Capitulate 12 "Día 7"

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Miércoles 15 de Agosto 08:00 a.m. Día 7.    2/3

///Corría por el bosque, él me estaba siguiendo, iba a matarme, eso era seguro, pero tal vez, sólo tal vez, podría salvarme, evitar mi muerte.

El asesino de Ethan corría detrás de mí, caí en su trampa, fuí al bosque para encontrarme con Henry, pero me encontré con un asesino sedieto de sangre, que sólo buscaba una cosa: matarme.

Encontré una cabaña, no se veía en su mejor estado, de hecho doy por seguro que está infestada de arañas y otros bichos, pero prefiero miles de arañas antes que un asesino. Entré a la cabaña, el grito no logró salir de mi garganta, el cadáver de Diana estaba  frente a mí; mi amiga estaba muerta... Grité, lloré, pero fui estúpida, mis gritos atrajeron al asesino; ni siquiera luché contra él, sólo me deje vencer, hasta caer muerta///

Me levanté de mi cama de golpe, las pesadillas no iban a dejarme en paz y éstas habían empeorado con la muerte de ella...

La muerte de Diana seguía oculta. Aún no calificaba como desaparecida pues sólo habían pasado siete horas desde que no se tenía noticia de ella, los policías pedían veinticuatro horas sin aparecer para comenzar una investigación. Yo era la única que sabía que la habían asesinado, pero con el shock no se lo había contado a nadie. Y también tenía miedo. Quería gritar que la habían matado, pero la confianza no existía  ¿A quién se lo podría contar?

Mis padres estaban preocupados por mí, había pasado unas cinco horas encerrada en mi habitación llorando desconsolada; desde chiquitita ellos siempre me dijeron que debía contarles todo, pues a veces yo podía pensar que algo no era importante cuando si lo era, y yo siempre les dije que les contaría todo, pero ahora no tenía palabras ni ánimos para contarlo, tampoco quería, mi vida corría peligro, pues un homicida andaba suelto y sabía que yo estaba investigando, si le contaba eso a mis padres, ellos podrían empezar a correr el mismo peligro que yo.

Debía levantarme, pero era como si un pegamento super fuerte me hubiese adherido a mi cama. Cuando logré levantarme, me miré al espejo. Esa chica no podía ser yo, mis ojos con mis mejillas estaban rojos de tanto llorar, las ojeras eran muy visibles, mi cabello estaba desordenado, estaba destrozada, totalmente destrozada: mi imagen era fiel reflejo de cómo me sentía en mi interior. 

El sonido del disparo seguía en mi cabeza, con suerte había podido conciliar el sueño y apenas logré dormir, la alarma sonó a los pocos minutos, creo que sólo dormí diez o quince minutos, pero algo es algo, supongo. 

Bajé las escaleras, me daba un toque de felicidad saber que mis padres estaban trabajando y no en casa, no quería preocuparlos con mi mísero aspecto, sólo arruinaría más esta situación, si es que es posible que se arruine más.

Uff puede arruinarse MUCHO más, si esto es el precalentamiento. 

Henry me había enviado unos 20 mensajes preguntándome por qué no contestaba, por qué había cancelado la investigación de ayer, pero no iba a contestar, por lo menos no ahora, necesitaba tiempo para mí y seguir asimilando lo de Diana:  definitivamente se había muerto, a manos del mismo asesino de su hermano, supongo, de la misma persona que de seguro ahora me estaba acechando para que no fuera a investigar, esto era demasiado difícil, demasiada presión. 

Necesitaba un descanso, poder desconectarme de la vida, de la Tierra, aunque fuera por un minuto, para aclarar mis pensamientos y poder estar en paz... paz no la había tenido en mucho tiempo, incluso debajo de mis mantas no lograba sentirme en paz, mucho menos segura.

Unos golpes es la puerta me asustaron, ya era de mañana; conociendo a Henry, después de la pelea de ayer no vendrá a esta hora, entonces ... ¿Quién es? Puede ser el homicida, de seguro está detrás de esa puerta. No, no puede ser él, el policía vigila el frente de mi casa, por algo Henry entra por la ventana de la sala, entonces vamos descartando; Henry no es, el homicida tampoco, supongo que no debo tener miedo de abrir la puerta. 

15 diasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora