.Enjoying the Sight?.

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Ah, el embriagante aroma del café y el pan recién horneado.

Como lo amaba.

Para Stiles Stilinski la vida no era tan fácil, tenía un trabajo aburrido, estudiaba demasiado y vivía en un departamento tan pequeño que sentía que se ahogaría en cualquier momento, pero sin embargo la mayoría del tiempo se le podía ver con una enorme sonrisa y una actitud alegre.

Su rutina tampoco era la más entretenida, de lunes a viernes iba de la escuela a la cafetería, de la cafetería al trabajo, del trabajo a su departamento y el fin de semana pasaba casi tres horas en la cafetería bebiendo y leyendo lo más que podía, para luego dormir por el resto del día o surtir la despensa en caso necesario.

Parecía un hombre de la tercera edad, a sus tiernos 22 años.

Pero bueno, volviendo al principio, Stiles estaba feliz porque finalmente había llegado aquella esperada hora del día donde podía disfrutar de un delicioso café descafeinado y un delicioso panecillo de nuez.

A paso increíblemente apresurado atravesó el campus de su universidad, luchando con su mochila que amenazaba una y otra vez con abandonar su hombro derecho. Realmente no podía esperar por fumar un delicioso cigarrillo, la única cosa que lograba relajarle últimamente y que desgraciadamente no podía utilizar cerca del campus, a menos que estuviese dispuesto a pagar una multa de más de $300 dólares.

Al llegar al lugar se paró cerca de la entrada, en un punto donde no molestaría a nadie que estuviese cerca y sacó un cigarrillo y un encendedor de su suéter.

— Lo lamento mucho papá -murmuró, colocando el cigarrillo en su boca, para luego encenderlo con rapidez y guardar el encendedor.

Un cigarrillo diario no era tan malo, no?. El mismo conocía personas que terminaban una cajetilla cada dos días e incluso diariamente.

Después de un par de minutos aquel cigarrillo finalmente se esfumó lo suficiente para ser considerado inservible y sin más lo apago y lo lanzo a la basura.

— Full Moon allá voy -soltó con alegría.

Justo cuando su mano tocó la puerta, la alerta de un mensaje nuevo llego a su celular y sin poder esperar tomó su teléfono e inició una conversación, para luego distraídamente entrar al lugar.

Su compañero Patrick faltaría a su turno de nuevo y tendría que cubrirle...de nuevo.

— Lo de siempre, por favor -murmuró distraídamente, observando la pantalla de su celular.

— Amigo, ni siquiera te conozco -respondió, en un tono ligeramente burlón.

Y entonces de inmediato despegó la mirada de la pantalla y le observo confundido y apenado.
Bien ese no era Liam, era un completo extraño que parecía no estarla pasando muy bien.

— Lo lamento -se disculpo algo apenado- — Suelo venir aquí todo el tiempo y estaba seguro de que me encontraría con Liam -de inmediato guardó su celular en el bolsillo de su suéter- — Un café descafeinado y un panecillo de nuez, a nombre de Stiles, por favor -pidió amablemente, entregando efectivo.

— En un minuto -respondió tomando el dinero con suavidad.
...
Stiles tomó asiento en una mesa cercana y siguió observando al mayor, realmente se le hacía conocido, pero su cabeza no podía conectarlo con nada.

Era un tipo apuesto, no podía negarlo, por algún motivo aquel desconocido había llamado su atención de alguna forma muy extraña. Cuando sus miradas se encontraron algo extraño ocurrió dentro de él, la necesidad de saber más creció en su pecho, sus ojos reflejaban mucho y Stiles era caracterizado por ser un chico muy curioso.

Y entonces el mayor se volteó y le observo directamente a los ojos, causando que su corazón casi escape de su pecho. Aquello era muy extraño.

— Stiles? -murmuró una chico detrás suyo.

Ligeramente abochornado y nervioso giró hacia aquella dirección, encontrándose con un chico muy conocido, con un enorme folder entre sus manos y le observo con una sonrisa algo chueca.

— Liam, hola, es un gusto verte de nuevo -saludó algo incómodo.

— Así que...Estás disfrutando de la vista? -preguntó burlón.

— Yo...yo solo...-intentó pensar en una excusa pero la expresión de Liam le dejó en blanco.

— No sabía que bateabas para ambos lados, Derek es apuesto, lo entiendo, yo también dudaría de mi heterosexualidad, no es algo que ves todos los días...creo que ya sueno como mi amigo Mason -admitió con una sonrisa ladina.

— Yo...yo solo...lo observaba, se me hace conocido, tengo algo de curiosidad, solo es eso -respondió nerviosamente.

— Claro, eso mismo dijiste cuando conociste a Lydia Martin y mira que tu enamoramiento por mi manager no tiene límites -canturreó con gracia.

— Liam -suspiró agotado.

— Si? -le observo con más seriedad.

— Vuelve al trabajo -respondió agobiado.

— Bien...nos vemos luego, estaré en la bodega haciendo inventarios con Lydia -murmuró, dejando escapar un pequeño puchero,

— Buena suerte -le sonrió con amabilidad.

Una vez que estuvo a solas, dirigió su mirada hacia el punto anterior y buscó al mayor, pero este parecía haber desaparecido de la nada. Claro, era un lugar algo ocupado, no siempre estaría ahí parado como una estatua.

— Así que...Todo bien? -hablaron de nuevo a sus espaldas.

Aquella voz no era de Liam. Su cuerpo entero tembló.

Qué rayos le estaba pasando?.

Tan tan taaan.

Coffee, Cigarettes & kisses -SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora