Kim Taehyung y Jeon Jungkook, una de las parejas más envidiadas entre sus conocidos, una pareja muy hermosa y a la vez anormal. A finales del siglo 20 eran una pareja no predestinada, siendo Jungkook el hijo del alfa de la manada, rechazó a su prede...
Jelouuuuu estoy de buenas así que saben lo que significa uwu
Edit: perdónenme por no estar recibiendo los que faltan
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Chapter: fifteen
Sentados en aquel lugar los dos jóvenes, abrazados y aferrados, el alfa acariciaba sus cabellos del menor, dando besos en este. – koo, te extrañé mucho – y dió otro beso en la cabeza contraría – De verdad de extrañe mucho mi amor.
– También yo TaeTae, te extrañaba cada día y cada noche – levanto su vista para observar al mayor – Te extrañé mucho – con una voz tan dulce lo dijo.
El mayor apego más el cuerpo del menor al suyo, en un abrazo calido; tan juntos los dos como si fuesen los únicos en el universo.
– TaeTae...
– ¿Dime querdo?
– ¿Te quedarás conmigo?
– Lo haré siempre y cuando tú quieras que lo haga.
– Entonces nunca vas a alejarte de mi – el menor puso sus brazos en el cuello ajeno. Rogando por esa felicidad que sentía, rezando por qué momentos aún más brillantes lleguen a esperarlos.
🍓🌿
Entravamos a ser felices de nuevo, vamos a salvar a nuestro omega.
Asintió antes de jalar la perilla, no podía estar más de acuerdo con su lobo.
Al entrar observo la habitación estaba un poco oscura, pero podía ver que las paredes eran blancas como las de la sala y el pasillo de entrada, entro y cerró con suavidad la puerta, a su izquierda había un pequeño escritorio, a su derecha una pequeña ventana y una cama, en dicho lugar descansaba el omega azabache.
El mayor con una sonrisa melancólica se acercó a la cama, se sentó en ella y se dedicó a observarlo dormir no queriendo interrumpir su descanso, su respirar era calmado, sus facciones eran relajadas por lo que pudo apreciar mejor su rostro; se veía tan tranquilo, etéreo. Como un príncipe salido de algún cuento de hadas perfecto ante sus ojos.
Moría por tocarlo, sus dedos estaban ansiosos al igual que su lobo quién movía su cola ansiando abrazarlo, muriendo por tocarlo.
Vamos, yo sé que también lo quieres.
Decía el su parte más salvaje, insitando a que ceda a sus instintos, pero su deseo por dejar al menor descansar ganó ante él, quería dejarlo descansar.
Mientras lo seguía observando el mayor vió como el omega empezaba a removerse en su cama, arrugado su rostro.