El hombre sin nombre -KOOKMIN-

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¡Jungkook, Jungkook!. Su nombre repitiéndose en su cabeza, rebotando en las paredes de su cráneo, haciéndole estremecer, "el hombre sin nombre" buceaba sin rumbo en las aguas secas de su memoria intentando encontrar alguna pista sobre él.

¿De que lo conocía antes del secuestro? ¿Eran amigos? ¿Trabajaban juntos? ¿Habían sido novios? ¿Amantes? ¿Por qué aquel hombre le había raptado y lo retenía contra su voluntad? ¿Qué ganaba con eso? ¿Qué pretendía? ¿Iba a matarlo? ¿Era eso? ¿Su intención final era cortarle la cabeza? ¿Iba a asesinarlo? Y si era así... ¿Por qué no lo había echo ya? ¿Por que le mantenía encerrado? ¿A que estaba esperando? ¿Qué se suponía que iba a suceder?

"¿Quién eres Jungkook? ¿Por qué tu nombre no ha hecho que brote un recuerdo en mi memoria? ¿No eras importante para mí? ¿Lo era yo para ti?".

Sus ojos, sus enormes ojos marrones eran lo que más le desconcertaba, había veces que al mirarlo tenía la sensación de que el hombre lo odiaba con toda su alma, pero otras, en cambio, veía ternura en ellos, incluso cariño, como si sintiera pena de él y realmente pretendía ayudarlo.

"¿Qué me ocultas Jungkook? ¿Por qué no quieres que sepa quien soy? ¿Por qué no quieres que averigüe quien eres?".

La primera vez que hablaron su secuestrador se sorprendió de que no lo reconociera, sus pupilas se contrajeron como si no lo comprendiera, el hombre daba por sentado que al ver su rostro él iba a saber quien era, pero "el hombre sin nombre" había perdido la memoria y ni siquiera se reconocía a sí mismo.

-¿No recuerdas nada? -le preguntó perplejo-. ¿De verdad no sabes quien soy?

El joven acababa de despertarse después de pasar varios días inconsciente, había abierto los ojos y solo había visto oscuridad, estaba tumbado en un colchón maloliente y le dolía todo el cuerpo, no sabía por qué no podía mover la pierna y al intentar incorporarse el daño que se produjo a si mismo le hizo sacudirse. Grito, "el hombre sin nombre" chilló tan fuerte que casi pensó que iba a ensordecer su corazón, gritó aterrorizado y no paró hasta que una puerta de madera se abrió de golpe y él apareció con una camisa celeste y pantalón vaquero, como si saliese de la nada.

-¡No chilles! ¡No chilles! -le pidió.

El joven, al verlo llegar se tranquilizó, no sabía quien era, pero descubrir que no estaba solo lo hizo calmarse, el hombre estaba serio, nervioso, como si lo hubieran alarmado los gritos y sus ojos marrones lo acariciaron llenos de miedo y temor.

-¡Donde estoy! ¿Quién eres? -le interrogó el chico sin poder contener el llanto.

Jungkook, que se había acostumbrado a su estado de inconsciencia, lo miró abrumado sin saber como actuar.

-Por favor...Dime que ha pasado...¿ Por que estoy en este cuarto oscuro? Dime quien eres... Dime quien soy...

Desconcierto, estupor, su captor se había quedado petrificado cuando le había echo esas preguntas, era evidente que el joven sabía quien era, se conocían de antes del rapto, "el hombre sin nombre" no podía recordarlo, pero estaba claro que esa información estaba allí, en alguna parte de su atrofiado cerebro.

-¿No recuerdas nada? ¿De verdad no sabes quien soy?

El joven, apenado, negó con la cabeza y, de pronto, toda la tranquilidad que le había transmitido su llegada se convirtió en temor al darse cuenta de que había perdido la memoria ¿Qué le estaba pasando? ¿Qué ocurría? ¿Quién era él y que hacía allí?

-Es mejor así -se limito a contestarle su secuestrador aliviado -. Es mejor que no recuerdes nada.

"El hombre sin nombre" no había cesado de pensar en la identidad del hombre desde aquel momento, intentando averiguar que los unía antes de llegar allí, pero por mucho que pensaba no averiguaba nada, por lo menos, ahora sabía su nombre.

"Jungkook, Jungkook ¿Qué quieres de mi? ¿Qué esperas conseguir?"