capitulo 1

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Aclaraciones
-Los personajes no me pertenecen, son propiedad de kōhei horikoshi.
-Soy principiante así que tengan piedad de mi.
-Me inspire en el libro " one shots "
-Con posibles errores ortográficos
Espero no morí ignorada
Bueno si más que decir espero les guste .

Salió de aquel enorme edificio el cual parecía ser una escuela.

El viento frio pego en la cara de Izuku, acomodo con cuidado su mochila y antes de que lo notara sus manos empezaron a temblar.
Se paro debajo de la señal de “alto” y espero el autobús  que no sabía cuándo podría llegar a pasar. Saco del bolsillo de su pantalón el celular y marco inmediatamente. Espero y lo intento una y otra vez pero nadie respondió.
El autobús llego y con él la escapatoria que estaba esperando. Subió, apoyo la frente en la ventana de cristal.
Cuando llego a la estación, se bajo del autobús, con los ojos rojos y una cara demasiado blanca.

Cuando estaba a punto de llegar a su casa se dio cuenta se dio cuenta que cerca de la entrada había una caja que decía “cuídame” miro con extrañeza la caja. Se acerco y pudo ver que en el interior se encontraba un gato adulto de color negro el cual llevada una especie de bufanda  alrededor de su cuello. El gato le miraba con una mirada penetrante sintió que en cualquier momento podría matarlo, a lado del gato había una nota; la tomo y empezó a leerlo:

“Lo siento, ya no puedo cuidar a este gato. Por favor dale un hogar. Su nombre es Aizawa Shouta”

-Supongo que ahora tendrás que  vivir conmigo pequeño. Soy Midoriya Izuku , es un gusto.

Dijo esto mientras tomaba la caja y empezaba a caminar hacia la puerta de su casa. Abrió la puerta y entraron a la casa.

-Esta será tu nuevo hogar, espero te guste Aizawa.

Dejo en el piso al gato, se quito los zapatos y camino hacia la cocina siendo seguido por Aizawa

-Aunque Aizawa es un poco formal para un gato, mmm… que tal Aichan, suena mejor

-Miau

-Ahora, debes tener hambre, veamos creo que un me queda una lata de atún

Abrió la alacena y saco una lata de atún, tomo un plato pequeño del fregadero y vació el atún en él para después dejarlo en el piso

-Ven pss pss pss

-Miau, miau, miau

-Provecho

Se agacho para acariciar su cabeza mientras comía, su mirada lo analizaba por completo; parecía tener un peso adecuado, tenía una cicatriz debajo del ojo derecho y esa extraña bufanda alrededor de su cuello que parecía estar hecha de un material casi irrompible. Fue el sonido de su celular lo que lo saco de sus pensamientos, miro la pantalla “kacchan♥” se levanto para contestar

-Bueno

-Que mierda querías Deku, tengo como 5 llamadas perdidas tuyas. Acaso no sabes que…

-Hoy hace frio- Interrumpió, la voz de Izuku era suave y gentil incluso en los peores momentos.

Katsuki Bakugou, hizo un sonido de disgusto ante lo que acaba de escuchar. Sentía que era molesto hablar con él

-¿Qué quieres?- dijo secamente

-¿Volverás a casa hoy? Hace tiempo que no vuelves y tampoco me llamas.
Izuku, froto el anillo plateado que se encontraba en su dedo anular de la mano derecha. Las lágrimas amenazaron con salir con querer salir de esos bello ojos color esmérala. Katsuki sentia que Izuku de ese momento estaba actuando extraño. Después de todo se conocían de toda la vida.

-¿Ahora qué te paso idiota?   
No hubo respuesta, en su lugar volvió a preguntar.

-¿Volverás por la noche? Me gustaría que comiéramos algo juntos, prepara lo que quieras comer 

-No puedo volver ahora- Katsuki comenzó a enojarse nuevamente – solo pide algo de comer para ti y deja de estar jodiendo- colgó

Izuku escucho la voz ocupada y enfadada, su corazón comenzó a doler cuando colgó. Sinceramente estaba acostumbrado a esos tratos del que se supone era su novio. Hace tiempo que el corazón de katsuki Bakogou dejo de ser confiable, amable a su manera pero amable y sensible.

Guardo su teléfono en el bolsillo del pantalón y volvió a mirar al gato que todo este tiempo había estado mirándolo y prestando atención.

-Veo que ya acabaste

-Miau

-Sabes yo no vivo solo (aunque así lo parezca) quería que lo conocieras pero parece que hoy tampoco vuelve a casa y no sé cuando lo haga—esto último lo dijo con un tono de tristeza—Bueno me iré  a bañar mientras tu puede explorar la casa Aichan – dijo mientras le daba una rápida caricia.

-Miau

Salió de la cosina y camino hacia el baño.

Aizawa salió por completo de la cocina y se dedico a caminar por toda la casa. No era ni muy grande, ni muy chica pero aun así era mucho para un chico que vivía solo. Tenía tres recamaras una sala de estar. Observo por completo hasta que su vista se detuvo en una esquina, donde se encontraba lo que parecía ser un pequeño altar. Se subió a uno de los muebles para poder ver con más detalle. En él se encontraba una foto de una mujer de cabello verde oscuro atado con una cola de caballo y una gran sonrisa; en el lado derecho de la foto estaba un jarrón con flores y en el izquierdo incienso.

-Es hermosa verdad

Aizawa volteo hacia donde provenía la voz y observa a izuku, el cual ya había terminado de bañarse y cambiarse. Llevaba una camiseta holgada y un shorts negro. Se sentó a un lado.
-Miau

-Es mi madre, murió cuando tenía 10 años por una enfermedad del corazón, logre convencer a mi padre de que podía cuidarme solo para que me dejara quedarme en Japón; desde entonces vivo solo , mi padre trabaja en el extranjero cada mes me envía dinero para la escuela y gastos personales. Aun que no se porque te cuento esta de seguro ni me entiendes, creo que ya me volví loco  jajajaja

Aizawa solo se quedo mirando al contrario, se acerco y se a costo a un lado de Izuku este empezó a acariciarlo

-Mañana ire a comprar las cosas que necesitas Aicha, así que vamos a dormir ya

Cargo a Aizawa, lo llevo hasta su habitación entro y cerró la puerta, lo dejo sobre la cama.

-Miau miau

-Dormirás conmigo solo por hoy, mañana ya compraré una cama para ti -Apago la luz y se metió a la cama

-Hasta mañana Aichan

-Miau

Se acomodo en la cama, cerró los ojos cayendo rendido ante los brazos de Morfeo. Aizawa observo al chico por un rato para después acercarse un poco y acurrucarse a un lado. Hace tiempo que no dormía tan plácidamente.

El intrépido gato que se enamoró Donde viven las historias. Descúbrelo ahora