No Soy Gay ¡Bastardo!

«1»

(Pov. Narrador)

La mañana había comenzado para la mierda.
Primero se había levantado y aún estando adormilado se golpeó el dedo pequeño del pie contra la pata de un mueble, después le había puesto sal en vez de azúcar a la leche con chocolate (si, no tomaba café) y por último se había puesto al revés la ropa que usaría para los exámenes de admisión.

Se puso ahora la ropa bien (una remera azul y un pantalón azul, nada llamativo) y se lavó los dientes.
No hizo falta peinarse; su pelo despeinado le quedaba bien y no valía la pena tratar de arreglarlo.

Bajó las escaleras y cuando abrió la puerta se escuchó el grito de su madre que venía desde la habitación.

— ¡Lukte! — gritó fuerte, seguro hasta los vecinos habían la habían escuchado — ¡Te quiero! ¡Suerte! —y sin importarse en respondele a su madre, salió.

Tomó la bicicleta que estaba apoyada al lado de la puerta de entrada (era un milagro que no se la hayan robado) y se fue pedaleando rápido.

Cuando llegó a la entrada donde se realizarían los exámenes, casi se cae de culo. Había demasiados chicos y chicos, muchos tenían Quirks físicos, que se veían a simple vista. Otros eran más misteriosos, llevaban capuchas puestas y las manos con guantes, un barbijo tapando la mitad de su cara, algunas llevaban ropas anchas, otros usaban unos trajes (que se ve que habían hecho ellos mismos, según Lukte: eran graciosos)
¿Las probabilidades de entrar bajaban mientras más chicos habían? No tenía idea, pero esperaba que los demás chicos no estuvieran tan emocionados por las pruebas, porque cuando hablamos de Lukte Yagami, hablamos de unos de los chicos más vagos que vas a conocer.

Si bien no era un sueño suyo ser un héroe como los demás, estaba allí por obligación de su madre quien insistía día a día que debía presentarse, que su Don era muy bueno y debía aprovecharlo y usarlo para el bien (si, por un momento se le pasó la idea de ser un villano, pero se vio con la obligación de tirar ese pensamiento a la basura cuando vio lo fuerte que eran los héroes. Siendo sincero: él quería estar en el bando de lo que tengan la ventaja)

No tenía demasiado interés en estirar para correr o lo que sea, por lo que empezó a mirar a los demás, a analizarlos y ver a quien valía la pena acercarse, quien sabe, capaz podría socializar aunque sea un poco.

 Pensó en ir hacía un chico de pelos verdes, pero cuando vio que el chico estaba temblando se negó.
 Vio a alguien que le interesó, pero justo cuando comenzó a avanzar para dirigirse al muchacho, el grito de un profesor hizo que todos se quedarán callados.

— En las batallas no hay cuenta regresiva — Y Lukte puede jurar que casi queda sordo por el gran grito y por el hecho de que  los chicos y chicas estaban corriendo desesperados y gritando. lo chocaron y casi le sacan la zapatilla.

Cuando se dio cuenta, había quedado penúltimo gracias al chico de pelo de verde que había visto antes, el cual estaba detrás de él.
Ignoró el hecho de que todos estaban corriendo, y con las manos en los bolsillos de los pantalones, entró caminando tranquilo en el área de exámenes.

Su interés era de los más mínimo.

(Pov. Lukte)

Tranquilamente podría reprobar e irme a la mierda ya que las ganas de estar acá eran nulas, pero díganme, si tienen la opción de ir a la escuela común sin nada interesante y seguir con tu típica rutina de siempre o ir a una escuela súper copada e interesante dónde siempre pasan cosas ¿Que eligen? Yo -por lo menos hoy- elijo la segunda.

Así que... A correr.

Si, estaba más atrasado que cualquier otro.
Si bien tengo muy buena audición y vista, no pude saber si había algún robot -de esos que hay que matar- cerca.