.Superhero.

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Después de pasar un par de horas en la cafetería, Stiles regreso a su departamento ligeramente más animado y para su suerte los amigos de Scott ya no se encontraban en el lugar, solo estaba este y su adorable novia, quien para su suerte jamás le había tratado mal.

— Hey -saludó Scott- — Te has tardado más de lo que acostumbras -agregó con una extraña sonrisa.

— Me entretuve con algo -suspiró, dejando escapar una pequeña sonrisa, que se borró al sentir dolor en su rostro.

— Qué te ha pasado? -preguntó la chica, observándole con preocupación.

— Gajes del oficio -contestó con simpleza.

Kira no quedó para nada convencida con aquella respuesta pero sin embargo no quiso insistir, pues ya sabía que jamás se le podía ganar a Stiles.

— Entiendo -suspiró, apretando ligeramente la boca.

— Iré a mi habitación -soltó con rapidez para evitar contestar más preguntas.

Sin más se fue a su habitación y se encerró con llave y de ser un día común se hubiese lanzado sobre su cama, sin embargo todo su cuerpo dolía, en especial sus costillas y de hacer aquello saldría más lastimado.

Una vez que se recostó con extremada suavidad, no pudo evitar pensar en cómo era su vida hace tres años atrás. Aún vivía con su padre, solo eran Scott y él, no tenía que trabajar en aquel horrible lugar y podía pasar horas en la comisaría ayudando a su padre.

Pero había elegido estudiar la misma carrera de Scott, medicina veterinaria, en una escuela a casi dos horas de su hogar, por lo cual habían tenido que mudarse a aquel pequeño departamento. Kira apareció en la vida de ambos de inmediato y en cuestión de dos semanas comenzó a salir con Scott, los amigos de este tampoco tardaron mucho en aparecer, casi dos meses después de que ambos se mudaron, sin embargo no se habían atrevido molestar a Stiles hasta dos o tres meses después de ello, cuando en una ocasión Scott les dejo "plantados" por este.

Fuera de aquellos chicos su vida no era tan mala, su trabajo no era el mejor pero al menos le alcanzaba para sus gastos, tenía una beca completa y su padre le enviaba dinero de vez en cuando. Sus grados también eran buenos y e incluso le iba mucho mejor que a su mejor amigo.

Scott, Lydia y Liam eran sus únicos amigos, pero tenía muchos conocidos con los que se llevaba lo suficientemente bien, así que se podía decir que en lo sociable también estaba bien.

— Derek será mi amigo? -se preguntó así mismo.

Apenas llevaba un par de días conociéndole pero este ya había hecho bastante por él, cosas que ni siquiera Scott hacía últimamente, como preocuparse lo suficiente por él, preguntar su estado de ánimo, invitarle algo de comer y tomarse un tiempo para hablar.

Derek era un buen chico. Quizá debería juntarse un poco más con él.

Sin poder evitarlo cerró los ojos, dejó escapar una pequeña sonrisa y acarició ligeramente su estómago, aquella comida que el mayor le había dado había estado exquisita.

— Stiles -interrumpió su mejor amigo del otro lado de la puerta, dando tres pequeños toques.

— Ocupado -soltó con simpleza, sin moverse de su lugar.

— Te buscan -agregó- — Un tal Derek Hale, dice que tiene algo para ti -explicó y este abrió los ojos de golpe.

Derek Hale, como Derek Hale de la cafeteria?. De inmediato se puso de pie, lastimándose ligeramente en el proceso y con una rapidez vergonzosa abrió la puerta, siendo recibido por el rostro burlón de Scott.

— Está afuera, no quizo entrar -dejó escapar una pequeña risita, haciéndose a un lado para que pudiese pasar.

Controlándose un poco más, se dirigió hacia la salida y abrió la puerta, encontrándose con el famoso Derek, con una chaqueta de cuero y sin el delantal, parado de espaldas a un poco más de un metro de la puerta.

— Derek? -llamó su atención.

— Hey -se giró de inmediato y se acercó más a este- — El otro día olvidaste esto -metió una de sus manos a su chaqueta, sacando de esta lo que reconoció como su diario.

— Oh -le observo apenado, tomándolo con vergüenza- — Cómo supiste que vivía aquí? -preguntó esta vez confundido.

— Uh...Liam me lo dijo -admitió con una sonrisa apenada, rascando su nuca ligeramente- — Lamento el atrevimiento, olvide dártelo esta tarde y no estaba seguro si irías mañana y pensé que quizá podrías necesitarlo, ya estaba de salida y pues pensé, Por que no? -explicó.

Stiles no pudo evitar sonreír de nuevo, pero entonces su mirada se desvió ligeramente hacía un lado de la calle, más específicamente al estacionamiento y está se esfumó.

— Todo bien? -preguntó el mayor, notando el cambio.

— Si, solo he sentido un poco de hambre -mintió lo más que pudo, regresando la vista hasta este.

Los amigos de Scott estaban de vuelta  y esta vez venían todos, era más que obvio que una larga reunión estaba por darse en casa.

— Bueno, mi motocicleta está por allá -señaló distraídamente con su pulgar a sus espaldas- — Podemos comer algo si te apetece -le invito.

— Si -soltó de golpe, saliendo por completo, para luego cerrar la puerta con rapidez.

En otra situación se hubiese avergonzado de su acción, sin embargo estaba más concentrado en los amigos de Scott que ya estaba a pocos metros, en especial en Dante, quien había notado su presencia y se encontraba viéndole con burla, mientras tronaba sus nudillos descaradamente.

— Perfecto -sonrió ligeramente burlón- — Después de ti -habló con cortesía, señalando con su brazo hacia adelante.

A paso ligeramente nervioso Stiles se adelantó, topándose casi de enfrente con los amigos de Scott, quienes le saludaron de "buena forma". Afortunadamente tenía la suerte de vivir en el primer piso, por lo que su huida podía ser más rápida.

— Qué te gustaría comer? -preguntó el mayor a sus espaldas, un poco ajeno a lo que estaba pasando realmente.

— Lo que sea esta bien -comentó distraídamente, caminando hacia la única motocicleta en el estacionamiento, bueno a excepción de la deportiva de su amigo.

— Stiles -le tomó del brazo con suavidad, haciendo que este se voltease- — Seguro que estas bien? -preguntó con suavidad.

— Muero de hambre es todo -respondió, enmarcando una sonrisa muy realista.

— Okay, se a donde podemos ir -se rindió por el momento, luego volvería a preguntar.

Y un par de minutos después ambos chicos se encontraban en la autopista, en camino a un restaurante desconocido por Stiles, quien se aferraba a los lados del asiento, sintiendo que sostenerse del mayor era algo incorrecto.

Y entonces una pequeña y loca idea llego a la cabeza de Stiles.

Derek era algo así como un superhéroe.

Coffee, Cigarettes & kisses -SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora