Bakugou salió en busca de Kirishima. Estaba furioso por lo que hizo pero… ¿desde cuándo lo sabe? ¿Porque no le dijo nada o reclamo? eso hubiera sido lo normal…. Pero puede sacar provecho de esto…
Llega a la habitación de Kirishima y entró, los ojos fríos observaron al hombre que estaba parado en la habitación. Cerró la puerta, caminó y lo tomo de la ropa.
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—¡¿Hablar con Izuku fue divertido para ti?! —grito, era tan escalofriante como un trueno. — ¡¿Crees que eres muy valiente como para hacer lo que se te dé la gana?! —Katsuki no tiene ninguna señal de piedad en su semblante. Kirishima le mira, confuso— todo estaba bien ya… si tu no… ¡Ah!... Si el idiota de Deku hace algo en mi contra...olvídate de mí.
Cuando Kirishima observó a Bakugou completamente furioso, su cara se convirtió en una máscara de miedo.
—... Bakugou ... Yo... Escúchame, ¿de acuerdo? Te voy a explicar...
—¡Habla! ¡Todo estaba bien! ¡Los problemas ya estaban solucionados porque tuviste que ir a buscarlo!
—¡Tu ya no lo amas de otra manera porque estás conmigo! —Lo miro directo a los ojos y empezó a alzar mas la voz— ¡Me canse de tenerte solo a ratos! ¡Si no lo hacía, el no te dejaría!… tu me amas ¿verdad?... — lo último lo dijo en un susurro.
—…..—lo soltó y dio un paso atrás. —Será mejor dejarlo. No me muestres tu cara de nuevo. — Caminó una vez más hacía la puerta.
—¡Bakugou, No me dejes!.... Si te vas en este momento, olvídate de mi… ¡Yo te amo!… ¿Es el o yo? Decide….
Katsuki detuvo su caminar pero no respondió a la pregunta. Kirishima fue más veloz y lo abrazó por la espalda. Con un llanto muy débil y casi inocente, dijo:
—¡No puedo soportar estar sin ti! Haré cualquier cosa. ¡Lo que quieras! ¡Me gustas mucho!... por favor Bakugou escógeme. Puedo esperar por ti el tiempo que sea necesario pero no quiero ser más tu amante….
Bakugou siente el corazón extrañamente pesado, y el alma que le ha estado flotando durante mucho tiempo no puede encontrar un lugar para tranquilizarse. Está demasiado perdido como para pensar en algo inteligente que decir. Suspiró, y se volvió para tocarle el pelo.
—De acuerdo. —Suspiró, esperando que todo el asunto terminara si cooperaba con él—. Yo... Iré contigo mañana, Eijiro.
—Eso significa que terminaras con el ¿verdad?
—Si…
Kirishima sonrió y se rio como si hubiera recuperado el alma.
—¡Bien! ¡Te encontraré mañana entonces!...
. . . . . .
Con Izuku
Izuku caminaba tomado de la mano de su madre. A lo lejos pudo ver que se dirigían a un puente pero no se podía ver que había al final de este. Estaba cubierto por niebla.
