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Aquellas palabras que había dicho NamJoon hicieron que los ojos de SeokJin se llenarán de lágrimas, de su boca no salió ninguna palabra, decidió bajar la mirada y llorar en silencio.

NamJoon le observó mordiendo su mejilla, aguantando las ganas que tenía de ir hasta su amado, apretarlo con fuerza entre sus brazos, quería decirle que todo esto era por su bien, que había tenido la loca idea de dejarlo ir para que él buscará a alguien que pudiera darle los hijos que él jamás le daría, en lugar de eso, permaneció estático, sentía que su alma había partido de su cuerpo.

—¿Por qué quieres dejarme, acaso no soy un buen esposo para ti?

Le reclamó SeokJin con voz cortada, tratando de entender lo que estaba pasando, no creía que en su vida llegaría un momento en el que tendría que alejarse de NamJoon, le amaba tanto que le aterraba pensar en no tenerlo en su vida.

Se acercó hasta él y tomo su rostro entre sus manos, mirando si su esposo estaba hablando enserio.

La frialdad que miró en sus ojos lo asustó e hizo que pegará un brinco cuándo este lo acercó con brusquedad, que SeokJin jamás había sentido.
NamJoon le sostuvo de la cintura con su mano izquierda, mientras que usaba la derecha para levantar el suéter de lana que llevaba puesto, metió su mano debajo de la suave tela para tocar la tibia piel de su esposo.

SeokJin sintió un escalofrío recorrerle la espalda, y detuvo la mano de NamJoon cuándo este intentó desabrochar su pantalón. Estaba asustado por primera vez, no quería que su esposo le hiciera daño.

—Déjame hacerlo

Dijo NamJoon intentando de nuevo desabrochar el pantalón de SeokJin, cuándo no recibió respuesta alguna, alejó ambas manos de su esposo y se arrodilló frente a él. Levantó el suéter de lana hasta arriba de su ombligo y dejó un beso cargado de cariño sobre la tela del pantalón, a la altura de su vientre.

SeokJin observó aquella acción mientras regresaba al sollozo, no hacía falta que su esposo pronunciará palabra alguna para saber a lo que se refería y pensar en eso que seguía atormentando su matrimonio le partió el alma.
Se detuvo a pensar sobre el infinito amor que le tenía a su esposo y de lo egoísta que estaba siendo en ese momento, era un adulto que debía de comprender que estaba a punto de perder al amor de su vida por seguirse aferrando a la idea de que en algún momento ocurriría un milagro y quedaría preñado, parecía que había olvidado los inicios de su relación con NamJoon y el como le había sido sincero diciéndole que era estéril.

SeokJin limpió sus lágrimas y su vista se dirigió a su esposo que seguía de rodillas frente a él, abrazando su cintura con el rostro escondido en su vientre, acarició sus brazos con un poco de temor, aunque estaba de más decir que NamJoon jamás le despreciaría, por unos instantes sintió esa incertidumbre.

—No me importa que no pueda tener un hijo nuestro, lo único que quiero es no perderte...

Susurró SeokJin haciendo notar su arrepentimiento en el tono de su voz y NamJoon sintió un poco de alivio en su cuerpo, había necesitado en todo ese tiempo que su amado dijera que no necesitaba nada más que a él en su vida.

Sabía de sobra que SeokJin guardaba una pequeña caja debajo de la cama con ropa nueva de bebé, sabía que leía sobre las posibilidades de un embarazo entre una pareja estéril y que asistía a clases para padres por qué no había día que no pensará que sucedería un milagro. Incluso él mismo fue tan ingenuo y cayó en esa posibilidad falsa que SeokJin le había plantado poco a poco llevándolos a ese momento.

—No volveré a insinuar algo sobre un bebé... Dejaré todo para que no te vayas de mi lado... Lo juro...

Terminó en un suave susurró que erizo la piel de NamJoon y este asintió alejándose de la dulce piel de su amado.

❝ Violetas - knj • ksj ❞ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora