Efectivamente la pizza se había quemado y no solo estaba quemada, sino que también sabía de horrible; lo que sigue.
El primero en probarla fue Kirishima quien trataba a toda costa de mantenerse positivo. Cortó las porciones con fuerza y no comentó nada a cerca de lo oscura que estaba la masa. Masticó despacio el primer bocado, ruidoso y crocante. Cuando por fin tragó, habló.
—Podría estar mejor, pero no es lo peor del mundo —ese fue otro error de la noche: creerle a Kirishima.
La pizza estaba horrenda y dura y Sero casi se rompe un diente. Kaminari trató de disimular la cara de asco para no arruinar más el ambiente. Bakugo ni siquiera tomó una porción para probarla.
—Kirishima, acompáñame a vomitar —le pidió Denki al pelirrojo. Ambos se levantaron, Kirishima mucho más preocupado que el rubio porque sabía que aquello no era una broma.
—Necesito grabar eso —Sero soltó una carcajada fuerte y enseguida fue tras los dos chicos.
Yo suspiré.
—No debe estar tan mala —Katsuki se dedicó a mirarme dudoso.
—¿Piensas probarla?
—Un chef debe probar su propia salsa —bromeé, a lo que Bakugo solo puso cara de asco a mi comentario. Al ver su cara reí, quizás porque me daba risa su expresión, quizás porque estaba cansado de esta juntada problemática —. O sea, literalmente hice la salsa —él negó con la cabeza y se mordió el labio inferior como si las pavadas que yo estaba diciendo fuesen merecedoras de esa decepción tan sexy que me estaba mostrando.
No noté que tan grande fue el pedazo de pizza que mordí porque cuando estaba acercando la pizza a mi boca y mi mirada estaba en Bakugo, no puedo negar el haberme distraído. Creo que fue el gesto de acomodarse ese pelo rubio suyo que pareciera ser una nube, o habrá sido como se pasó la lengua por el labio que anteriormente se había mordido. Quizás fue el hecho de que justo haga eso cuando me estaba mirando lo que no solo hizo que mordiera un pedazo de pizza gigante (y horrible), sino que también me puso eso en tensión.
Recé porque Bakugo se quedará justo en donde está.
De cualquier forma, enseguida mi atención se desvió al sabor en mi boca. No sé cuál habrá sido mi expresión, lo único que sé es que hizo que Bakugo suelte una carcajada al verme.
—Tiene pinta de que está rica tu salsa —se burló. Y se regaló.
—Cuando quieras rubio —le guiñé el ojo de la forma más coqueta posible. Enseguida Bakugo se dejó de reír y se dio cuenta.
—Hijo de pu-
—Esta está rica rubiecito, ¿por qué no venís a probarla? —me agarré la verga que ya tenía dura (pero Bakugo no sabía eso, por suerte) y esta vez fui yo el que se rió.
—Muérete —Se estiró sobre la mesada que había entre ambos e hizo el vago intento de tirarme una explosión en la cara, obviamente no con la intención de lastimarme.
—Bueno, pero probá la pizza, dale, no está taaan fea —dije entre risas. Él revolvió los ojos.
Antes de que retrocediera por completo y terminará de bajarse de la isla de la cocina, me apresuré a tomarlo del cuello de su camisa para atraerlo hacia mí. Por lo repentino e inesperado del movimiento que tomó por sorpresa al rubio, no fue muy complicado.
Él estaba casi por completo encima de la mesada, mi mano en el cuello de su camisa, su rostro de sorpresa (y un poco de susto, entre paréntesis), su mirada dando vueltas por mi rostro, mi mano sobre él. Yo apenas inclinado sobre la isla, teniendo el control de la distancia entre nuestros rostros, controlando qué tanto me acerco a su cuerpo, a su rostro, a sus labios.
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No Soy Gay ¡Bastardo!
FanficLukte Yagami, un estudiante de la U.A se enamora de Bakugo Katsuki, el chico más explosivo de la academia. Está dispuesto a hacer todo lo necesario para enamorarlo, pero hay un problema: Bakugo no es gay. ⚠︎ aclaraciones⚠︎ •Los personajes no me pert...