5-"yo soy tu y tú eres yo"

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Narrador

Ya habían pasado 15 horas desde que los habían encarcelado. Para Emilio, Pablo y Segismundo el tiempo se pasaba rápido porque no era la primera vez que se metían en problemas y terminaban en la celda.

Pero para gustabo y Horacio esas 24 horas se hacían eternas. Solo se dedicaban a ver como los agentes iban y venía de aquí para ya, escuchaban como los chicos insultaban al que quería vacilar y hablaban de vez en cuando a través de la pared, después de todo no eran muy gruesas y se podían escuchar a la perfección.

Pero para gustabo era aún más insoportable por culpa del "pequeño" castigo de conwey de ponerlo solo en una celda, menos mal que estaba al lado de la de Horacio. Por lo menos.

-G-- Horacio, estas despierto?

-H-- que ocurre?

-G-- tengo hambre

-H-- y que quieres que haga? Un asado y te lo paso?-- dijo con un tono burlesco.

-G-- JAJA que gracioso, me voy a morir de la risa.

Horacio soltó breves risitas y el silencio volvió entre ellos. Gustabo, para no aburrirse más cerro los ojos he intentó dormir.
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Estaba todo muy oscuro, hacia mucho frío, quería abrir los ojos pero no podía ya que una venda muy gruesa se lo impedía.

No estaba atado, pero sentía como si 50 toneladas de hierro lo aplastaban contra el suelo, no había manera de moverse por más que lo intentara.

--*donde estoy?*-- pensó para si mismo.

--oh!! Ya despertaste, como te sientes?

--*de quien es esa voz? *

--hooo que malo eres, ya no me reconoces?

--*como?*

--jajajja que liiiiindo, aunque no estés hablando puedo escucharte perfectamente.

De repente sintió como la venda que tenía en los ojos le era retirada dejando ver el lugar en el que se encontraba.

Estaba rodeado de agua recostado boca arriba, todo era negro con destellos rojo, no entendía nada, intento moverse pero nuevamente le fue imposible, también intento hablar pero tampoco pudo, solo podía mover sus ojos.

--*que es este lugar*

--este lugar? Acaso ya no te acuerdas? Solías venir muy seguido a este sitio a jugar conmigo, pero hace mucho que ya no lo haces, estoy triste por eso.

--*quien eres? Donde estas?*-- lo buscó con la mirada pero no había rastro de nadie, solo había nada.

--que quien soy? Yo soy tu, no se como es que no puedes reconocerte a ti mismo, jajajajaj-- su risa resonó como eco por todo el lugar.

No respondió, estaba confundido, no sabía que pensar ni que decir. Hasta que de repente sintió como una mano fría acariciaba su mejilla.

Se asusto, no podía moverse, estaba temblando de la impotencia de no poder hacer nada.

--que sucede? Tienes frío?-- susurró en  su oído esa voz grabe que ahora reconocía como su propia voz.

--recuérdalo, yo soy tú y tu eres yo, siempre seremos lo mismo y nadie podrá cambiar esa realidad. Yo siempre estaré contigo, gustabo.

--*Eh!?*

Sitió como otra mano lo sujetaba del pecho y poco a poco lo sumergía hasta que su cuerpo quedo completamente hundido.
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Se despertó agitado soltado un gran grito que asustó a su compañero Horacio quien aún se encontraba despierto del otro lado de la pared.

MALDITOS OJOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora