Síndrome de Estocolmo (Suga)

PARTE 24

Antes de la persecución... 

Taehyung dejó el cuarto de hotel, saliendo después del establecimiento. Sus trabajadores también abandonaron el lugar, siguiendo a su jefe, aunque sin saber la razón por la cual el hombre se iba tan decidido por las calles del pueblo de Oebu.

Baekhyun se esforzó en llevar el paso de su hermano, pero poco a poco fue quedándose atrás. Un dolor persistente en su pierna se hizo presente, dificultando mucho más que siempre, su andar. Nadie notó que el rubio se quedó a sus espaldas, pues no era lo importante en ese instante.

Luego de recorrer algunos metros más a paso rápido, el grupo arribó al único supermercado del pueblo. Al ser un lugar pequeño, no necesitaba más de un establecimiento de compras masivas. Precisamente por esta característica, el castaño estaba seguro de que podría comprobar sus sospechas acerca de que los chicos, definitivamente estuvieron allí.

- Mire señora, mantenga la calma, ninguno desea hacerle daño - cargó la pistola 9mm que llevaba antes entre su pantalón, poniéndola posteriormente sobre la repisa -. No hable ni mucho menos grite, o alterará a sus clientes - Taehyung dirigió su mirada a las personas que les veían, a él y a su grupo, con verdadero temor. Agradecía que no se hubiese armado el pánico entre los civiles, porque el hermano de Baekhyun no tenía verdadera paciencia en ese instante -. Necesito que, usted señora, me entregue las grabaciones de la cámara de seguridad que se encuentra fuera del local y también la de recepción, tanto de ayer como de hoy. No quiero objeciones. Tener una de estas, cuando estás de mal humor no es lo más seguro - dio una sonrisa ladina refiriéndose al arma, provocando aun más miedo en la mujer que supervisaba la caja.

Apenas terminó su implícita amenaza, la trabajadora caminó hasta una puerta que estaba en una de las esquinas del local. Taehyung la siguió, mientras el resto se quedaba supervisando a los clientes del lugar.

Ya allí, comenzó a revisar los discos. Salía uno por día de las grabaciones de seguridad.

- Y-yo sólo p-puedo ayudarle con el de ayer... El de hoy sigue puesto y... - una carcajada del más joven resonó en la bodega en donde se hallaban.

- A mí no me conviene que usted tenga el disco de hoy, así que, si valora su vida, entrégueme la grabación que se esta llevando a cabo en este instante - la mujer asintió, antes de salir a paso rápido en dirección a la caja registradora. Bajo esta, se hallaba el disco que grababa la cámara de seguridad. Lo sacó, dejando inútil el aparato, hasta que se insertara un disco nuevo.

El castaño había salido de la bodega con su grabación del día anterior, recibiendo a los segundos, la de la mañana de ese mismo día.

- Ni una sola palabra, por favor. Y... tome, para que olvide su susto y, de paso, para que compre todos los discos que desee, por supuesto - el joven dejó un rollo de billetes sobre la repisa de vidrio, recogiendo su pistola, y saliendo con una sonrisa amable, cínica para la situación.

Entre una cosa y otra, ya eran las 9 de la mañana. Debía apresurarse antes de que ambos llegaran demasiado lejos, y las pistas, que estaba seguro, había obtenido, se volvieran simplemente inservibles.

- Al auto ahora - demandó con firmeza, cruzándose con el rubio, que a duras penas iba llegando al supermercado -. ¿No puedes ser más inútil Baekhyun? - comentó, haciendo una burla, evidentemente - si no llegas al auto a tiempo, entonces mira como regresar a casa con lo que tienes - se dio media vuelta, comenzando a caminar al mismo paso que antes, aunque tentado a correr.

- ¡Maldito Taehyung, déjate de estupideces! - la ira, la rabia salieron a flote en ese instante, deteniendo a su medio hermano en seco - puedes dejarme aquí y burlarte cuando llegue destrozado a casa, pero ten en cuenta que soy el único que conoce a Yoongi, más que cualquiera de los que te rodean, más que tú. Si me dejas aquí, y si lo que sea que hayas conseguido, es una prueba, entonces perderás tiempo. Sabes que ya no posees ese privilegio y que soy el único que puede analizar la situación basándose en realidades de Yoongi -habló rápido. La verdad, es que no se veía en condiciones de seguir al grupo otra vez. No con ese dolor punzante en toda su pierna, el cual ya había llegado hasta su espalda baja.