Las nanas de los Caróntidas.

Capítulo 10

Capítulo 10

The question asked in order

To save her life or take it.

Flyleaf – Cassie

Las puertas se abrieron majestuosamente dejando pasar a Adriel hacia el grupo de ángeles reunidos en aquella sala. El silencio pesaba como una losa sobre ellos. Caronte, que se sentaba frente a todos ellos, parecía dormitar mientras se mesaba la barba. Sin embargo, Adriel sabía que su mente no paraba, su trabajo era continuo y el peso de su labor lo aquejaba. Caronte no dormitaba. Caronte no dormía.

Al llegar al centro de la sala, llevó a cabo la reverencia oficial y se sentó en una de las gradas. Un fuego intenso rodeó la sala, dando comienzo a la reunión y sellando la estancia hasta que se zanjara el tema.

Caronte levantó la cabeza y miró con sus ojos heridos al infinito.

-Muchos de vosotros ya sabréis qué es lo que ha llegado a nosotros. Algunos habréis escuchado rumores. Tan sólo uno se aproximará a la realidad. –dijo, fijando su mirada en Adriel. – Es mi deber explicaros hasta donde ha llegado mi investigación, y más aún ahora que ella se ha convertido en un elemento fundamental para nuestro objetivo.

-¿Ella?

-Sí, Arial. La muchacha que Adriel trajo hace ahora tres días. Danielle.

Adriel se vió de nuevo golpeado por las imágenes de aquel día. Las sienes le latían con fuerza, el dolor fluía desde su cabeza hacia el resto del cuerpo y lo atontaba. Danielle corriendo con Aadi hacia la casa, arrastrándose entre la sangre, mirando sus heridas, murmurando aquel conjuro. Sus ojos ardiendo en busca de respuestas. ¿Cómo no pudo ver entonces la inmensa fuerza que ocultaba en su interior?

Algo en aquella chica le atraía y le pedía que se alejara al mismo tiempo. Los recuerdos lo atosigaban y su naturaleza lo sacudía una y otra vez. De no haber sido un arcángel, Dany hubiera perdido su alma nada más entrar al Estigia. ¿Lo habría permitido él, entonces? ¿Habría dejado que sucediera… de nuevo?

Aquellos demonios en su casa, el icor en el suelo… todo apuntaba a que la naturaleza de Dany era distinta, pero nadie le había dado total seguridad sobre ello. ¿Había tomado aquella decisión para salvarla… o para cumplir con su deber y entregarla al Estigia?

“Sé quién eres”, le dijo Maddie mientras él la atraía hacia el Inframundo.

<<¿Quién soy, Maddie? ¿Qué clase de ser soy? Parece que tú eras la única que lo sabía… y te llevaste tu secreto. Tal y como lo hizo entonces ella.>>

-La muchacha parecía decidida a perder su alma, no ofreció ningún tipo de resistencia… No sé si tú, Adriel, tuviste algo que ver en esto.

-No, padre.

-Curioso. Aún así, las señales que Adriel advirtió durante la batalla eran correctas. Dos ángeles guardianes protegían a la muchacha haciéndose pasar por sus padres. Para aquellos que conocían a Selaiah y Mihael, mi más sentido pésame. –Varios murmullos recorrieron la sala.- Asimismo, una sombra había sido enviada para la protección de Danielle.

>>La aparición de los onis en esta casa nos señala tanto la preparación de nuestros adversarios como el hecho de que estos pueden estar al tanto de la existencia de Danielle. Nosotros no lo estábamos hasta hace un par de días.

>>No sé qué clase de poder ha tendido los hilos sobre la pequeña, pero no me cabe duda de que incluso nuestra notificación de que su tiempo se acababa fue de algún modo amañada para que todo se dispusiese del modo en el que lo ha hecho. Mis investigaciones aún siguen en curso, pero me temo que nos encontramos ante un poder muy superior al nuestro.