Capítulo: 1

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- Muero de sueño, la fiesta de anoche estuvo increíble , he dormido aproximadamente 2 horas, tuve que obligar a mi cuerpo para que se levantara de la cama.

- ¡ Hola pao! Escuché la voz de samantha, mi amiga incondicional.

- Mi cuerpo esta aquí, pero mi alma sigue en cama, dije en medio de un bostezo.

Sam río, una noche anterior ella me advirtió sobre esto, pero sus palabras fueron duramente ignoradas por mi.

Caminamos por el campus lentamente, él sol hacia que mi deseo de morir en ese momento aumentara.

- Hoy llegan los nuevos maestros, dijo Sam.

- ¡Genial! Maestro de literatura, y derecho, dije poniendo mis ojos en blanco. - ¿ Que hay de malo con eso? Refunfuño samantha.

- Las dos clases que más odio tendrán nuevos exponentes, seguro son ancianos que creen que el mundo no los merece....

Ambas reímos al imaginarnos a nuestros nuevos docentes, samantha era esa clase de amiga que sin decir palabra sabíamos perfectamente lo que pensaba una de la otra.

Despues de un largo recorrido entre edificios llegamos al salón.

Apenas entré al aula, y Carlos se aproximo hacia mí.

- Hola, dijo intentando besarme, yo gire mi rostro y su beso se estampó en mi mejilla.

Exahalo, - ¿ Que pasa pao? Dijo viéndome a los ojos.

Realmente no pasaba nada, ¿me gustaba? , si... Mucho, hemos tenido sexo en un par de ocasiones, pero ya no más, el quiere una relación de "manita sudada" y yo solo quiero pasarla bien.

- Nada, nunca pasa nada, respondí continuando mi camino.

Tomé asiento, y justo en ese momento, apareció él, entró por la puerta cargando un maletin de color negro, su olor se esparció por todo el lugar.

Mis ojos aumentaban de tamaño conforme lo veía, era un tipo alto, cabello castaño oscuro, grandes ojos color azul, hermoso rostro, y un cuerpo apetecible, samantha y yo enseguida nos vimos con complicidad.

- Buenos días jóvenes, soy HENRRY CAVIL, su nuevo maestro de filosofía, dijo parándose frente a nosotros, su voz era gruesa, varonil, mis piernas temblaron al escuchar aquellas cortas palabras.

Se veía tan serio, tan sexy, los 50 minutos que duró la clase no pude hacer otra cosa que no fuera imaginarnos en una cama desnudos, cogiendo como animales, tuve tantos pensamientos e imágenes sexuales como el tiempo me lo permitió.

Vestía un pantalón sastre en color negro, y una camisa en color gris, podía ver sus bien formados músculos por debajo de aquella tela, me lo imaginé todo, imagine su sexo, su cuerpo desnudo, lo imagine dándome duro, poseyendome en todas las maneras posibles, mi ropa interior se mojó con todas esas ideas, no lo podía evitar, tenía finta de ser rudo, de ser apasionado y eso poco a poco me enloquecía.

Los segundos volaron, él guardo su lap top en su maletin y salió del salón, dejándome empapada de su perfume, con mis piernas temblando y mi vagina Mojada.

- Voy a tener sexo salvaje con él, le dije a samantha mientras lo veíamos alejarse.

Ella se río, - Seguramente tiene novia, sino es que está casado, ya se ve un hombre maduro, dijo ella incrédula ante mi afirmación.

Suspiré al verlo perderse entre los edificios de la universidad. - ¡No me importa nada! Voy a coger con él, repetí sonriendo a Sam.

Ella movió su cabeza de lado a lado mientras me veía, - ¡ mejor vamos a tomar algo, para que se te baje el calor!

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