.Injustice.

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Un par de días después.

Después de pasar los posiblemente mejores días de su vida, Stiles tuvo que regresar a su realidad. Derek prácticamente le había pedido miles de veces quedarse por más tiempo por su seguridad (y porque en gran parte disfrutaba de su compañía) sin embargo el chico se sentía como una carga, aunque Derek le dijese que no.

Ahora se encontraba encerrado en su habitación, sintiendo un horrible y extraño vacío en el pecho.

— Stiles -escuchó la voz de Scott del otro lado de la puerta.

— Si? -casi murmuró, recostado sobre su cama, con la vista pegada en el techo.

— Estas bi...-un par de murmullos indistinguibles para Stiles le interrumpieron- — Oh esta bien, ya voy, lo siento -respondió a la otra persona- — Hey...tengo que irme, saldré con los chicos a ver la nueva película de Star Wars, nos vemos más tarde, cuídate bro -y sin más le dejo a solas.

Stiles suspiró con suavidad, tomando a ciegas un cigarrillo y un encendedor de su mesita de noche, para luego encenderlo de la misma forma, no era el tipo de persona que fuma en interiores sin embargo no tenía muchas ganas de salir de su habitación, aunque bueno igualmente una vez no haría daño. Solo esperaba no quemar su habitación.

Sus lastimados labios se posaron sobre el cigarrillo con lentitud, inevitablemente pensando como aquel era su primer cigarrillo en días, pues había tenido alguna clase de abstinencia con Derek, por que bueno, estos son su instrumento de relajación, pero su estadía con Derek fue mucho más que relajante.

Volver a la normalidad era más que estresante.

Su teléfono sonando sin parar en el fondo mucho más.

— Si? -después de un minuto contestó, bufando ligeramente al notar que se trataba de uno de sus supervisores.

— Mieczyslaw, habla Gregory, estás en graves problemas, el manager regional quiere hablar contigo por favor preséntate esta tarde, es un asunto muy grave -sentenció con seriedad y sin más colgó.

Su corazón se detuvo por un momento, no tenía ni la menor idea de que se podría tratar todo aquello, pero definitivamente no pintaba nada bueno.

Sin pensarlo por mucho tiempo este se puso de pie, tomó sus llaves y salió a toda prisa, sintiéndose al borde de un ataque de ansiedad.

Al llegar supo que todo era peor de lo que imaginaba, pues sus compañeros le observaban con una energía muy diferente y técnicamente le siguieron con la mirada en todo su trayecto hacia la oficina. Al entrar su manager le recibió de inmediato con un semblante increíblemente serio y tal como dice la frase "si las miradas mataran..." él ya estaría 1000 metros bajo tierra.

— Toma asiento -ordenó y el chico obedeció de inmediato- — Bien Mieczyslaw, supongo que ya sabes el motivo por el que te citamos -soltó, con la voz ligeramente más grave de lo normal.

— La verdad no señor -reprendió con confusión.

— Bien -le observo con seriedad, completamente incrédulo- — Fue para comunicarte que hoy recibimos a un perro de la policía y cuando pasamos por la zona de descanso este inmediatamente olfateó tu casillero y encontró un cigarrillo de una sustancia prohibida dentro de este, como sabes nuestras políticas son muy estrictas y me temo que estás despedido por infringirlas -sentenció con simpleza.

— Sustancia prohibida? Pero señor, yo ni siquiera consumo drogas, esto debe ser un error -negó con rapidez, moviéndose ligeramente en su lugar.

— Consumas o no, estaba en tu casillero, al que solo tienes acceso tú, el manager local y yo, no hay forma de que alguien lo colocara ahí, ademas mírate, estás lleno de golpes, no se en que clase de asuntos te estás involucrando, por favor, déjalo por las buenas, no queremos llamar a las autoridades y hacer un escándalo verdad?...tu padre, un sheriff muy respetado y reconocido estaría muy decepcionado también -se atrevió a decir.

— No...no es necesario señor -murmuró, apretando sus puños ligeramente.

— Muy bien, ahora sal de aquí, tú presencia ya no es bienvenida en nuestros establecimientos, enviaremos todas tus cosas y tu cheque final a tu casa, buena suerte Mieczyslaw, espero que busques y encuentres ayuda a tiempo -concluyó, entregándole una pequeña tarjeta que Stiles ni siquiera observo.

Su salida del lugar fue mucho peor que la entrada, pues ahora estaba siendo escoltado por un enorme tipo de seguridad, quien no dejaba de observarle de forma extraña y literalmente le acompañó hasta la puerta de su Jeep.

Y fue entonces cuando de la nada recordó algo, algo mucho posiblemente más serio.

Hace un par de minutos tenía un cigarrillo en su mano...el cual definitivamente ya no estaba sosteniendo...y definitivamente no recuerda haber apagado...o siquiera haber salido de casa con el...casa que estaba completamente sola.

— Oh por Dios -murmuró, tomando su teléfono de inmediato.

Capítulo más corto de lo normal, lo siento pero realmente quería publicar hoy y esto es lo que he logrado antes del trabajo haha. Los amo.

Coffee, Cigarettes & kisses -SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora