15 dias

Capítulo 21 "Día 15"

Martes 23 de Agosto 06:00 a.m. Día 15. Día del Juicio.

Había tenido días malos, días en lo que quise morir, pero hoy no era ni de cerca uno de esos días. Me sentía alegre, eufórica, hoy era el día de mi audiencia, pero sería inocente porque había recuperado mi memoria, sobre todo lo que había pasado en la fiesta. La esperanza era la emoción con la que me había levantado el día de hoy.

Por fin sería libre, podría salir sin tener que esconderme, podría salir sin que un policía tuviera que seguirme, yo ya no iba a ir a la cárcel.

Le había contado a Henry ayer que había recuperado la memoria. Por desgracia el aún no lo hacía, tenía algunos recuerdos, pero no la tenía completa. Entre los dos acordamos en que sería mejor decir que había recuperado la memoria y contar cómo fueron los hechos recién cuando estuviera en el juicio, pues si Amalia nos observaba podía matarme al saber que recuperé mis recuerdos. Eso era lo más sensato en verdad, fingir que aún no recordaba nada, pero cuando fuera el juicio decir todo lo que pasó, cómo mataron a Ethan, como nos drogaron a Henry, a mí, como fue que el arma homicida terminó en el río.

Mis padres no eran capaces de entender por qué estaba tan emocionada; ellos estaban completamente aterrados por lo que podría pasar hoy, para ellos yo era inocente, pero ellos no sabían como me vería el juez ¿Me encontraría culpable? ¿Me creería inocente? La respuesta es, inocente, al decirle la verdad el sólo tendría dos opciones: declararme inocente o también puede alargar los días que deba estar encerrada para que los policías investiguen bien. Eso pienso yo. Sinceramente me atraía más la primera opción, que me declarara inocente, pero igual podía aceptar más días encerrada mientras que no me mandaran a la cárcel. 

Cuando todo termianara, le pediría las más grandes disculpas a Zaida, todo el tiempo ella fue inocente, mientras que yo siempre la andaba culpando, más encima que cuando me vio en mi estado toda drogada casi a punto de la inconciencia ella quizo ayudarme, nada más que mis supuestos amigos la alejaron para ellos encargarse de mí. Jamás pensé que ellos podrían hacerme eso, pero aprendí que mientras más confías en una persona más oportunidades le das a esa persona para que pueda traicionarte, yo les di la perfecta oportunidad de que me inculparan.

Pero aún tenía una pregunta, una maldita pregunta ¿Por qué yo? Era fácil deducir que ya tenían planeado drogarnos a Henry y a mí, pero ¿Por qué yo y no Henry? No es que quiera que él estuviera siendo igual inculpado de ser el homicida, pero igual podrían habernos culpado a los dos, pero en vez de eso Amalia simplemente decidió culparme a mí, eso es lo único que me falta por descubrir, es la única pieza del rompecabezas que falta para al fin tenerlo completo. Es como un mapa del tesoro con una pieza faltante, cuando logre tener esa pieza al fin llegaré al tesoro escondido, que en mi caso es la verdad escondida.

-Te vez muy feliz Alice- dijo mi madre.

-Sí, siento que al fin voy a ser libre, tengo esperanza en que el juez me declarará inocente- le digo a mi madre sonriendo.

-Pues yo igual, total sé que todos al verte se darán cuenta de que eres incapaz de matar a una persona, mucho menos cuando esa persona es uno de tus más queridos amigos- dijo mi padre dándome un abrazo.

Por desgracia, los abrazos, los cariños, las hermosas palabras de mis padres no me valían, no quería ser una mala hija, pero hasta que yo fuera completamente inocente no podía confiar en ellos, mucho menos en mi madre: ella había leído la nota, me había drogado para que yo no saliera a investigar con Henry y tuvo el valor para mentirme en mi propia cara negando que ella había hecho eso. Mi padre no me había dado razones para dudar de él, pero con mi experiencia, sé que hasta mi propia sombra es capaz de traicionarme, así que prefiero no tomar ningún riego. Son mis padres, pero siempre he creído y sigo creyendo en que uno debe ganarse la confianza, aunque sea de tu familia si no te da las razones para confiar, no debes confiar.