PARTE 25

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Después de recuperarse del viaje, mientras veían como poco a poco la luz del sol se volvía más tenue, y empezaban a escuchar algunos insectos hacer un relajante sonido, hablaron acerca de lo importante.

- Nos quedaremos aquí una semana June. No tengo la menor idea de como lograron encontrarnos tan rápido en Daegu, y, salir a las calles pronto, sería generar más sospechas, e incluso, hacerles el trabajo de atraparnos mucho más fácil. Creo que es bueno que no sepan bien en que parte de la ciudad deben buscarnos, ya que, cuando empiezan a desesperarse es difícil notar ciertas cosas. Tener lugares en donde ocultarnos, nos da la ventaja - la joven lo escuchaba atentamente. El chico parecía algo preocupado. La alegría de haber encontrado la casa se había esfumado y, a Yoongi, algo nuevo le rondaba por la mente.

- ¿Temes que hayan podido seguirnos? - preguntó la joven, a lo que Yoongi asintió -. Yoongi, logramos escapar con éxito. Los tipos que nos seguían iban muy decididos a atrapar, o incluso, a matar. No le veo el sentido a que, de repente, se vuelvan muy discretos. Por más rápido y eficaz que sea Taehyung, después de que nos perdieron de vista, no es tan sencillo seguirnos el paso nuevamente - hizo un intento por tranquilizar a su compañero, el cual pareció coincidir con su conclusión.

- Tal vez estoy paranoico, tienes razón - pasó sus manos por su rostro, antes de darle una sonrisa a la chica - ¿Vamos a la habitación? - June asintió, levantándose del comedor, para ir de camino al dormitorio.

Se sentía agotada, pero por lo menos, estaba tranquila, de cierta manera. Por lo que, sabía que descansar no le costaría tanto como en la cabaña de antes.

Al llegar a la puerta, Yoongi la cerró a sus espaldas, abrazando a June por la cintura, mientras depositaba besos en su cuello. Las circunstancias, pocas veces les permitía que ambos tuviesen humor para dar y recibir cariño, pues el estrés los llevaba hasta el punto de olvidar y desplazar sus necesidades como pareja.

No obstante, en ese momento, el ambiente era apacible y ambos podían reflejarlo con sus actos despreocupados.

La joven se dio media vuelta entre los brazos del muchacho, pasando sus manos por su cuello, mientras mantenía una sonrisa a escasos centímetros del rostro del joven.  

Ambos cuerpos siguieron avanzando, sin permitir que entre estos hubiese espacio. Unieron sus labios en un beso profundo y fogoso, mientras juntos caían sobre la cama.

Las respiraciones de los dos comenzaron a ser erráticas, mientras que Yoongi acariciaba la cintura de la chica con cierto desespero, algo que era involuntario. Los besos del joven bajaron al cuello de su novia, la cual pasó saliva con nerviosismo.

June no podía negarlo: se sentían bien ese tipo de tratos. Pero en su pecho, un vacío comenzaba a formarse. Era cierto que no recordaba la violación en su totalidad, pero la sensación era tan vívida y real, como permanecía en sus recuerdos.

De repente, su cuerpo aprisionado empezó a tener la necesidad de libertad. Inevitablemente, el joven que seguía besando con pasión su cuello, ya poseía una erección. La cercanía le permitía sentirlo.

Sin percatarse, puso las manos en el pecho del chico, empezando a empujarlo, para que se separara de ella. Pero el joven, parecía no comprender la señal. 

- ¡Detente! - alzó la voz, exaltando al chico. 

Yoongi dejó de besar su cuello, levantando la vista para ver su rostro. Ella tenía los ojos cerrados, con cierta fuerza.

- June, yo... - no podía excusarse. No estaba haciendo nada con mala intención, ni pretendía en absoluto obligarle a nada. Pero comprendía que se había dejado llevar por su necesidad, y no había pensado en absoluto como podía estarse sintiendo la joven con las acciones que llevaba a cabo.

Síndrome de Estocolmo (Suga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora