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Capítulo 19: Rompo el contrato

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Mer es una idiota.

El motivo lo explicaré luego, pero ahora me siento indignada, traicionada, de mal humor y... Celosa. Si, celosa, muy celosa, bastante celosa, demasiado celosa.

La razón es sencilla: Mark Tuan + Sana Minatozaki enamorada = A mi con ganas de matar a alguien.

Les explicaré mejor: cuando Mark Tuan llegó a New York, todos se volvieron locos, incluyendo a mi "novia" quien sigue a ese engreído a todas partes y se olvida que tenemos un contrato que cumplir. No he cruzado palabras con ese tipo desde que llegó, pero los dos sabemos que tenemos una gran rivalidad entre nosotros y bendita sea Mer que se encarga de mis venganzas.

— ¿Terminando tu rutina diaria? — Preguntó Yerin interrumpiendo mi asesinato visual con Mark Tuan.

— Creo que ya terminé — Contesté sonriendo y caminando junto a ella.

— ¿Dónde están SinB y mamá? —

— Según lo que escuché estaban en una pelea sobre quien tenía los ojos más lindos — Me encogí de hombros con una sonrisa.

— Esas dos mantienen en viva pelea — Yerin negó con la cabeza y me miró.

— ¿Es por eso que aún no le has dicho sobre tu relación con SinB? — Pregunté rodeándola con mi brazo.

— Tengo miedo de que la aniquile, Dahyun — Confesó escondiéndose en mi cuello.

— No lo hará, Yerin. Mer adora a SinB.

— No lo sé, Dahyun yo... —

Yerin fue interrumpida gracias a dos chicos que pasaron corriendo y ella como reflejo se acercó más a mi para evitar ser atropellada. La consecuencia de esto fue que ambas quedamos muy cerca, casi tocándonos los labios y en ese momento Mer apareció al lado de SinB quienes nos miraron sorprendidas.

— ¡KIM! ¡¿QUÉ HACES CON MI HIJA?! — Gritó y yo me alejé de Yerin como si fuera carbón caliente.

— Mer... No es lo que tu crees — Intenté explicar alejándome unos pasos.

— ¡¡MUEREEEE!! —

— ¡MER NO! —

La agresiva mujer se lanzó encima de mi.

— ¡PARA, ME ESTÁS MORDIENDO! — Grité intento alejar al pitbull que tenía encima.

SinB y Yerin intentaban con todas sus fuerzas alejar a la mujer vampiro de mi pierna y después de que me arrancó un pedazo de mi pantalón me soltó dejándome tirada en el suelo.

— Fue un accidente, mamá. Dahyun no estaba haciendo nada malo conmigo — Explicó Yerin después de que Mer se calmara.

— ¿Es cierto, Kim? —

— Totalmente cierto, Mer — Contesté abrazando el suelo.

¡Oh! Olvidé decir que todo el instituto nos miraba.

— De acuerdo, te debo una disculpa — Mer extendió una mano sonriendo macabramente y yo dudé en darsela.

Cuando se la di, con un movimiento ninja volví a estar en el suelo.

— ¡Mamá! — Regañó Yerin a su madre quien empezaba a silbar con inocencia.

— ¡¿Qué?! Ella se cayó solita porque es torpe — Se encogió de hombros.

— No soy torpe, solamente detecto cuando el suelo quiere un abrazo — Comenté desde el suelo siendo levantada por SinB — Ahora debemos ir a clases porque ya es tarde. —

Las tres fuimos a nuestra clase del día y tuve que ignorar olímpicamente a Sana gracias a que estábamos en las mismas clases y que estaba molesta con ella por estropear el plan. En la última clase que era con el Señor Pelón, SinB y yo empezamos a hablar.

— Deberías decirle a Mer sobre tu relación con Yerin — Susurré mirándola brevemente.

— ¿El golpe te afectó la cabeza? Mer me mataría — Contestó algo temerosa.

— Será peor si ella lo descubre por si sola. —

SinB se quedó callada unos segundos y después me miró.

— Tienes razón, le voy a decir después de clases — Aceptó y finalmente prestamos atención a clases.

Cuando finalmente el timbre que indicaba la salida del infierno sonó, me levanté de mi asiento y acompañé a SinB hacia la "oficina" de Mer para que le dijera la verdad. Mientras arrastraba a SinB ya que le estaba entrando la cobardía, pude ver en uno de los pasillos menos transitados como dos personas se besaban.

Mark y Sana.

El corazón se me rompió en pedazos cuando ví eso y dejé de arrastrar a SinB quien se me quedó viendo algo preocupada.

— Dahyun... ¿Qué pasa? — Preguntó pero yo estaba demasiado aturdida.

Dije algo como: "Llaves" "Auto" "Lo siento" y me fui hasta el Lamborghini que esperaba en el estacionamiento quitando unas lágrimas rebeldes que bajaban por mis mejillas. Aceleré a todo lo que daba y cuando menos pensé ya me encontraba en un lugar donde mi vida cambiaría para siempre, de nuevo.

— Necesito ver a Yusaku Minatozaki, por favor — Pedí con la voz quebrada a la secretaria que se encontraba en el primer piso del edificio.

— ¿Tiene una cita —

— Por favor, se lo pido, déjeme subir — Supliqué limpiando otra lágrima.

Al parecer la secretaria vio mi desesperación, porque me dio una ficha de visitante y me dejó subir. En el ascensor no podía dejar de repetir la escena de ellos dos besándose sin importarles nada, por eso el camino hasta el último piso se me hizo tan corto.

— Pasa, Dahyun — Dijo el hombre revisando unos papeles mientras yo entraba fingiendo que nada había sucedido.

— Hola Yusaku. —

— ¿A que se debe tu visita? — Preguntó dejando todo lo que estaba haciendo a un lado y prestándome toda su atención.

Me quedé callada unos segundos, pensando como soltar esas palabras que tanto me dolía.

— Quiero que el contrato se rompa. —

— ¿Qué? —

— En estos 10 meses Sana y yo le hemos dado toda la publicidad necesaria a su empresa, creo que no es muy sano que ella siga atada a mi, por eso le pido que por favor anule el contrato y así podemos seguir con nuestras vidas como antes.

— ¿Estás enamorada de mi hija?— Preguntó haciendo caso omiso de lo que antes había dicho.

Los ojos se me cristalizaron y tomé una bocanada de aire antes de asentir.

— Pero ella está enamorada de alguien más... Es por eso que la dejo ir — Contesté agachando la mirada y levantándome — Pongame cargos por anular el contrato, le devuelvo su casa y su autos... Pero por favor anule el contrato — Supliqué pasándole las llaves del departamento y del Lamborghini.

— Respetaste y cuidaste a mi hija, Dahyun. Lo menos que puedo darte como agradecimiento es ese apartamento junto a ese auto y la anulación del contrato — Me devolvió las llaves y yo dudando unos segundos las tomé.

— Te lo agradezco, Alejandro — Caminé hasta la salida y cuando iba a abrir la puerta él me llamó.

— Volveremos a encontrarnos,
Dahyun. —

— Eso espero. —

En el pasillo, recibí una llamada de SinB e intenté que mi voz sonara normal.

— ¿Qué sucede SinB? —

— Mer está en el hospital... —