Era un día de primavera cuando toda esa pesadilla comenzó para el joven Na, esa mañana se despertó con una rara sensación, sentía que alguien lo estaba vigilando pero cuando volteaba no había nadie, "relájate Jaemin solo es tu imaginación", el joven intentaba calmarse a sí mismo pero le estaba resultando imposible seguía sintiendo esa presencia, en un momento se dirigió hacia la cocina para tomar un vaso de agua, cuando terminó de beberlo se dio media vuelta se encontró con un chico en la entrada de la cocina.
-¿¡ quién demonios eres tú!?- los ojos del joven se abrieron como platos y casi que sentía que su corazón iba que salirse de su pecho.
-un gusto, soy Huang Renjun, tu demonio personal- el chico le sonrió antes de volver su rostro a un estado neutro tal como lo tenia antes.
Jaemin no estaba entendiendo nada de lo que sucedía inconscientemente se acercó al chico que por cierto tenia un rostro demasiado angelical como para venir de las tinieblas, antes de tocarlo algo lo detuvo.
-aleja tus manos de mi demonio- por detrás del joven Na apareció como por arte de magia otro chico, este si tenia pinta de demonio.
-jeno acabas de asustar a Jaemin, míralo si hasta se puso pálido-
-¿co-como sabes mi nom-nombre?- para Jaemin todo esto era una extraña pesadilla.
-tal vez porque soy un demonio-
-ya basta de tanta charla, vamos a lo que nos importa-
-ahh si, jeno y yo somos tus demonios personales, pero no venimos a matarte de hecho venimos a cuidarte-
-¿por que a mi?-
-no podemos contestarte esas preguntas por ahora, solo tienes que saber que de ahora en adelante estaremos siempre vigilando que no te pase nada- jeno finalizó mirando los ojos de Jaemin -y no toques a Renjun, lo digo enserio, no querrás que me enoje-la mirada de el se hizo mucho más intensa.
-jeno no es para tanto- Renjun colocó una mano sobre su hombro.
-eso dijiste la última vez y casi tengo que matar a un humano- el desvío la mirada de Jaemin para mirarlo a Renjun.
-¡tu exageras siempre!- el chico elevó su tono de voz.
-solo te protejo de todo mal mi amor- jeno seguía conservando esa tranquilidad que lo caracterizaba.
-¡pero tu quisiste matar a ese chico solo porque me quiso dar un beso!- Renjun lo apuntó con el dedo.
-¡oye, yo tengo que proteger lo que es mío!- los ojos de Jeno cada vez lo miraban de forma más intensa y eso no era nada bueno.
-¡no soy tu maldito juguete, soy tu novio!- luego de decir eso último la mirada del contrario se volvió más suave.
-no quiero discutir contigo otra vez por esto ahora debemos ocuparnos de....Jaemin- jeno se sorprendió al encontrar al chico a su lado tirado en el suelo -¿en que momento se desmayó?- Jeno miraba dudoso a el chico que estaba parado frente a el.
-como voy a saberlo si lo único que escuchaba eran tus gritos- Renjun lo miraba con un poco de preocupación.
-hablaremos de eso luego ahora debemos llevar a este chico a su habitación- cuando se iba a agachar con intención de tomarlo en sus brazos Renjun se le adelantó.
Renjun tomo al chico en sus brazos, subió las escaleras y lo llevo a su habitación, lo acostó luego lo tapo con una manta.
-descansa mientras puedas chico lindo- antes de irse Renjun acaricio la mejilla de Jaemin.
-¡deja de tocar a ese humano!- de abajo se escuchó la voz de Jeno.
Renjun abandono finalmente la habitación y cuando bajo se encontró con un Jeno que apenas lo vio corrió a abrazarlo.
-ugh hueles igual a ese humano- Jeno se acercó asqueado del cuerpo del otro chico.
-creo que es mejor dejarlo descansar por un tiempo, no creo que sea normal que te aparezcan así de repente don demonios- Huang hablo con obviedad.
-asi te conocí a ti- el le regalo una dulce sonrisa, de esas que solamente Renjun podía ver.
-lo nuestro fue distinto y lo sabes- Renjun odiaba hablar de cómo fue que conoció a Jeno.
-ya vámonos, que tengo sueño- Jeno tomo la mano de su acompañante antes de abandonar juntos esa casa.
Jaemin despertó en su habitación creyendo que todo aquello había sido un sueño o una pesadilla demasiado extraña, pero algo dentro de el le indicaba que todo aquello era real y esos demonios volverían a el.