■ Secreto ■

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Los chicos miraron la tristeza del ser mientras miraba el cuadro escolar.

-- Tras esa noche, no supe absolutamente nada de Elsa, ni de las chicas

-- ¿Qué pasó contigo? Bueno, antes eras un niño, pero ahora eres más... Verde

Sonrió y después volvió a sentarse para seguir reparando el jarrón.

-- Elsa me contó todo por lo que pasó, después yo le dije por qué estoy ahora así... Logramos escapar de aquellos lobos, pero en vez de correr hacia fuera del bosque, nos adentramos más. Para complicar las cosas, caímos a un hoyo, había una sustancia viscosa y verde. Tras limpiarnos, logramos salir de aquel lugar. Caminamos por mucho tiempo en el bosque, poco a poco, notamos que había cambios en nuestro físico. Al punto de convertirnos en tortugas, estábamos aterrados. No sabíamos por qué nos pasaba eso, era algo imposible. Aún así decidimos conservar la calma. Seguimos tratando de volver a casa, por suerte dimos con el camino. Ahí fue cuando la vi, Elsa estaba sentada en el pasto, leyendo. Corrimos hacia ella, al principio se asustó un poco, pero le explicamos todo y logró entenderlo. Ella sabía que no podíamos salir, así que junto a Anna nos daban alimento. Nos acostumbramos a vivir en el bosque, pero un día, todo iría de mal en peor. Los vecinos notaron el comportamiento extraño de Elsa y Anna, las siguieron y nos encontraron. Pasamos por mucho para evitar que fuéramos asesinados. Mis hermanos lograron salir de aquí, pero a mi me atraparon. Iban a matarme, pero Elsa luchó y logró sacarme de la jaula en la que me tenían. Me escondió aquí y desde entonces ha tratado de estar lo menos posible fuera. No tolera los familiares de aquellos quienes la atormentan en su niñez

-- O sea que ¿has estado encerrado aquí sin poder salir?

-- Así es

-- Nosotros te cuidaremos-- Dijo Vicky mientras caminaba hacia el ser y abrazaba su brazo.

Leonardo cargó a la pequeña y comenzó a arrullarla.

-- Gracias por comprender, crei que irían corriendo a avisarles a sus amigos o me tendrían miedo

-- Debo admitir que me asusté un poco, pero sólo fue la sorpresa. Crei que encontraría las pinturas que nuestra tía guarda

-- Será mejor que vuelvan, yo me encargo del jarrón. Ustedes no mencionen que estuvieron aquí

-- No le diremos nada a nadie, lo prometemos

-- Gracias, ustedes son niños y tienen más empatía, pero los que viven en este lugar no son muy amistosos-- Bromeó.

-- Lo sabemos

Los dos chicos subieron las escaleras y caminaron hacia el piso de arriba. Estaban subiendo las escaleras principales, cuando llegó Elsa tras ellos.

-- Hiro, creí que seguías en la escuela

-- Eh, hoy es jueves tía, hoy salgo dos horas más temprano por que no tengo profesor de artes

-- ¿Porqué no te has cambiado? Vas a manchar tu uniforme

-- Vicky quería jugar con su pelota y estábamos aquí, pero no la aventamos, sólo nos la pasamos

-- Bien, procuren no romper nada-- Le entregó su bolso a Matilda y volvió a mirarlos-- ¿Dónde está la pelota?

-- ¿Eh?-- Los dos hermanos dijeron lo mismo.

-- Me dijeron que estaban jugando a la pelota, pero no veo la pelota

-- Es que-- Hiro trataba de ingeniárselas-- Está en nuestro cuarto, bajamos para ver si ya habían llegado, pero al ver que no volvimos a subir y luego nos hablaste

-- Bien, sigan jugando, pero no por mucho. La comida estará lista pronto

-- Gracias tía-- Dijeron los pequeños y subieron las escaleras.

Los pequeños fueron a su habitación y tras cerrar la puerta, la pequeña entró en pánico.

-- Se me olvidó la pelota en el sótano

-- ¡Shhh! Tranquila, hoy en la noche iremos por ella

-- Pero ya rompimos una regla

-- Lo sé, pero no tenemos otra opción. Si nuestra tía se entera que estuvimos abajo nos va a matar

-- No quiero morir, quiero ser doctora

-- Vicky, no literal-- Se llevó una mano a la cara-- Me refiero a que se enojará demasiado, le dirá a nuestros padres, nos van a regañar y estaremos castigados

-- Oh...

-- Este es el plan. Nos vamos a dormir, he notado que nuestra tía pasa por el pasillo y después se va, cuando se vaya a su cuarto, yo iré por la pelota

-- ¿Y yo?

-- Tú te quedas aquí, si llega a regresar, tú me cubrirás. Corres al baño, prendes la luz, cierra la puerta y  dirás que estoy en el baño

-- ¿Cómo sabré que viene?

-- Te quedarás sentada en las escaleras, cuando notes una luz, de inmediato corres al baño

-- Entendido-- Sonrió.

-- Bueno, ahora hay que ir abajo, no queremos que sospechen

-- Si-- Tomó uno de sus muñecos y corrió abajo.

;; 𝘁 𝗵 𝗲  𝗺 𝗼 𝗻 𝘀 𝘁 𝗲 𝗿 𝓸 𝓯  𝓽 𝓱 𝓮 𝗵 𝗼 𝘂 𝘀 𝗲 ;;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora