Octava Cicatriz

5.1K 840 440
                                    

Había pasado tiempo desde que ambos compartieron más de diez minutos de conversación, sin contar los mensajes de texto que se alargaban por el hecho de que uno se tardaba más que el otro en responder.

Izuku, sumergido en su mundo, avanzaba sin mirar a los costados, intentando estar seguro de sí mismo y tratando de confiar en los frutos que dio su entrenamiento. Mientras tanto, Itsuka lo observaba, escondiendo la mirada, tratando de adivinar en qué pensaba.

Tenía que aceptarlo, extrañaba la relación que los caracterizaba. Sin embargo, factores que partían de Kendo, casi siempre, hicieron que Izuku tomara otro rumbo, un camino paralelo al de ella. Pero era contradictorio en cierto modo, ya que ahora están caminando por la misma vereda para llegar a su destino.

—Vas a dar el examen de ingreso a pesar de todo. —Trató de sacar conversación.

—Sí. —Respondió.

—¿Puedo hacer algo para que no lo hagas? —Izuku la miró, cosa que la alegró. Echaba de menos la atención que esos ojos verdes le prestaban—. El examen práctico para la clase de héroes es demasiado peligroso para...

Calló. Sintió qué la jodió de nuevo, a pesar de tener buenas intenciones, preocupándose a su modo por Izuku, por su seguridad y los peligros que habían afuera que podrían comérselo de un bocado.

Era estúpido, hasta ella misma lo sabía: su modo se convirtió en el incorrecto.

—Aún puedes dar la prueba de ingreso para estudios generales de la UA. —Cambió de tema tan rápido como pudo—. Podemos seguir estando juntos, siempre y cuando nos encontremos en los recesos. —Empezó a planear en su cabeza sus encuentros—. Si te incómoda no conocer a nadie, estoy seguro que Haruki estará en el mismo salón que t-.

Sí, dentro de todo lo malo que existía en su plan, encontró el defecto más grande.

—Mejor postula al departamento de apoyo, eres demasiado inteligente y dentro de tus murmullos incontrolables, sacas las mejores conclusiones o análisis que pude haber escuchado, así que-.

Esta vez fue Izuku quien la interrumpió.

¿Qué era ese sentimiento extraño que la carcomía? Le gustaba que Izuku le dedicara un par de sonrisas al día, pero... ¿Por qué esta vez se sentía vacía? Muchas cosas eran diferentes, ¿ahora esto?

—Ya lo decidí, no tienes por que preocuparte.

—P-pero-.

—Quiero hacerlo y espero que me apoyes, ya que...

Tal intensidad en aquellas palabras sonrojaron a la estoica Itsuka si se trataban de ese tipo de emociones. Pero seguía en lo mismo: mintiéndose sin descaro alguno.

—Nunca más me harán sentir menos. —Miró al cielo—. Itsuka, solo mírame.

Aunque la frase pareciera que solo fuera algo que dijo para motivarse a sí mismo, para Kendo fue como una invitación indirecta a ya no interferir más en la vida de Izuku. Un fuerte nudo se formó tanto en su garganta y estómago, no le gustó para nada aquello, es más, si sus piernas no se hubieran quedado inmóviles, ella lo hubiera detenido para expresarle su sentir.

Pero... Parecía ser demasiado tarde. Él empezó a volar, dejándola en el nido, de hecho, recordando todo lo que pasaron hasta ese punto, parecía que Izuku se obligaba a sí mismo a acompañarla. Kendo era su ancla que no permitía el despegue de tal diamante sin refinar.

Izuku lo comprendió cuando tuvo su conversación con All Might e Itsuka, recién ahora.

—¡Hey! —Llamó esperanzada de ser escuchada.

Entre manos y cicatrices (Izuku X Kendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora