hablar con alguien, y que quizás pudiera darle un consejo para ayudarle un poco, es lo que necesitaba, después de todo no sabía exactamente lo que tenía que hacer al respecto con todo lo que estaba sucediéndole ahora mismo.

Yoongi ni siquiera había llegado al departamento, Jimin cuando había visto la hora en su celular, había decidido que iría en búsqueda de Yoongi, pero no pudo siquiera dar un paso fuera del departamento, pues Yoongi le había enviado un mensaje diciendo que se quedaría en casa de Jungkook por unos días.

—Jimin —la voz de la chica lo hizo dejar de pensar en Yoongi, pero jamás se alejó por completo de su mente—, que sorpresa —sonrió Yerin del otro lado de la pantalla, llevaba colocadas sus gafas, y su cabello era un completo desastre, parecía estar haciendo tareas, pues aparto la vista de la pantalla para poder escribir en un cuaderno frente a ella—, ¿pasa algo?

—Yer... —saludo al fin Jimin—, si estás muy ocupada, yo...

—Descuida, no lo estoy, solamente estoy dando los últimos detalles, aquí los profesores sí que son exigentes con la limpieza de la letra —soltó una suave risa—, pero dime, ¿qué tal te ha ido? ¿Ya conseguiste un omega?

—¿Qué hay de ti, lo has hecho? —Jimin pudo ver el sonrojo en las mejillas de Yerin, comprobando así que ella lo había hecho—. ¿Soy fácil de olvidar?

—No lo tomes de ese modo —reclamo la chica—, ya llevamos varios meses sin salir, además esté chico insistió mucho y la verdad es muy agradable —Jimin sonrió, no dolía como él pensaba que iba a doler, de hecho, se sentía feliz por ella—, ¿y qué tal Yoongi? —Jimin dejo de sonreír al escuchar el nombre del que tanto rondaba por sus pensamientos—. No he podido comunicarme con él, ¿está contigo?

Yerin levanto la mirada encontrándose con el rostro de Jimin, no se veía para nada contento de que ella mencionase a Yoongi de un de repente, lo que definitivamente le había hecho fruncir el ceño, pues no entendía el porqué de ese cambio de actitud tan repentino.

—¿Jimin? —el mencionado relamió sus labios antes de mirar de nuevo a la pantalla.

—Encontré a mi destinado... —Yerin entreabrió los labios al escuchar eso, Jimin le regalo una diminuta sonrisa que sólo duro unos segundos.

—¡Woa! —respondió Yerin—. Eso es genial —sonrió, pero al ver que Jimin no respondía con ánimo alguno se sintió fuera de lugar—, pero, ¿no deberías estar feliz por eso? Es tu destinado, eres de los pocos que lo logran conocer y... —fue interrumpida por Jimin.

—Es Yoongi.

Yerin se quitó las gafas poco a poco al escuchar esa respuesta, de algún modo no le sorprendía ese hecho, ella convivía con ambos chicos, con Yoongi sobretodo, pero podía ver ciertos comportamientos con Jimin que no hacía con ella, estaba el hecho de sonreírle mucho a Yoongi, estaba el hecho de tocar sus manos o sus hombros o inclusive su mejilla, también Jimin tenía esa manía de mirar siempre a Yoongi a los ojos, lo que casi nunca hacía con ella, Yerin llego a sospechar que inclusive había una relación entre ellos, pero supo que estaba equivocada, ellos eran amigos desde hace años, pero había algo que la traía desconcertada, era como si ellos tuvieran la conexión perfecta que a ella le faltaba para estar con el alfa.

—¿Él lo sabe? —Jimin tardo en dar un asentimiento en respuesta—. ¿Y?

—¿Y? ¿Es lo único que preguntarás? —Yerin se encogió de hombros—. Y él no quiere verme ni en pintura.

—¿Qué hiciste?

—Cuando te fuiste, era sumamente extraño, quería extrañarte, quería en verdad hacerlo, y por más que a veces pensaba en ti, Yoongi ocupaba mi cabeza, quería saber cómo estaba él, quería verlo sonreír, quería abrazarlo, y luego estaba ese... —soltó un bufido—, ese aroma suyo que... que apenas me percate que tiene, quise investigar más, y supe que podía tratarse de una presentación tardía, se lo dije, y termino por molestarse conmigo, deje de insistir con lo mismo, pero...

—Entiendo —dijo Yerin por fin, haciendo que Jimin dejase de hablar—, pero no entiendo la razón por la cual ahora mismo estás hablando conmigo y no estás con él.

—¿Qué?

—Jimin, ve con él, ¿le amas?

—No lo sé —dijo Jimin, y era verdad, no estaba seguro, podía llegar a atraerle Yoongi, pero ni siquiera era alguien a quien él buscaría, quizás una amistad estaba mejor, pero todo en él le demandaba que quería estar con él por toda la vida, era extraño, jamás se había llegado a sentir de aquel modo—, quiero estar con él, pero no tengo una razón —sonrió al sentirse un inútil al respecto—, y no sólo es por mi lobo, yo quiero ir con él, quiero que me vea a mí, quiero que me hable a mí, ni siquiera sé cómo explicarlo, es...

—Estás enamorado de él —Jimin negó con la cabeza—, sólo admítelo.

—No, no lo estoy.

—¿Por qué te niegas? Todo, absolutamente todo lo que has dicho es eso, te gusta, pero no quieres admitir que te gusta Yoongi, Jimin, los he visto desde antes, y siempre había una cercanía a la cual ni siquiera yo podía derribar, ustedes nunca se comportaron como solamente amigos y lo sabes.

Jimin no dijo nada, se quedó en silencio, y de nuevo Yoongi paso por su mente, quizás, sólo quizás, podría tener razón.

—Sé que dirás que no sabes en donde se encuentra ahora —hablo Yerin—, pero estoy segura que lo sabes...

Yoongi está con Jungkook, aunque...

Jimin frunció el ceño, Jungkook sólo era una excusa, Yoongi seguramente ni siquiera está con él, y como es consciente de que a Jimin le desagrada Jungkook, sabe que ni siquiera se atrevería a pisar el lugar en donde vive, así que seguramente no estaba con Jungkook.

—Lo sabes —la voz de Yerin lo hizo mirar de nuevo a la pantalla—, ahora deja de perder el tiempo aquí, y ve por él, ve por tu omega...

—Adiós, Yer...

—Adiós, Jimin —canturreo ella para después terminar la video llamada, Jimin soltó un suspiro, ella tenía razón, se había enamorado, pero no estaba seguro de si ese sentimiento era mutuo o siquiera real.