.Breakfast.

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El ojo saludable de Stiles se abrió en todo su esplendor, observando el nuevo día que le esperaba. No le era ninguna sorpresa que su rostro dolía exageradamente y que muy apenas y podía moverse, sin embargo sabía que podía sentirse mucho peor sin la ayuda de Derek y se sentía de cierta forma bien, cómodo y a salvo.

— Buenos días -le saludó Derek, observándole con una pequeña sonrisa.

— Días -respondió Stiles, medio sentándose en la cama.

—  Te he preparado algo -susurró el mayor, colocando una pequeña bandeja en las piernas de este.

Frente a él se encontraba nada más y nada menos que un tazón de yogurt y fruta picada acompañado de un muffin de moras.

— Gracias -sonrió ligeramente, aceptando la comida con amabilidad.

— Cómo te sientes? -preguntó, tomando asiento en la otra cama.

— Bien...solo duele un poco ya sabes -respondió ligeramente apenado.

— Se que estás mintiendo...pero no me refería a eso -dejó escapar un pequeño suspiro.

— Oh -susurró, bajando ligeramente la mirada.

Para él era realmente algo extraño escuchar aquello, generalmente nadie se preocupaba lo suficiente para hacerle aquella pregunta, ni siquiera su mejor amigo, Scott.

— Bien, solo un poco nervioso -respondió.

— Stiles -se levanto para luego arrodillarse a lado de la cama, frente al chico- — Podrías ser honesto conmigo? Quiero ayudarte, por favor cariño, ayúdame un poco -pidió con suavidad.

— Me siento...me siento completamente aterrado -confesó- — Al cerrar mis ojos ahí están...lastimándome, honestamente por eso fui a la cafetería, tenía miedo de estar solo -murmuró lo último, aún con la mirada completamente baja, incapaz de observar al mayor.

— Lo lamento tanto Stiles -sin pensarlo tomó su mano con suavidad- — Conmigo estás a salvo y te aseguro que nada te va a pasar, lo prometo, por ahora lo importante es que te relajes y te dediques a sanar ese rostro bonito que tienes -el contrario le observo con una diminuta sonrisa ligeramente apenada.

— Lamento ser una molestia -susurró ligeramente enrojecido.

— No eres una molestia, al contrario, esta habitación era increíblemente aburrida hasta que llegaste, me hace sentir bien tener algo de compañía -aclaró, aparentando suavemente su mano- — Y también quiero que sepas que está bien tener miedo, solo que no dejes que aquello te aplaste, eres alguien fuerte Stiles, confía en que todo estará bien -agregó con una suave sonrisa.

— Gracias -susurró, observando su desayuno.

Y entonces el teléfono de Derek comenzó a sonar.

— Muy bien señor valiente, ahora por favor coma bien, porque nos espera un largo día de películas y cosas chatarra -le animo, poniéndose de pie- — Atenderé esta llamada y vuelvo en un minuto -explicó, para después salir al balcón.

Al ver el identificador de llamadas por poco lanza el teléfono por el balcón, sin embargo decidió contestar, en caso de que realmente fuese algo importante.

— Derek Hale -respondió ligeramente desganado.

— Hasta que aparece el mal padre -respondió una mujer del otro lado.

— Qué quieres Alyssa? -bufó con algo de molestia.

— No me has mandado el dinero de este mes, tú hijo no tiene ni para el uniforme del colegio -respondió completamente furiosa.

— Oh, ahora si es mi hijo, pero cuando te pedí verle me lo negaste una decena de veces -respondió en el mismo tono.

— El niño no te quiere -soltó con simpleza.

— Cómo me va a querer si nunca me has dejado verlo? Ya ni siquiera estoy seguro si realmente tengo un hijo o es otro de tus crueles inventos -respondió más tranquilo, tampoco quería a Stiles escuchando aquello.

— Antes de James si estuve embarazada, te dije que lo perdí -replicó- — Ahora, el dinero...-Derek le interrumpió.

— Ya lo envié hace un par de días, hay un retraso en el banco, debería estar ahí para mañana a más tardar, es mucho dinero Alyssa, cada mes te mando lo mismo y es imposible que el niño gaste esa cantidad -reclamó y esta soltó un bufido.

— El colegio es carísimo, aparte de que vive pidiendo cosas, tú no sabes de eso -respondió.

— Lo sabría si tan siquiera me dejarás verle, mi hijo tiene cuatro años y jamás me ha visto, no es justo para ninguno de los dos -cubrió su rostro con desesperación.

— Adiós Derek -soltó la mujer, para después colgar.

Alyssa Coleman. Su peor pesadilla.

Llevaba un buen tiempo queriendo llevar a la mujer a corte, sin embargo al final decidía no hacerlo, sintiendo que aquello simplemente traumaria al pobre pequeño, la mujer es todo lo que conoce, no podía lastimarle de aquella forma.

Por ahora solo se tenía que conformar con una vieja foto de cuando este cumplió su primer año, lamentablemente la única prueba que tenía de su existencia.

Después de tranquilizarse por un par de minutos finalmente regreso a la habitación, dónde Stiles apenas y había comido un par de bocados de su comida, mientras la observaba con un par de lágrimas en los ojos.

Por un segundo el mayor pensó que este había escuchado su platica y que quizá la había mal interpretado, lo cual sería terrible.

— Hey...Todo bien? -preguntó preocupado, olvidándose de su propio dolor.

— Lo siento, es solo que me duele un poco cuando levanto los brazos -confesó.

— Oh, entiendo, déjame ayudar un poco -sin más se sentó junto a este y le ayudo a llevarse la comida a la boca.

— No te preocupes, no tienes que hacerlo, puedo hacerlo por mi cuenta -murmuró apenado.

— Si puedo ayudar lo haré, no seas un bebé -le sonrió ligeramente.

Stiles por poco deja escapar un par de lágrimas, de cierta forma aquello le recordaba a cuando enfermaba de pequeño y su madre literalmente le trataba como un rey.

Hace años que no se sentía de aquella forma.

Gracias a Derek este se sentía bien, seguro y...apreciado .

Coffee, Cigarettes & kisses -SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora