«3»

163 13 9
                                    

(Pov. Lukte)

La verdad es que me decepcionó; por el resto del jueves todo fue normal, lo mismo que una escuela de "no héroes"; materias típicas, temas típicos, lo de siempre. Esperaba que nos den algo diferente, alguna materia que sea súper divertida y extraña o que tengamos un súper entrenamiento de héroes (aunque de siquiera pensar en correr y perseguir y usar mi quirk y... todo eso, ya se me cansaba el cuerpo, así que gracias a Dios que no lo hicimos).

Lengua y literatura, geografía, inglés y física. Que horror. Horrible todo, mi peor experiencia en el colegio. Casi lloro tres veces porque no me salían los ejercicios de física y cada vez que pateaba a Bakugo para que se dé vuelta (él estaba sentado delante de mí), me ignoraba.

Traumático.

A la hora del almuerzo nos sentamos Bakugo, Kirishima, Denki, Sero y yo en la misma mesa. Apenas apoyé el culo en la silla (el primero de los cinco en sentarse), me quejé.

Por Dios chicos — puse mis manos en mi cara de forma agotadora, hablé con un dolor desgarrador en la voz (mentira) y casi lloro — que horrible

Denki se sentó a mi lado y apoyó su mano en mi espalda en modo de apoyo emocional.

Te entiendo completamente Lukte — sonó casi tan dolorido como yo — vamos a salir de esta — apoyó su frente en mi hombro. Todo dramático —. Solo nos quedan... — apuntó a Kirishima que estaba sentado al frente de él sin mirarlo, esperando una respuesta.

Tres horas... — a medida que hablaba fue bajando el tono de voz, como si estuviera decepcionado.

Qué exagerados — dijo Bakugo tomando jugo de pera.

Anímense muchachos; ahora a la tarde tenemos clases de héroes — Bakugo miró a Sero como si hubiera dicho una estupidez.

¿Clases de héroes? — solté una risa cuando Bakugo le respondió sarcástico. — Tenemos ciencias — por Dios, el quejido que soltamos los cuatro cuando Bakugo terminó de hablar, fue espectacular. Aunque los de las mesas de al lado nos miraron raros.

Bakugo; dejame decirte que me rompiste el corazón con lo que dijiste.

Una lágrima se asomó en mi ojo.

Y después tenemos dos horas de entrenamiento de héroes —  Fue entonces que abracé a Kaminari en ese momento tan emotivo. De simplemente pensar en tener dos horas de entrenamiento me daban ganas de llorar (en parte porque me gustaba y en parte porque sabía que me iba a cansar).

Lloramos con Denki abrazados hasta que Bakugo nos pegó un zape a cada uno y nos apuró para que terminemos de comer.

Cuando por fin se hizo la hora, fuimos a cambiarnos y luego nos dirigimos a la salida de la U.A donde nos esperaba un colectivo para llevarnos a un terreno llamado territorio beta (básicamente un lugar con muchos edificios que parecía una ciudad normal pero que estaba hecha para entrenamientos).

Tardamos como media hora en llegar; media hora en la que estuve sentado con Bakugo y dándome vuelta para hablar con Denki que estaba con Kirishima (Bakugo me pegó como seis veces para que me dejara de mover. No le hice caso).

Casi se me cae la mandíbula cuando bajé del colectivo y vi el tamaño del terreno.

Por Dios... si teníamos que correr por todo el terreno me iba a morir.
Apenas despegué el culo del asiento del vehículo me habían "fallado" las piernas de tanto tiempo estar sentado. Definitivamente iba a morir.

No Soy Gay ¡Bastardo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora