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(Pov. Lukte)

No se me habían pasado por alto las quinientas miradas que me echó el profesor Aizawa durante toda la clase. Cada que pateaba a Bakugo para preguntarle algo, enseguida el héroe se volteaba a donde estábamos. Para colmo, nos sentábamos en los primeros lugares del lado de la ventana. Cuando el recreo tocó y salimos a comer, pude volver a respirar.

Literalmente suspiraba y el profesor estaba amenzándome.
No literal de hecho, pero se entiende.

Con Bakugo nos separamos del resto para ir a comprar nuestra comida mientras los demás buscaban un lugar para sentarse en el patio. En realidad el que tenía que ir a comprar era Bakugo solo, pero yo aproveché a acompañarlo.

Cuando Sero, Kirishima, Denki y Mina doblaron en la esquina del pasillo y los perdimos de vista, Bakugo empezó a caminar a paso rápido a la cantina. Yo me apure a igualar su velocidad.

Amigo, ¿vos lo viste? — pregunté tratando de disimular la ira de mi voz cuando llegue a su lado. Bakugo se volteó a verme con una ceja levantada, sin saber de qué hablaba —. A Aizawa, no me dejaba ni respirar — Bakugo soltó un suave "ja".

Y bueno, ahora sos un alumno problemático, es normal que te tenga vigilado — dijo, y le restó importancia moviendo su mano en círculos. Yo suspiré.

Una sonrisa de superioridad se formó en su rostro cuando entramos al gran comedor de la U.A, la cual estaba llena de alumnos de todos los años e incluso algunos héroes.

No soy un alumno problemáti... — fui bajando la voz a medida que lo pensaba y bueno... tenía sentido por lo de la otra vez, aunque técnicamente, había sido Bakugo el que me atacó.

Mis brazos extendidos y abiertos, en forma de incredulidad y bronca, captaron la atención de varios alumnos, pero apenas voltearon a verme, enseguida se arrepintieron cuando se encontraron directamente con la mirada de Bakugo.

El rubio tenía ese efecto en las personas; las intimidaba. Aunque apenas era de primer año, lograba que incluso alumnos de tercero no quieran ni mirarlo. Sus ojos rojos y su sonrisa amenazante hacían que quieras alejarte, como mínimo, dos kilómetros de él.

Me atacaste — habló Bakugo sin voltear a verme —, si eres problemático — respondió a mi anterior afirmación.

Vos me atacaste primero

Me diste una orden, Lukte

—  No es excusa... además es una orden, ni que te hubiera amenazado — el año acababa de comenzar y yo ya había llamado la atención de un profesor, definitivamente eso afectaría mis notas. Aunque en realidad no me importaba, pero bueno.

Me diste una orden, Lukte — dijo como si no lo hubiera escuchado. Volteó a verme y en su rostro pude ver el rechazo y asco que le provocaba decir esa frase —. A mi nadie me da una orden — dijo lento, para que entienda palabra a palabra.

No me importa, vos me atacaste primero y ya — Me importaba una mierda si no le gustaba que le den ordenes, yo no era el problemático. Bakugo suspiró y se puso en cola para comprar. Yo me paré a su lado.

¿Por qué era yo el afectado? Además, ¿cómo podía saber el profesor lo que había pasado? Ninguno de los dos había cruzado más de dos palabras con Aizawa.

Sí importa

Te enojaste porque te di una orden y me atacaste y yo me defendí y... ¿soy yo el problemático? — definitivamente, una vez que lo escuché en voz alta y que analicé lo que dije, llegué a la conclusión de que no tenía sentido la lógica de Aizawa.

No Soy Gay ¡Bastardo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora