Buenos días, perdón por dormir tanto. Escuché tus gritos en mis sueños, sí, acabo de soñar contigo. Acabo de soñar con una persona que aún no sé su nombre...
A propósito, ¿cuál es tu nombre?
Vamos, no seas tímida. Quiero saber tu hermoso nombre...
Como lo imaginé, tienes un nombre agradable de pronunciar. Es un nombre que me tatuaría sin pensarlo.
Ahora ya sé tu nombre y cuando vuelva a soñar contigo, te lo diré. Cuando el sueño me agarra, ya no me suelta: me estira de donde sea y cierra la puerta con llave. Dicen que los hombres guapos duermen mucho. Estoy bromeando...
Bueno, seguiré contándote más sobre mí y mi vida y cómo mi nombre se relacionó con la Muerte. Ya sabes mi nombre, pero no sabes edad... Tengo como quinientos años en este libro, pero tengo la apariencia de un joven universitario. Aunque los años pasen, siento que mi aspecto no cambia.
Tengo una cama de dos plazas. En una plaza duermo yo y en el otro mi gata Sally, que me regaló Sally después de entregarle mi corazón. Ahora que lo pienso, fue un intercambio.
Últimamente esa gata me ha estado dando arañazos en vez de ronroneos. De noche hace travesuras y al día siguiente me deja la casa casi destruida. Tengo una casa de dos plantas y muchas habitaciones para cuando tenga hijos. Pero ninguna mujer me ha dado un hijo. Ellas no querían compromiso, solo querían conocer mi miembro.
Sally solo me dejó algunas heridas en la espalda y algunas de sus prendas de vestir que olvidó cuando tuvo su periodo. Un vestido, una falda y una blusa.
No sé qué hacer con su ropa... ¿Tú usas faldas o vestidos?
Creo que me estás mintiendo...
Tal vez no quieras porque ya tienen algunas roturas y tengo que lavarlos también. También tengo que lavar las vajillas y la cocina. Aprendí a lavar viendo a mi madre. Mientras mi padre se rascaba la panza viendo sus películas.
Sally jamás lavó un plato, aunque hubiera querido que me ayudara un poco, porque cada día yo debía lavar una montaña de platos y vasos.
Nunca la vi sollozar o tener sentimientos de tristeza. Solo en la cama sollozaba porque nunca había sentido un orgasmo. Es normal sentir miedo a lo desconocido. Muchas veces llegaba a las puertas del clímax y me decía que me detuviera porque tenía miedo de cruzar la puerta del placer supremo. Tenía miedo de perder el control de su cuerpo o también de orinarse en la cama.
Te contaré más en breve. Hace mucho calor y debo depilarme los pelos del pecho, ya que no quiero que me confundan con un oso. Prometo que no gritaré cuando me quiten la cera caliente.
![](https://img.wattpad.com/cover/256731091-288-k807589.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Hombre de libro ©️
Romansa¿Qué harías si el personaje de un libro comienza a enamorarse de ti? Contenido para adultos.