PARTE 8

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Mientras Suga y June pasaban su día en la mansión, él, el causante de todo estaba haciendo algo nuevo y macabro.

El chico iba en camino a la casa de uno de sus jefes y también medio hermano. Llegó a una gran casa casi al otro lado de la ciudad donde se encontraba ubicada la de Suga, timbró una vez y luego dio dos golpecitos en la puerta anunciando su llegada. Su hermano no tardó en abrir la puerta y hacerlo pasar adentro de la gran casa.

- Tiempo sin verte - dijo Taehyung, sabiendo que su hermano no le visitaba con frecuencia y que la comunicación que había entre ellos se limitaba a las cosas importantes.

- Sé algo, más bien mucho de tu novia - usó un tono orgulloso, Taehyung alzó las cejas y le ofreció asiento.

- Te escucho - dijo con una serenidad que no era real, se estaba muriendo de los nervios, él era un chico que tenía muchos enemigos y temía que cuando encontraran a April ya no pudieran hacer nada para salvarla.

- Bueno, April está en la casa de Min Yoongi, la llama June - Taehyung palideció al escuchar el nombre de "Min Yoongi", ambos eran tipos poderosos, peligrosos y totalmente opuestos aunque al mismo tiempo, demasiado iguales. Se habían dado el límite de no intervenir con el otro después de que Suga acabara con medio escuadrón del bando de Taehyung, por lo tanto no comprendía la presencia de April en esa casa - la tiene secuestrada - añadió su hermano.

- ¿Min Yoongi?¿Él secuestró a April? - el moreno sentía su sangre hervir, no debió haberse metido con él, no con lo que le pertenecía.

- Te tengo una buena noticia. Dos de sus hombres fueron capturados esta mañana y el resto están fugitivos, está él solo con la chica - dijo el informante con una sonrisa ladina.

- Convoca a los más experimentados, diles que vayan a la casa de Min Yoongi y rescaten a April sin un solo rasguño, y respecto a él... Diles que hagan lo que quieran con ese bastardo, pero que se aseguren de que no volverá a molestarme - el otro chico asintió - apresúrate -

El joven se levantó de la silla y entusiasmado por ver que sucedería con su enemigo emprendió su tarea, quería verlo destruido, y quería que fuera pronto.

***

Ambos jóvenes se despertaron en la cama junto al otro, la luz del sol golpeaba tenuemente en la habitación.

- Buenos días - dijo June con la voz aún dormida.

- Hola - Suga se giró para quedar frente a ella - ¿Cómo estás? - acarició levemente su rostro, a lo que ella sonrió.

- Bien, mucho mejor que antes - Suga creía que se refería a los acontecimientos que habían pasado los últimos tres días, sin embargo, ella se refería a completamente todo. Se sentía mejor que cuando vivía en su pocilga, cuando trabajaba con Jennie e incluso que cuando estaba con Tae.

El chico frente a ella no era una mala persona y se odiaba al tener que admitirlo, también se odiaba por sentir esas mariposas en el estómago que nunca sintió por Tae. Claro, a Tae lo quería y mucho, no obstante, Suga hacía algo dentro de ella que le transformaba por completo. Se despreciaba por sentir algo por ese alguien que se supone que arruinó su vida, se despreciaba por quererlo, pero a pesar de todos sus sentimientos ella no se arrepentía del cariño abstracto que le tenia al joven.

Mientras tanto, el chico observaba las lindas y delicadas facciones de June y pensaba en que era lo que sentía, algo tan raro, diferente, pero lindo y reconfortante. No podía estar enamorándose, no de ella, sin embargo, a pesar de que se resignaba a la idea de sentir algo por la joven, la verdad imaginarse a su lado con una vida normal y armoniosa no le disgustaba para nada.

Síndrome de Estocolmo (Suga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora