Capítulo 18.
Suddenly I know I'm not sleeping
Hello, I'm still here
All that's left of yesterdayEvanescence, Hello.
Sorprendida aún por la velocidad del gesto, Dany notó como sus pupilas se dilataban mientras aquel hombre repasaba el camino que dibujaban sus venas con el dedo, y clavaba la punta de aquel singular cuchillo sin alterar la expresión.
La sangre, roja y brillante, cayó deslizándose por su brazo ante la mirada atenta de los ojos violetas.
-No tiene sentido –murmuró él para sus adentros.
<<Sí, -se dijo Dany- sí que lo tiene. >> No era la primera vez que veía como sangre e icor convivían de algún modo que aún no comprendía en sus venas, y las dudas sobre si lo que le habían contado en el Inframundo era verdad o no se agolpaban en su cabeza. Si lo era, este cambio constante podía verse relacionado con lo que Lavi le había contado: que su parte serafín y su parte humana resistían en su cuerpo, luchando por dominarlo del todo.
El desconocido acercó su cara y pasó la lengua por el rastro que había dejado la sangre sobre su brazo, deteniéndose en la herida. La imagen hizo a Dany tratar de apartarse, pero estaba totalmente inmovilizada.
Como si conservara algo del líquido rojo en la boca y lo saborease, el hombre cerró los ojos, concentrado y sin dejar de sostener su brazo.
Dany no podía apartar la vista de su rostro. ¿Qué era lo que tenía? Lo rodeaba un aura distinta y fría, y no dejaba ver nada de lo que estaba pensando. Había algo… Dany no lograba hacerse con la palabra. Era…
Frustrante.
Necesitaba descifrarlo.
-¿Estás intentando engañarme? –dijo entonces él aún con los ojos cerrados y con una voz tan suave y profunda que Dany lo sintió como un murmullo que penetraba directamente en lo más profundo de su cerebro.
<<¿Qué?>>
-¿De qué me hablas? –inquirió ella, abrumada por el tono de voz y completamente perdida.
-Mira chica, no te va a servir de nada hacerte la tonta.
-No me estoy haciendo la tonta. No tengo ni idea de qué me estás hablando.
¿Por qué tenía que llamarle chica? Le hacía sentirse como una niña. Además acababa de llamarle tonta a la cara.
-¿Me dices que no sabes que tienes icor? Y, peor aún, ¿que no sabes por qué lo ocultas tras sangre humana?
Dany entrecerró los ojos, dejando caer la cabeza sobre aquella almohada extraña. Sí, eso sí lo sabía, pero deseaba en cierto modo que no fuera real y que todo acabara para poder volver al confort de su casa y olvidar lo que había vivido los últimos días. En realidad, ¿cuánto tiempo llevaba ahí abajo? ¿Una semana? ¿Dos, tal vez? Y su mundo se había alterado totalmente, y ya no sabía en quién confiar. El hecho de que aquel completo desconocido también le confirmara la historia anterior le devolvió de un mazazo a todos los hechos que la habían traído hasta este punto. Necesitaba aclararse, y en ese momento el único que parecía poder echarle una mano era él.
-Es complicado –respondió ella, algo más dispuesta a colaborar.
-Es decir, admites que lo sabías.
-No. Admito que es complicado. Me gustaría contártelo pero no quiero hacerlo así.
-¿Así cómo?
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Las nanas de los Caróntidas.
Fantasy“Él la alzó en brazos y le susurró algo casi inaudible. Los ojos le brillaban fieros, intensos, profundos. Parecía que nada podría interrumpir este momento; y nada lo haría, porque él había venido a llevársela, y con los hijos de la muerte no se jue...