Capítulo 5 "Equipo"

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Jueves 09 de Agosto 10:30 p.m 1 día

Yo. Casa. Henry.

Nunca había pasado por su casa, ni hablar de entrar en ella, eso iba a cambiar ahora. ¿Hace falta decir que es la típica casa de chico rico y mimado? No me para nada la idea de estar acá, ni siquiera sé de que forma estar en la casa de Henry me sirve para recordar.

-Explícame el por qué estamos en tu casa-.

-Bueno Alice, si yo me metiera a tu casa el policía nos vería, en cambio a mí no me vigilan, así que es menos peligroso juntarnos acá, además mis padres nunca están en casa- me explicó. Empezó a subir las escaleras de su casa como si nada, supongo que solo me queda seguirlo.

Le seguí por su inmensa casa, creo que sólo me guío por todas esas partes para presumir su inmensa casa, pues el camino hasta su habitación no era nada largo, todas las vueltas que dimos por ser un maldito presumido.

Su habitación estaba pintada de un tono azul, en el centro una cama de tonos negros, un escritorio con una computadora portátil, una cómoda donde supongo que esta su ropa, una televisión en la pared, para mi sorpresa también tenía un librero con varios libros.

-Tu cara irradia felicidad- me dijo el con su odioso tono sarcástico.

-Creo que tienes bien en claro que no me simpatiza nada la idea de estar cerca de tí, mucho menos en tu casa- gire los ojos, admito que su habitación era linda, pero eso no le quita lo odioso.

-Pues si queremos investigar, creo que este será el lugar donde pasaremos más tiempo- me dijo sentándose en su silla.

-¿Cómo piensas hacer que recuperemos la memoria?- pregunté, dudo que sea algo tan fácil -A mí van a hacerme unos exámenes, podríamos esperar eso antes de actuar-.

-Claro, tienes quince días Alice, como al cuarto recién te harán esas cosas; si quieres comprobar que eres inocente no puedes gastar así tus días- me dijo.

-¿Qué ganas tú con esto?- pregunté a Henry.

-Absolutamente nada, lo hago por simple gusto, me he puesto caritativo- respondió.

-¿Qué te hace pensar que no soy la asesina? En cualquier momento podría atacarte y apuñalarte, podría matarte- le dije, no soy la asesina, pero quiero ver su reacción.

-¿Lo harías?¿Me matarías?- su mirada se junto con la mía, sus ojos de color avellana me miraban seriamente, como si examinara dentro de mi interior.

Casi olvidaba cómo hablar -No, no te mataría- le dije sin ánimos -¿Cómo vamos a recuperar la memoria?- volví a preguntar ya que antes no me había respondido.

-¿Internet?- dijo él.

-No tienes ningún plan- suspiré -¿Audios subliminales?-.

-¿Crees que estamos en una película?- me preguntó mirándome como si fuera una rara. Claro, como mis padres no ganan tanto como los de él se burla con la mirada - Sabes, cuando me juzgas arrugas tu nariz pecosa, frunces un poco el ceño y te muerdes el labio y yo que pensaba que no podías verte peor-.

Ajá.

Relájate, relájate -Eres insoportable, me gustaría volver a mi casa- le dije guardándome todo mi enfado.

-Pensé que podríamos complementar los fragmentos que tenemos- me dijo el girando en su silla -¿Recuerdad donde despertaste?- preguntó.

-En el baño ¿Y tú?-

-Desperté tirado en las escaleras, una posición muy incómoda si me preguntas- respondió tocándose el cuello, por lo menos no despertaste junto al arma homicida.

15 diasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora