Capitulo 3.

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—¡Señor Kim!— Rowoon grito con todas sus fuerzas cosa que provocó un sobresalto en el hombre de lentes, corria a toda velocidad hacia el, a juzgar por lo sudado que estaba se notaba que había estando buscándolo por mucho tiempo — tengo que hablar con usted—

—¿Que sucede?— lo observo con preocupación

—Dawon....esto ya sobrepasó los limites— lo miro a los ojos para mostrarle que hablaba con toda sinceridad, estaban hartos, hartos del maltrato sin razón—Ayer ofendió a Chani, no aguanto más y lo golpeó...teme que lo vayan a despedir—

—Tengan cuidado, saben que el papá de Dawon es amigo del señor Jung— se acercó y dio un par de palmaditas en la espalda de Rowoon.
Era la persona favorita de los chicos, el secretario Kim tenía la capacidad de hacer todo más ameno.
Para un chico que creció desconociendo como es la compañía de una figura paterna, era bueno experimentar de vez en cuando como se sentía el cariño por parte de Kim Sang Kyun, a quien veía como su padre.

—Lo tendremos— estaba decepcionado, no quería continuar rogándole, le daría pena, ya les había hecho muchos favores en el pasado, no podía agregar uno más a la lista —Esta bien...veremos que podemos decirle a Dawon para que no hable sobre los que paso—

Había fallado en rogarle a su buen amigo. Eso no quería decir que se rendía, no lo haría, mucho menos tratándose de algo que involucraba a Chani. Antes que el secretario Kim lo pudiera seguir se apresuró a entrar a la oficina y hablar por si mismo con el CEO sobre lo ocurrido, estaba decidido y con toda la determinación del mundo.

—Señor Jung, ¡Chani es un buen chico por favor perdonelo— no había nadie en el lugar, si, parecía un loco hablando solo. Podía irse y esperar a que llegara, pero...y si Dawon se adelantaba a contar todo, tenía que impedirlo.

—¿Aún no llega?— solo había escuchado esa voz una vez y tan solo había bastado para que se quedara impregnada en su memoria. Se acercaba, cada paso dado por el hombre, cada vez que se le aceleraba más el corazón al pobre.—Lo esperaré en la oficina—

El padre de Dawon se encontraba ahí para hablar de lo pasado con su hijo de seguro. Bueno al menos eso era lo que pensaba, no encontraba alguna otra razón coherente para verlo por ahi.

Rowoon, en su desesperación se agacho y escondió en el escritorio, para su suerte era bastante, espacioso con facilidad había entrado. Con el paso de los minutos sus piernas se acalambraban mas y más, ¿por qué tardaba tanto en llegar? Ya habían pasado treinta minutos desde que había ingresado a aquel escondite, no podía sentir sus piernas y ni hablar del dolor en el cuello. Justo, en esos momentos de su desesperación, Kim entró al rescate.

—Tengo cosas que hacer, dígale al señor Jung que tiene cinco minutos para llegar, tengo una reunión importante— escucho decir al hombre

—Iré a buscarle personalmente, no se preocupe, ya vuelvo...—

Estaba callado de nuevo, señal de que se encontraba solo, ¿ya podía salir?, Pues no, si el teléfono celular del papá de Dawon no hubiera sonado habría estado en problemas.

—Hola, eso mismo estoy haciendo estoy haciendolo tal como me lo recomendaste— contesto— "si no puedes con ellos úneteles", mi hijo está dentro, así que las sospechas son pocas— ¿Dawon? ¿Que tenía que ver con todo eso, en realidad todo lo que hacía y les decía era mera actuación?— el hombre es un tonto, piensa que todo lo hago por caridad, ¿está loco?, ¿quién en su sano juicio estaría dispuesto a apoyar un negocio que no tiene futuro?, una vez logre hacer el trato con el y el edifico sea mío me deshare de él, es muy fácil, en especial por que esta gente es muy tonta— Era obvio que se refería al Señor Jung, pero...si el edificio pasará a su cargo, podría hacer lo que se le plazca con el, ¿demolerlo?, ¿por qué haría eso? Su hijo está apunto de debutar ¿por qué arruinarlo todo?. Tenia mil preguntas en su cabeza que serían muy dificiles de responder.
Justo al acabar la llamada, Kim entró.

Cuando Regreses A Casa...| Rowoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora