-22

2.3K 61 3
                                    

Llego a casa de Marco y aparco el coche justo delante de la puerta de su casa.
Salgo del coche y puedo divisar a Marco en la puerta de la casa de pie, cruzado de brazos y con una sonrisa en la cara.

- ¿ No te podías esperar a verme? - digo preguntándole en tono burlon.

- Muy graciosa, si bueno también es que Rome en cuanto ha sentido tu coche a venido corriendo a la puerta. - dice rascándose la nuca.

Me acerco a él y le saludo con dos besos besos y un abrazo, porque en cualquier momento nos pueden interrumpir Igor o Gilberto.

- Bueno, pasa ¿ no?.

- Por supuesto.

Entró en casa de Marco y Rome viene directo hacia a mi.

Se escucha bajar las escaleras y aparece Igor, en mi campo de visión, que en cuanto me ve corre hacia a mi y me levanta para darme un abrazo.

- Madre mía Igor, parece que no me has visto hace un año. - digo riendo.

- hombre todos los días no puedo verte. - me dice.

Y es verdad Igor sigue viviendo en Mallorca y no puede venir a Madrid todos los días. Y como yo antes vivía en Sevilla pues tampoco nos veíamos mucho.

- Ven, vamos a la cocina que está mi padre - me dice Marco.

Vamos a la cocina y está Gilberto cocinando algo que por cierto huele muy pero que muy bien.

- Hola Gilberto - digo justo detrás de él.

- Hay hola cielo - me dice. - Me has dado un susto. - dice riendo.

- Oh lo siento Gilberto, por cierto que rico que  huele.

- Estoy haciendo solomillo a la pimienta y patatas.

- Una de mis comidas favoritas.

- Por eso mismo - dice sonriendo.

- Muchas gracias - digo dándole un abrazo.

- No tienes que dármelas cariño.

- Marco, Igor poned la mesa - les dice Gilberto.

- Papa ¿enserio? - dice Igor, a lo que Marco ríe.

- Pues claro hijo.

- ¿De qué te ríes tu payaso? - le pregunta Igor a Marco.

- De ti orangután - le contesta Marco.

- Así, pues porque no nos echamos unos combates.

- Vamos flipado.

Y es aqui cuando empieza el ring de la lucha libre, o mejor dicho la batalla de los hermanos asensio willemsen.

Y Gilberto y yo estamos muy atentos a los movimientos de estos dos.

- pero venga vamos Marco muévete - le dice Igor.

- pues muevete tú chorizo - le contesta Marco.

Y Gilberto y yo nos reímos a carcajadas del show que están montando.

Pero derepente Marco me coje en brazos y ya no me río tanto.

- Marco, Marco bajarme por favor.

- Venga bro , dame ahora si te atreves - le dice Marco.

- Si claro.

Mientras los dos discuten, yo sigo aquí encima de Marco.

- Marco hijo, bajala ya que la vas a marear - dice Gilberto.

- Gracias Gilberto, al menos alguien aquí me tiene aprecio - digo ya en el suelo.

- No no yo también - dice Marco.

- Ya claro - digo rodando los ojos.

- Ustedes dos dejar el ligoteito y vamos a poner la mesa anda - dice y de inmediato tanto Marco como yo nos ponemos rojos.

- Vamos tomatitos - vuelve a decir Igor riendo.

- Hijo los quieres dejar ya - dice Gilberto.

Ponemos la mesa y los dos hermanos se sientan.

Yo voy a la cocina.

- Gilberto ¿te ayudo? - le pregunto.

- No hace falta corazón. - responde con una sonrisa.

Me quedo aquí en la isla de la cocina hablando con Gilberto y echándole una ayuda.

[ Mientras en la mesa ]

- Vaya coqueteo que tenéis los dos - dice Igor.

- ¿ pero que dices? - dice Marco nervioso.

- Lo que tu digas Marco, como os miráis saltan chispas, parece que os vais a comer de un momento a otro. No has mirado así a nadie en tu vida.

- Puede ser que tengas razón - dice Marco.

- y tanto que la tengo bro.

- pero no lo puedo evitar, me gusta y mucho.

- pues no te coibas. Haz lo que te apetezca en cada momento si de verdad lo sientes.

- Vale gracias bro.

- si hombre.

- eso sí Marco no le hagas daño, ella no se lo merece.

- Si lo se.

[ Vuelta a la cocina ]

Acabamos de hacer la comida y llevamos los platos Gilberto y yo.

- ya está listo - dice Gilberto llamando la atención de Marco e Igor.

- que pintaza - dice Igor.

- huele muy bien - añade Marco.

Me siento al lado de Marco y de Gilberto, quedando justo en frente de Igor.

- Sheila, ¿estás estudiando otra cosa? - me pregunta Igor.

- Si ahora estoy empezando a estudiar diseñadora de ropa.

- Pues ya tengo estilista - dice Marco.

- Marco no te hace falta estilista, vistes muy bien - digo.

Hablamos de muchas cosas y acabamos de comer.

- ¿ Queréis ver una película? - dice Gilberto.

- venga guay - dice Igor.

Marco y yo asentimos con la cabeza.

Nos sentamos en el sofá y Marco pone su cabeza en mi pecho.

Empezamos a ver la película mientras comemos palomitas que ha echo Igor.

- La película me aburre un poco - me dice Marco susurrando.

- A mi también. - digo de la misma manera.

Marco me coje de la cintura y quedamos los dos tumbados juntitos mirándonos, pero vemos la película porque están aquí su hermano y su padre.

Pero poco a poco a mi se me van cerrando los ojos y me voy quedando dormida en parte gracias a las caricias de Marco.

𝓣𝓪𝓵 𝓿𝓮𝔃 || Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora