Capítulo 17

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Capítulo 17

I'll wrap up my bones

And leave them

Out of this home

Still, Daughter

Las heridas sanan a su tiempo. Unas antes y otras después. Hay heridas de todo tipo. Unas te han perforado la piel de una forma imperdonable. Otras tan solo han decidido morderla y quedarse ahí. Unas han eludido tu cuerpo y han causado daños irreparables en tu alma. Otras serán poco a poco sanadas. En todas ellas florecen los recuerdos. Cicatrizan abrazando el momento y conservan un pedazo de tiempo; un pedazo de tiempo para que sea solo tuyo. Para que hagas con él lo que quieras y lo perdones, y te perdones. Y la memoria, como un río, aparecerá y desaparecerá bajo tu piel, en forma de esas cicatrices plateadas. Pero siempre estará ahí.

Las heridas sanan a su tiempo.

Pero tú, ¿podrás perdonarte?

Sus pies se arrastraban, desnudos, por el suelo seco que cubría aquella llanura interminable. Sentía una fuerza que la llamaba desde la distancia y llevaba horas siguiendo aquella intuición, pero parecía imposible llegar a su destino. La herida del brazo le dolía con cada paso y por mucho que intentase caminar con delicadeza, cada vez se sentía más ansiosa. Después de lo de Maddie, creía que ya no volvería a sentir aquel dolor intenso en el pecho. Tal vez sólo se había acostumbrado y ya no lo sentía, o simplemente, por mucho que le avergonzase, todo esto le había permitido olvidarse del dolor que sentía por su pérdida.

Sin embargo, caminando por aquel paraje seco, Dany estaba sola de nuevo y el dolor había vuelto, refugiándose entre sus costillas. Traicionada, abandonada… Ni siquiera sabía quién era en realidad. Notaba cómo los labios se le agrietaban debido a la sequedad del ambiente, y cerró los ojos, cansada. Los odiaba a todos. Lo sentía en lo más profundo de su alma. Los odiaba porque había confiado en ellos pese a todo, los odiaba porque habían jugado con ella, los odiaba porque ya no sabía qué era verdad, los odiaba… y en el fondo, se odiaba mucho más profundamente a ella misma. ¿Qué demonios la había traído a aquí? ¿Quién se había creído ella para sentir que podía formar parte de toda esta historia? No. Ella no era una heroína. Ella era un personaje incidental, uno de los personajes a los que salva el protagonista, al que ni siquiera se menciona en la novela. Debía salir de aquel lugar y tratar de olvidarlo todo.

¿Pero cómo hacerlo? Mientras se arrastraba, su mente vagaba de recuerdo en recuerdo. Quería olvidar pero no podía eludir la realidad: Las guerras asolaban el planeta, las especies morían irremediablemente y los humanos parecían envueltos en una neblina que no les permitía ver con claridad. Ella misma había vivido sumida en la ignorancia.

¿Cuántas veces había escuchado cómo Maddie le hablaba de que una nueva especie se había perdido para siempre? Sin embargo, ella siempre asentía y volvía a sus libros. Donde quería estar. Donde estaba salvo. ¿Cuántas veces había escuchado que miles de personas habían muerto en una guerra? Todo aquello parecía tan lejano… Siempre se había sentido totalmente incapaz de hacer nada, pero ¿y ahora?

-Vamos, vamos. –Se dijo a sí misma, apretando los dientes.

Si todo lo que le habían contado era cierto, y no podía negar que lo parecía… se enfrentaban a un problema muy grave.

¿Podría ella…?

-Hay que salir de aquí – se recordó a sí misma, como si diciéndoselo en voz alta las palabras cobrasen más importancia. – Tenemos que llegar a ella.

Como si hubiera escuchado su voz, aquella presencia desapareció inmediatamente. Acababa de estar justo delante de ella, y había desaparecido. ¿Qué demonios había pasado?

Las nanas de los Caróntidas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora