Kim Taehyung y Jeon Jungkook, una de las parejas más envidiadas entre sus conocidos, una pareja muy hermosa y a la vez anormal. A finales del siglo 20 eran una pareja no predestinada, siendo Jungkook el hijo del alfa de la manada, rechazó a su prede...
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Chapter: five
Lágrimas, sollozos y oscuridad.
En aquellas tres palabras la vida de Kim Taehyung se reducía ahora, no tenía ánimos de salir, no quería hablar con nadie, no tenía ganas de comer apestaba a alcohol y cigarro. Tan lamentable.
Los sollozos aún eran audibles en el lugar, su corazón aún dolía como el día que se entero de la "verdad".
- ¿Qué hice mal?, solo te di amor ¡¿Qué mierda hice mal?!. Si te lo di todo....- su voz se quebró y los sollozos eran más audibles.
Estaba muy destrozado.
Su lobo se sentía muy débil y triste, también a él le dolía aquello, el olor del alfa apenas era perceptible por lo triste que estaba su lobo.
Se levantó de su cama desatendida y sucia y se dirigió a su armario, habían algunas prendas del menor allí y faltaban prendas suyas pero no le dio importancia a lo último. Estiró su mano para agarrar una polera blanca, que solía usar el omega para dormir.
Se recostó en su cama (nuevamente) y empezó a a oler la prenda, aspiraba aquel olor para relajarse un poco, para que ni él ni su lobo no estén tan tristes.
Para sentirse junto a él una vez más.
Con aquel aroma a fresas logró conciliar el sueño, un sueño del que jamás quería despertar.
Un sueño donde él podía ser feliz con su omega sin importar el lugar e ignoraría la realidad para centrarse en su mundo ideal.
. . .
Con el cielo aun mas nublado, a las doce del medio día, Hoseok caminaba rumbo a la casa de su mejor amigo, sabía que necesitaría apoyo aquel alfa estaba muy devastado.
Caminaba un poco asustado, pues sabía que Taehyung no fue a trabajar el resto de la semana. No quería que nada malo le pase a su amigo.
Llego a la puerta de entrada, dió tres toques y espero a que abrieran la puerta.
Después de unos minutos volvió a tocar la puerta en la espera de alguien. Pero nadie abrió.
Suspiro molesto, dirigió sus pies al tapete donde guardaban una llave de repuesto, agarró la llave la introdujo en la cerradura, y abrió la puerta.
Al entrar vio que todo estaba oscuro, las ventanas eran cubiertas por las cortinas, el olor era terrible una mezcla de alcohol y vomito en el aire, su estómago empezó a retorcerse, almorzar antes de ir allí no fue buena idea.
Corrió rápidamente al baño, que estaba en la segunda planta topándose con botellas que por obvias razones eran de licor; al llegar a su destino vomito todo lo ingerido en el almuerzo.