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Cedric, Lori y Roger se indignaron cuando descubrieron que la prohibición contra los equipos de Quidditch no se extendía a los Slytherin. Se dirigieron directamente a su oficina y llamaron cortésmente, aunque en secreto los tres querían irrumpir y hechizarla allí mismo.
-Adelante 'sonó su voz dulce y enfermiza, los dos chicos dejaron pasar a Lori primero antes de reemplazarla después de ella-. ¿Sí?
-Profesora -comenzó Roger, sabiendo que era el más diplomático de los tres-, no creemos que la prohibición de Quidditch sea justa.
Umbridge sonrió-. Desafortunadamente, Sr. Davies, la vida no es justa. Seguramente todo el tiempo que ha estado jugando ese juego violento le ha enseñado eso.
Roger resopló en silencio entre Lori y Cedric, apretando los puños a la espalda.
Cedric habló lentamente-. Profesora, con el debido respeto, el Quidditch nos enseña lecciones de vida invaluables y nos une como escuela.
'Y ha herido a muchos estudiantes en el proceso 'frunció el ceño, hojeando una lista en su escritorio-. El Sr. Potter, la Srta. Bell y la Srta. Johnson han terminado en la enfermería con lesiones relacionadas con el Quidditch solo del equipo de Gryffindor.
Lori hizo una mueca, recordando que Harry se había caído de su escoba, Angelina había sido golpeada por dos Bludgers a la vez y Katie había sido golpeada en la boca con uno de los murciélagos del Batidor-. Es una tradición escolar integral. La Copa de Quidditch se otorgaba todos los años. en memoria viva.
-Entonces es hora de que rompamos la tradición, ya que tu sucio deporte a menudo rompe huesos, ¿no crees?
A Roger se le ocurrió de repente una gran idea-: ¿Pero cuál es el punto de tener un solo equipo? No tendrán nadie contra quien jugar, lo que hará que el propósito de su existencia sea completamente nulo y sin efecto.
La había conseguido justo donde la quería, y ella lo sabía-. Muy bien, Sr. Davies, los equipos de Gryffindor, Hufflepuff y Ravenclaw han sido reinstalados de ahora en adelante.
Los tres capitanes se sonrieron el uno al otro, antes de que la felicidad desapareciera de los rostros ante su siguiente comentario-. Pero el mentiroso, Harry Potter, no tiene permitido jugar.
*
Filch arrastró el baúl de Trelawney fuera del castillo y al patio, arrojándolo a los pies del ex profesor de Adivinación. Sybil Trelawney tembló cuando ella y toda la escuela que estaban observando, vieron a Umbridge salir, sus tacones de neón haciendo clic contra los adoquines.
-Dieciséis años he vivido y enseñado aquí -sollozó Trelawney-. Hogwarts es mi hogar. No puedes hacer esto.
Umbridge levantó un documento-. De hecho, puedo -McGonagall apareció entre la multitud, corriendo para abrazar a Trelawney y dejándola llorar en su hombro-. ¿Algo que te gustaría decir, querida?