Por su propio Quirk, Kendo se avergonzaba de las cicatrices en su mano.
Para Izuku, tenerlas no es un problema, ya que es parte de su vida y aprendizaje.
Kendo conoce a Izuku y este se enamora de ella. ¿Qué mejor forma de acercarse a ella con la ex...
La mañana vislumbraba a causa de un potente sol veraniego.
Un niño de catorce años veía el techo de su alcoba, mientras repetía aquella frase una y otra vez. Algo pasaba por su mente que trataba de convencerse que nada malo pasará en el transcurso del día.
—Izu-. —Inko entró a la habitación del chico, para levantarlo y saludarlo por ser la fecha de algo especial.
—Ya estoy despierto, mamá. —Estaba vestido con el uniforme—. Hoy creo que llegaré tarde.
—¿Saldrás con Itsuka-can?
—Quizás.
—Solo no llegues tarde.
Izuku no escuchó lo último, ya que salió corriendo de su casa rumbo al colegio. Estaba seguro que algo bueno le pasaría y no quería perdérselo.
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A la mierda se fue todo. Izuku, quien corría sin mirar atrás por centésima vez. Se volvió una constante cada vez que salía herido y quería escapar a un lugar lejos de las miradas de odio de los demás.
—Ya no... Ya no más, por favor.
La confianza que entregó había sido echada a la basura. Se sentía solo, el mundo se vino contra él de nuevo.
¿Qué más quedaba? Hasta su héroe favorito dijo que era imposible. Maldita sea, si tan solo Itsuka o All Might hubieran dicho que existía una oportunidad, aunque sea minúscula, él haría lo que fuera por que sea realidad. No importa si fuera una mentira, estaba dispuesto a vivir con ello.
—Los o-odio a todos. —Apretó sus puños, ahora él era quien se obligaba a mentir.
Antes de continuar con sus pensamientos infinitos, la sirena de los bomberos logró captar su atención, a unas pocas cuadras de donde estaba, un incendio ocurría y vio como un grupo enorme de personas se amontonaban en el lugar, a la vez que varios héroes trataban de normalizar la situación.
Sin medir su velocidad, corrió para ver lo que pasaba, claro está que para tomar algunas anotaciones de los Quirks; sin embargo, un mal presentimiento no lo dejaba estar tranquilo.
Tragó saliva cuando vio que, efectivamente, el día podía empeorar. Katsuki estaba siendo engullido por el monstruo de baba que anteriormente lo atacó y lo hubiera matado en menos de un parpadeo si no fuera por que Alll Might llegó a rescatarlo.
Sus murmullos hicieron acto de presencia, seguía nervioso y perturbado al ver que ni los héroes podían intervenir en algo tan peligroso y delicado.
Nadie lo supo en primera instancia, pero el chico que corrió para salvar a su amigo, algún día se convertiría en el nuevo símbolo de la paz.
Izuku sabía que si moría, por lo menos habría hecho algo bien. Sin más, pensó en un plan, mientras recordaba lo desastroso que fue este día.
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