SeokJin no había dicho palabra alguna de la razón por la que había llorado, y no era por qué no quería hacerle saber a NamJoon por lo que estaba pasando, simplemente no encontraba una buena explicación para decirle.
Había bebido el té que su esposo le había preparado y disfruto mucho de los besos que repartió en todo su rostro. NamJoon no le había preguntado nada, sabía que SeokJin siempre le decía lo que le aquejaba, por eso ahora se encontraba ansioso por escucharle hablar, el que callara sabía que no estaba bien.
NamJoon se recostó en la cama y abrazo el cuerpo de su esposo para que se sintiera protegido, pensó unos segundos lo que le diría mientras miraba al techo y pasaba su mano por la espalda del contrario.
—Sé lo que sientes, quizás estás cansado de que no pueda darte lo que quieres, no soy un hombre completo.
SeokJin levantó la mirada y nego lentamente, sabía lo que saldría de la boca de su esposo y lo menos que quería es que se sintiera culpable de nuevo. Se apresuró a hablar acariciando la mejilla de su amado, se inclinó un poco para dejar un beso en la punta de su nariz.
—No sigas NamJoon, no quiero escucharte, no tienes la culpa de nada, no me interesa si no puedes darme un hijo, siempre estaré contigo por qué te amo.
NamJoon cerro los ojos para no mirar el rostro de su esposo, le dolía sentirse de esa forma, impotente. Él no merecía llamarse hombre por qué no lo era, no podía hacer que SeokJin se embarazará, lo habían intentado por años y después de que ambos se hicieron unos análisis, NamJoon se dió cuenta que era una sandía sin semillas.
¿Cómo podría cumplir todas las promesas que le había hecho a su amado con esa condición?. Se sentía tan impotente por tener a un hermoso esposo que estaba lleno de vida, que le amaba con locura y que a pesar de ese pequeño detalle se había quedado con él. Se preguntaba constantemente si SeokJin podría soportar ese dolor de no poder ser padre y sí cumpliría la promesa que había hecho en el altar, de quedarse con él para siempre.
—Eres hermoso, estás lleno de vida y entendería si decides irte con alguien que pueda darte un hijo.
NamJoon mordió su labio pensando en lo que acababa de decir, no iba a dejar que su amado se quedará con él cuándo no iba a poder hacerlo feliz, por el contrario, SeokJin no dijo nada al escuchar a su esposo, recordó las palabras escritas en la carta que había recibido y sintió un dolor en su pecho acompañado con un ardor en su garganta que no dejó salir una respuesta.
Abrazó a NamJoon y cerró sus ojos hundiendo su rostro en el pecho que siempre lo refugiaba, prefirió por primera vez en su vida callar y guardar el dolor que tenía, no quería que ese tema tan doloroso siguiera haciéndoles daño.
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❝ Violetas - knj • ksj ❞
FanfictionSeokJin y NamJoon se habían casado hace algunos años, ambos eran felices aunque el pelinegro siempre fuera frió con él rubio. Para alegrarle la vida a SeokJin, un extraño comienza a enviarle cartas y sus flores favoritas, las violetas. Basado en la...