Donghyuck fue enviado para salvar el alma de un joven que andaba en malos pasos, Park Jisung, el debía sacarlo de aquellos lugares oscuros, además, debía conseguir sus alas. Fue entonces cuando bajo a la tierra junto con su buen amigo Jeno, este debía cuidar a un humano que ya estaba perdiendo las ganas de vivir. Cuando llegó a la tierra fue a visitar a su humano y con el transcurso de unos meses este logro dejar atrás esas cosas malas que hacía pero Donghyuck no contaba con que un día de esos el chico moriría por un infarto, sin embargo, había logrado conseguir sus alas pues el chico se había arrepentido de todo lo malo que hizo y estaba llevando una vida más buena todo eso le permitió la entrada al paraíso por ende el conseguiría sus alas, solo debía esperar a que Jeno terminara de cuidar a su humano.
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-el es Renjun, Renjun, el es Donghyuck- Jeno estaba presentando a su amigo con el humano, una parte de el estaba algo asustada .
-es un gusto- respondió Renjun saludando con una sonrisa al chico.
-lo mismo digo- Donghyuck desde un primer instante sintió esa chispa en su cuerpo, si bien sabía que eso era algo malo no le importo.
-¿eres un Ángel también?- Renjun se acercó tocando el rostro del chico.
-asi es- estaba disfrutando el toque que daba el otro sobre su cara.
-¿no debes ir a hacer cosas?- Jeno hablo intentado evitar esas ganas de alejar a ambos el uno del otro.
-no, ahora que Park murió solo me queda esperarte a ti-
-¿te iras?- Renjun miró a su Ángel con tristeza.
-aun no- Jeno pasó una de sus manos por el cabello del chico.
-Sicheng me está llamando- Renjun se alejó un poco de aquellos dos para tener un poco más de privacidad.
-es un lindo chico- dijo Donghyuck mientras veía como el chico se alejaba.
-lo se- Jeno miraba en la misma dirección que el otro.
-es una lástima que no podamos estar con nadie de la tierra- miro el chico a su lado.
-en realidad sí se puede- evitaba mirar a los ojos a la persona a su lado.
-claro, ese chico haría el peor de los infiernos hermoso- la sangre de Jeno hervía por lo que Donghyuck estaba diciendo.
-¿donde fue Renjun?- Jeno parecía algo asustado.
-no lo sé, tu debería saber donde está tu humano- Donghyuck simplemente se encogió de hombros. - debo irme ahora, saluda a Renjun por mi- Jeno simplemente asintió casi sin prestarle atención y cuando se dio cuenta Donghyuck ya no estaba en la casa.
- el no está bien, puedo sentir su tristeza a kilómetros- fue a buscarlo a su habitación y si, ahí estaba. -Renjun, ¿que pasó?- se sorprendió cuando lo encontró sentado en el piso llorando.
-mi madre, ella no era la mejor madre, ni siquiera era una buena madre para mi- seguía llorando mientras frotaba sus ojos.
-calmate y me dices que pasó, ¿sí?- se acercó a el y en cuanto estuvo a su lado Renjun atinó a abrazarlo tan fuerte, como si Jeno pudiera curar toda su tristeza. -tranquilo, llora todo lo que quieras- el acariciaba su cabello mientras escuchaba los hipidos y el llanto del otro.
-ella...ella murió- dijo aún escondiendo su cara en el cuello del más alto.
-oh cariño- lo abrazo más fuerte como si eso fuera posible. -sabes que si necesitas ayuda aquí voy a estar para ti, no importa en que momento sea, no importa si quieres hablar o simplemente llorar, aquí voy a estar- estuvo varios minutos en la misma posición, ninguno hablaba hasta que Renjun finalmente se calmó.
-realmente eres mi Ángel- lo miro con los ojos aún con algunas lágrimas secas por sus mejillas.
-lo soy y lo seré por siempre- le dio una linda sonrisa que hizo que el corazón de Renjun se alborote.
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Donghyuck consideraba que la vida había sido muy injusta con el por poner frente a el a un chico que robó su corazón y no poder tenerlo.
-¿quieres saber donde está tu hermanito?, el decidió dejarte porque no te quiere, se fue con un hombre y jamás va a volver por ti, pobre de ti, te quedaste completamente solo- la única forma de que Renjun sintiera aunque sea un poco el dolor del corazón de Donghyuck era torturando a su hermano.
-¡lo odio, lo odio!- Sicheng escuchaba esa horrible voz en su cabeza y sentía tanto odio hacían su hermano, no sabía si era verdad lo que su cabeza decía pero en esos momentos lo odiaba tanto.
Por otro lado, Renjun sentía ese horrible dolor en el pecho, no sabía exactamente a que se debía, "¡lo odio, lo odio!" Escucho repentinamente la voz de su hermano con tanta rabia que rompió su corazón.
-¡Renjun!- lo último que escucho fue la voz de Jeno llamando su nombre.
Donghyuck se sentía tan bien sabiendo que al fin su amado sentía todo el dolor con el que el cargaba, era algo malévolo pero al fin y al cabo era un demonio, ya no tenia nada que perder.
-¿¡que mierda quieres!?- Jeno se alarmó cuando vio a Donghyuck parado frente a su novio.
-¿yo?, nada, solo quiero saber cómo está mi querido Renjun- paso una de sus manos por el rostro del contrario.
-alejare de el maldita escoria- se acercó alejandolo completamente de su novio.
-¿crees que yo te haré caso?- el río como si le acabaran se contar un chiste.
-alejate de el, no lo repetiré dos veces- la mirada de Jeno reflejaba una furia indescriptible.
-bien, pero esto no termina aquí, de hecho apenas comienza, prepárate porque atacaré cuando menos te des cuenta- le guiñó un ojo y se marchó con una sonrisa.
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Jeno no quería pensar en lo que Donghyuck le había dicho pero de igual forma le preocupaba y más ahora que sabía que había vuelto para quedarse con su novio, sabía que el haría todo lo posible para separarlos y no le importaría romper su lazo, más que su vida le preocupaba la de Renjun pero haría hasta lo imposible para proteger a su novio y a su humano.
