Capítulo 16

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***** flasback*****

Él festejo seguía, entrada la noche, era justo lo que necesitaba, buena música, alcohol, mis amigos, me sentía libre, lancé a la nada mis penas, liberé mis temores, reí hasta que dolía hacerlo, bailé hasta cansar mi cuerpo, respiraba en total plenitud, me olvidé de todo, logré olvidarme de él por algunos minutos.

Joe se encargó de que el festejo de su cumpleaños fuera un evento  para recordar.

La música retumbaba por cada rincón del lugar, “ Ęgyp” era el sitio del momento, un lugar ambientado en la cultura Egipcia, pirámides, sarcófagos, serpientes saliendo de las paredes, retratos de Cleopatra por doquier, realmente era un lugar que maravillaba a cualquiera.

-Hola,  sentí un cuerpo tras el mío, ¿ sigues molesta? Me alejé del fuerte abrazo, perdóname Paola, jamás he querido hacerte daño, te quiero, lo sabes, acarició delicadamente mi mejilla, intercambiamos miradas.

Sin emitir palabra alguna caminé alejándome de él, Carlos volvió a tomarme entre sus brazos. – por favor, discúlpame.

Exhalé viendo a la nada, ya está olvidado todo, enseguida me abrazó, se veía tan guapo, anteriormente él y yo solíamos pasarla genial.

Lo que restaba del festejo fuimos inseparables, bailamos pegando seductoramente nuestros cuerpos, podía jurar en ese momento que terminaríamos cogiendo desenfrenadamente, me besó, nos besamos, lo tocaba, lo tenía cerca y aún así extrañamente me sentía vacía, sentía que algo me faltaba, intenté ahogar en alcohol mis recuerdos, quise desaparecer con tequila sus labios, sus cogidas, quería perder tanto como me  fuera posible la conciencia, pero solo logré que su recuerdo se avivara más, mis ojos estaban en guerra continua para no dejar caer las gotas cristalinas,

-Ven, Carlos tomó mi mano y fuimos al baño, recorrimos un largo pasillo totalmente a oscuras, luces doradas nos guiaban, había esculturas de pequeñas pirámides, me detuve un momento a observarlas, estaban tan bien detalladas, parecían ser de oro sólido, Carlos me abrazó por la espalda, ¿ vienes? Dijo dando un beso en mi cuello, asentí mi cabeza. Cerró la puerta con llave,  sonreí al ver su mirada coqueta recorrer mi cuerpo a detalle, volvía a sentirme deseada y me gustaba, mantener el equilibrio era algo difícil, la ingesta de alcohol se hacía evidente, llegué hasta el lava manos ayudándome de las paredes, me vi al espejo, Carlos atrás seguía observándome, tenía sus ojos puestos en mi trasero,  sujeté mi cabello y mojé mi rostro con agua.

-Eres hermosa, lo sentí pegándose a mi espalda, te extraño tanto, sus manos subían por mis piernas, mientras su boca saboreaba la piel de mi cuello, sentí su respiración y eso me estremeció por completo, - Hueles delicioso.

Cerré mis ojos, sentía su manos tocando mi cuerpo, mis lágrimas rodaron, lloré en silencio, sus besos raspaban mi piel, me sentó sobre el lava manos, me despojó de cada una de las prendas que cubrían mi piel, entró en mí, me embistió con fuerza, yo rogaba a la corte celestial que terminara, que me liberara de esto, en repetidas ocasiones intento besarme, giré mi rosto en el intento y besó mi mejilla, él jadeaba, gemía, su cuerpo sudaba, mientras mi llanto callaba, él me gozaba mientras yo me rompía cada vez, un poco más.

-¿ Qué pasa? Besó mi frente en el momento orgásmico .

-Nada, respondí mientras me vestía, sequé mis lágrimas, me vi en el espejo,  esto está jodidamente mal, me veía, era yo, era mi cuerpo, pero yo algo dentro de mi ya no era igual.

-¿ es por ese imbécil cierto?

-duele Carlos, me duele, exploté en un sentido y profundo llanto, él me tomó entre sus brazos, puso mi cabeza sobre su pecho, me consoló, esa noche cambié , sin saberlo estaba apunto de conocer el infierno….

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