;; 𝘁 𝗵 𝗲 𝗺 𝗼 𝗻 𝘀 𝘁 𝗲 𝗿 𝓸 𝓯 𝓽 𝓱 𝓮 𝗵 𝗼 𝘂 𝘀 𝗲 ;;

■ Encuentro ■

Leo estaba débil por los golpes que había sufrido de parte de los hombres, se encontraba en el suelo. Vicky corrió hacia él y lo abrazó.

-- Leo, levántate, ven con nosotros-- Dijo mientras lloraba.

-- Vi-Vicky-- Trató de levantarse, pero no pudo. Con dificultad, levantó una mano y acarició el pelo de la pequeña.

-- ¡Alejate del monstruo, pequeña!-- Una mujer la cargó, Vicky peleó para evitar que la cargara, pero no pudo evitarlo.

-- ¡Deje a mi hija!-- Anna le quitó a la pequeña.

Hans caminó con espada en mano, todos los que estaban rodeando la escena gritaban, mientras que Tadashi, Jack y Anton trataban de impedir que le hicieran algo, peor la muchedumbre los tenían sin poder hacer nada.

-- Elsa será mi esposa, y ya no se preocupará de nada más. La liberare de tus garras

-- Y yo que pensaba que serías un gran partido para ella-- Miró al castaño-- Me he equivocado, quería que ella tuviera una vida feliz, pero sé que tú no se lo podrás dar

-- Claro que sí, que lastima que ya no estés vivo cuando eso ocurra-- Tomó impulso, sujetó la espada con ambas manos y tras unos segundos, se dispuso a acabar con la vida del ser.

Se escuchaban los gritos de la gente y el llanto de la pequeña. Anna decidió taparle los ojos a su pequeña y la abrazó con fuerza.

...

Hubo silencio, Hiro estaba mirando la escena con su rostro lleno de lágrimas, pero se quedó mirando, casi sin poder parpadear. La gente se quedó quieta, Anna abrió los ojos y al ver la escena, se sorprendió. Vicky de inmediato, dejó de abrazar a su mamá y miró la escena, de golpe dejó de llorar y sonrió.

-- ¡Hola!-- Saludó con su manita.

Hans notó que su espada había sido desviada de su objetivo por una rama. Frente a frente, un ser con la misma apariencia que Leo estaba cubriéndolo.

-- Ni se te ocurra tocar a mi hermano, idiota

Leo se quedó sorprendido ante la presencia del chico. Un tercero golpeó a Hans oor atrás de él haciendo que cayera al suelo. Elsa, al llegar al lugar, se quedó sorprendida. Karai y Yoshi apenas habían llegado, al escuchar todo ese ruido  decidieron ver que pasaba. Ambos se quedaron sorprendidos.

-- Rafa

-- Nos alegra tanto que estés bien, hermano-- El chico se arrodilló y ayudó a Leo a levantarse.

Los otros dos chicos fueron con ellos y se abrazaron.

-- ¿Leo? ¿Rafa?-- Yoshi caminó hacia ellos.

-- Padre

Yoshi y Karai corrieron hacia ellos y los abrazaron. Elsa estaba aliviada al ver que Leo estaba bien, corrió también hacia ellos y abrazó a Leo.

-- Creí que te perdía-- Dejó salir unas lágrimas.

-- Te dije que no me iría de aquí, no pienso dejarte sola

Anna dejó que Vicky fuera con Leo y Hiro se zafó del agarre de un hombre que lo tenía sujeto y corrió hacia ellos también. Los dos hermanos abrazaron a Leo.

-- ¡Leito!-- Vicky lo abrazó.

-- Hijos míos, creí que...

-- No, sobrevivimos, fuimos fuertes y valientes. Como nos enseñaste-- Dijo Leo.

-- No sabes cuánto luchamos para encontrarte-- Mikey abrazó a su hermano mayor-- Pensamos que todos estos tarados te habían lastimado

-- No, Elsa me ayudó a salir y así nadie supo de mi

Karai y Yoshi la miraron.

-- Lamento no haberlo dicho antes, créanme que quería hacerlo, pero era muy peligroso que supieran. Incluso mis empleados no lo sabían, sólo yo conocía su escondite

-- Muchas gracias, sabía que eras una gran mujer-- Yoshi la abrazó.

-- Gracias Elsa, la familia Hamato estará en deuda siempre-- Karai se inclinó en señan de respeto.

Yoshi y sus hijos también hicieron aquel gesto, Elsa agradeció su amabilidad.

-- Ya vieron lo que pasó con Hans, ahora quien intente lastimar a estos chicos, le tocará un golpe en la cabeza, pero no con una rama, sino con un ladrillo-- Dijo Hiro.

-- Hijo-- Tadashi trató de controlar a su pequeño.

Todas las personas retrocedieron y algunas se fueron del lugar.

[...]

Al paso de los días, Yoshi y sus hijos se pusieron al corriente de todo lo que pasó. Elsa los recibía en su casa y pasaban los días juntos. Eduard se jubiló, pero Elsa no quería que se fuera, así que decidió darle el cuarto donde siempre dormía. Los tres hermanos se quedaron con Yoshi y Karai, pero Leo siguió quedándose junto a Elsa. Anna y Tadashi lograron resolver el problema de la casa, ganaron el juicio y se quedaron con su nueva casa. Así que prepararon sus cosas para irse.

-- Adiós Leo, cuídate-- Vicky abrazó al chico.

-- Buena suerte en tu escuela, pequeña. Estudia mucho

-- Nos veremos en las vacaciones de verano, mis padres confirmaron que tendríamos todo el verano aquí-- Dijo Hiro.

-- Bien, entonces los esperamos aquí

-- Obedezcan a sus padres-- Elsa abrazó a los pequeños-- Su cuarto siempre estará listo cuando quieran venir

-- Les dejo a Mily, es mi muñeca-- Vicky le entregó la muñeca a Leo-- Recuerda que es alérgica al gluten, así que en la hora del té dale galletas, nada de pan

-- Entendido

-- ¿Las galletas no llevan gluten también?-- Hiro miró a su hermana.

-- Mily come galletas de nubes, las nubes no tienen gluten, dah-- Le sacó la lengua y se fue al auto.

-- No encuentro fallas en su lógica

Elsa y Leo se rieron.

-- Nos vemos después, pequeño-- Leo sacudió el pelo del chico.

-- Adiós

La familia entró a su auto y tras una última despedida, Tadashi prendió el carro y se fueron. Leo abrazó a Elsa y se quedaron en la puerta hasta que el auto se alejó. Hans desapareció, tras el incidente de ese día, no lo volvieron a ver. Posiblemente se fue del pueblo o quizá esté planeando otro ataque, pero esto último no sería posible, sabían que sería muy tonto de su aprte atacar ahora que la familia estab junta de nuevo.
A pesar de que los vecinos no decían nada, sabían que podían hacer algo en contra de ellos, así que la familia Hamato decidió partir a una cabaña que tenían en el bosque, ahora acompañados de su padre. Su hermana ya podía ir con su esposo y su hijo con tranquilidad sabiendo que Yoshi ya no estaría solo. Elsa decidió acompañarlos. Dejó la mansión a cargo de Eduard y Matilda.

-- No es un adiós, de vez en cuando vendré. Así que no se preocupen

-- Descuide señora, después de saber que no salía para nada, no sabe cuanto nos alegra de verla sonreír y salir de la mansión, buena suerte

-- Nos vemos en unos días

-- Cuídense

[...]

Leo ya estaba cien por ciento sano, se la pasaba caminando con Elsa en el bosque y de vez en cuando se sentaban donde siempre hacían su picnic de pequeños, cerca del lago. Ahora si podían vivir como una pareja normal, ambos estaban felices de estar juntos sin ningún miedo.

《 FIN 》